La ansiedad es este estado de angustia, miedo y tensión que experimentan muchas personas de distintas edades y condiciones sociales.
Lo recomendable es encontrar un tratamiento que permita a nuestro cuerpo y a nuestra mente estar en sintonía, es decir, que complemente lo psicológico, lo físico y lo emocional. Debemos tener en cuenta que cada persona es diferente, y la forma en que uno reacciona a un tratamiento puede ser distinta a la forma en que otro lo haga. Es por eso que te recomendamos escoger la terapia, psicólogo o tratamiento que mejor se adapte a lo que tú buscas.
Estas terapias alternativas buscan que volvamos a nuestro equilibrio a través de diferentes herramientas. A continuación, te contaremos de algunas opciones que pueden funcionar para las personas con ansiedad.
La homeopatía consiste en tratamientos suaves y naturales que funcionan mediante la estimulación de los propios mecanismos internos de curación del individuo.
Esta medicina complementaria tiene su origen a finales del siglo XVIII, con Samuel Hahnemann, médico alemán preocupado porque algunos tratamientos de su época hