La terapia de pareja es un tipo de asesoramiento que se centra en la comunicación y en cómo las parejas pueden entenderse mejor. En una relación, es importante que ambos miembros sean capaces de trabajar juntos y desarrollar habilidades de comunicación saludables para construir una relación fuerte; sin embargo, hay ocasiones en que las parejas necesitan ayuda para resolver sus desacuerdos o entenderse a sí mismas.
La terapia de pareja puede ser beneficiosa para aquellas que están tratando de quedar embarazadas o tienen ansiedad, por ejemplo. Aunque también es excelente para aquellas que simplemente desean buscar asesoramiento profesional para mejorar su comunicación.
En este artículo profundizaremos en qué es la terapia de pareja, por qué deberías ir si estás pensando en ello, los diferentes tipos de ejercicios que las parejas pueden hacer en casa durante las sesiones y mucho más.
Consiste en un tratamiento que aplica determinados procedimientos psicológicos a dos personas que mantienen una relación íntima.
El fin principal es brindar asesoramiento para encontrar mejores soluciones a los problemas de pareja, que comúnmente están originados por deficiencias en la comunicación.
Hay una gran variedad de problemas que las parejas tienen que afrontar, pero esto depende de los implicados. Los ejemplos más comunes son los siguientes:
En estos casos la terapia de pareja es muy importante porque ayuda a reconstruir la confianza dentro de la relación y promueve el crecimiento personal de cada uno de los implicados para que puedan resolver sus problemas juntos.
Es sumamente importante que los dos miembros estén comprometidos a trabajar en su relación y asistir a la terapia de forma regular.
Las parejas deben trabajar juntas para averiguar qué errores han cometido y por qué o qué es lo que les está faltando, para así saber cómo pueden avanzar, desarrollando habilidades de escucha activa y asumiendo la responsabilidad de las propias acciones.
Si bien la terapia de pareja resulta beneficiosa, hay que tener en cuenta que no funciona de la noche a la mañana. Y que el punto clave es el consentimiento de ambas partes para que la terapia sea óptima y adecuada. Ambos deben estar de acuerdo en que quieren lo mejor para su relación, para que así cada uno ponga de su parte y vayan realizando pequeños cambios a través de pequeñas acciones.
Las sesiones duran entre una hora y hora y media. Y el terapeuta actúa como mediador, hasta traductor, para que ambos se sientan entendidos, comprendidos y valorados. Durante la terapia, es importante que las parejas creen un entorno seguro en el que puedan comunicar abierta y honestamente sus pensamientos, emociones, necesidades, deseos y sentimientos.
El terapeuta ayudará a las parejas a aprender cómo resolver los conflictos de forma positiva, ayudándoles a identificar lo que los desencadena y dando una respuesta constructiva para que ambos se sientan escuchados y reconocidos, sin permitir un comportamiento abusivo hacia el otro.
Un buen terapeuta debe estar dispuesto a abandonar sus prejuicios frente a las interacciones de los pacientes, siendo respetuoso ante los valores y creencias, y también mostrando sensibilidad. De igual manera, debe fomentar siempre la empatía entre las dos partes. Incluso habrá ocasiones en las que el terapeuta necesitará trabajar a solas con cada uno dependiendo del tema, sobre todo cuando haya surgido mucha tensión o no se logre llegar a un acuerdo en conjunto.
Así pues, la terapia de pareja, en primer lugar, no consiste en que una persona hable con el terapeuta y la otra se quede sentada en silencio. Al contrario, es importante que ambos participen para que puedan comprender mejor el punto de vista del otro, así como para ayudarse mutuamente a aprender más sobre lo que necesita hacer para su propio crecimiento dentro de la relación.
El terapeuta asignará ejercicios para ayudar a las parejas a comunicarse mejor entre sí, así como a dejar salir algunas de esas emociones reprimidas que se han ido acumulando con el tiempo debido a factores de estrés como los hijos o los problemas económicos. Además, las parejas también pueden practicar técnicas como la comunicación no violenta, que consiste en escuchar profundamente y hablar desde un punto de vista empático en lugar de saltar inmediatamente al modo de resolución de problemas cuando se discute con la pareja sobre cuestiones clave como las finanzas o el sexo.
El terapeuta funciona como moderador a lo largo de las sesiones, asegurándose de que cada uno se sienta cómodo y no juzgado o incomprendido. Si en algún momento de la terapia alguno parece estar incómodo al participar, es importante parar inmediatamente y abordar esta cuestión antes de continuar.
Este tipo de tratamiento está destinado a las parejas que experimentan un malestar importante debido a su relación o también porque quieren mejorarla.
Puede llevarse a cabo de forma individual, con cada miembro de la pareja recibiendo sesiones por separado, o juntos. Si se realiza conjuntamente, ambos trabajarán en la mejora de sus habilidades de comunicación durante estas sesiones mediante ejercicios y juegos de rol diseñados por el terapeuta. De este modo, las parejas pueden aprender a entenderse mejor, lo que, con suerte, les llevará a resolver cualquier problema que hayan tenido recientemente.
También es importante asistir a terapia de pareja para poder generar un cambio en la relación. Ya sea para mejorar la conexión entre ambos, para ayudar al otro a sentirse mejor consigo mismo o para abordar cualquier problema que haya surgido. Recuerda que la terapia brinda un espacio seguro para hablar sobre temas delicados respecto a la relación, asegurando que ambas partes se sientan comprendidas en lugar de atacadas o juzgadas.
Este tipo de tratamiento también ayuda a las parejas a comprender cómo funciona el otro dentro de la relación, de modo que puedan trabajar mejor juntos para lograr objetivos que les acerquen como pareja.
A continuación te compartimos unos ejercicios que puedes hacer en casa con tu pareja. Recuerda que estos ejercicios NO sustituyen la terapia, pero puedes realizarlos para trabajar en casa. Nosotros siempre recomendamos buscar ayuda profesional, alguien que los guíe en el proceso.
Es importante escuchar a tu pareja sin distraerte. Evitar las distracciones les permitirá mantener una conversación eficaz y productiva para ambos.
Para realizar una escucha activa, haz una pregunta a tu compañero y luego escucha atentamente mientras te responde. No respondas inmediatamente, sino que toma un tiempo para pensar en lo que ha dicho antes de responder con otra pregunta o afirmación.
Reconoce y valida los sentimientos de tu pareja. Hazle saber que son importantes y dignos.
Para comprobar, una persona comparte sus pensamientos, sentimientos o necesidades empezando por "me parece". La otra persona debe reconocer el sentimiento/pensamiento diciendo algo como "sí, eso tiene sentido". En el caso contrario, puede utilizar frases de este tipo: “Entiendo que eso pueda ser cierto para ti, pero yo veo las cosas de otra manera”. Esto ayuda a aflorar las opiniones divergentes sin que se convierta en una discusión.
Una declaración de empatía es una forma de comunicar que se ha comprendido el punto de vista de la otra persona al mismo tiempo que compartes tus propios pensamientos o sentimientos sobre el asunto en cuestión. Puedes utilizar frases como "Entiendo por qué...", "Aprecio cuando...." , "Tiene sentido que... porque…”. Todos estos son ejemplos de expresiones empáticas que deberían utilizarse en las sesiones de terapia de pareja y durante las interacciones cotidianas con el otro.
Esto se hace con el fin de comprender el punto de vista de la otra persona. Es una forma sencilla pero eficaz de asegurarse de que ambas personas están en la misma página y se sienten comprendidas.
Hablar de los acontecimientos de la vida cotidiana es una parte importante de la terapia de pareja, porque les permite conectar el uno con el otro al margen de hablar de los problemas de la relación.
Hay que tener muy en cuenta que todas las terapias funcionan siempre y cuando haya voluntad y compromiso por parte de los involucrados.
También tiene relevancia el momento en el que deciden asistir a terapia: ¿Empezaron cuando las cosas ya estaban muy mal o cuando los problemas recién comenzaban? ¿Cuál es el verdadero motivo de la consulta?
Recuerda que la motivación va de la mano con el compromiso: ambos tienen que estar dispuestos a encontrar una solución y armar objetivos en común.
También depende de si hay otros problemas de salud mental. La terapia puede funcionar, pero si tienes una depresión clínica grave o un trastorno maníaco-depresivo, la terapia podría no ayudar mucho debido a su naturaleza, ya que la terapia de pareja se centra en la interacción dentro de la relación y no aborda padecimientos individuales. Lo que sí, es que en terapia de pareja se puede abordar cómo el diagnóstico de alguno de los involucrados afecta la interacción de ellos.
En la terapia individual se trabaja la raíz de la ansiedad, mientras que en la terapia de pareja se pueden buscar estrategias para evitar que la ansiedad de uno de los integrantes afecte la dinámica y/o intimidad de la relación.
Otra cosa que las parejas deben tener en cuenta es que los distintos tipos de terapia darán resultados diferentes, por lo que se requiere flexibilidad por parte de todos los implicados. Si su terapeuta les sugiere algo nuevo durante las sesiones, haz lo posible por darle una oportunidad y ver si funciona.
Recuerda que la ansiedad es sólo nuestra esencia queriendo ser escuchada, por eso es necesario prestarle atención y comenzar a trabajar cuanto antes. Si se ignora este llamado, los síntomas pueden hacerse cada vez más notorios al punto de afectar la rutina y la relación de pareja, dando como resultado la aparición de nuevos problemas que no estaban presentes en un inicio.
Se necesita valor para ir a terapia, por lo que es valioso no perder de vista la intención y meta de la terapia.
Lo principal de la terapia de pareja es que no debes esperar que el terapeuta lo arregle todo de inmediato o incluso en unas pocas sesiones. Recuerda que esto requiere tiempo y paciencia. Si te mantienes firme, lo más probable es que haya resultados positivos.
Independientemente de lo que ocurra durante la terapia individual, recuerda que mantener el apoyo de los miembros de la familia y de los seres queridos es sumamente importante durante todo el proceso.
A continuación te presentamos algunas técnicas que se llevan a cabo durante la terapia de pareja.
Asimismo, el terapeuta puede sugerir a la pareja que realice estos ejercicios para ayudar a fortalecer su relación.
Verás que la terapia de pareja es una forma estupenda de fortalecer su vínculo.
La terapia de pareja aborda a todas las parejas sin importar las preferencias sexuales o de género.
Este tipo de terapia está enfocada en fomentar y recuperar la capacidad de diálogo y entendimiento, así como en construir una sólida alianza terapéutica. También ayuda a recuperar la confianza y establecer los procesos necesarios para que el vínculo de la relación sea más fuerte y continuo. Y, como podemos notar, estas son la base de cualquier relación, sin importar las preferencias.
Así que, sea cual sea tu orientación, puedes acercarte a un profesional experto en terapia de pareja si crees que a tu relación le traería como beneficio trabajar en implementar técnicas para la resolución de conflictos, para facilitar y fortalecer la comunicación y así abrir un espacio seguro para la negociación, empatía y comprensión entre sus integrantes. Asimismo, las técnicas ayudan a romper los vicios o situaciones que propician el desarrollo y mantenimiento de una mala dinámica de pareja.
Cualquier pareja.
La terapia de pareja tiene muchos beneficios, como ayudarte a identificar patrones que pueden estar causando conflictos en tu relación o proporcionar un espacio seguro para la comunicación.
Si este post ha despertado tu interés por saber qué tipo de terapias existen, te recomendamos que visites nuestra página. También esperamos haber dado respuesta a todas las preguntas que puedas tener.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Colaboradores: Ana Paula.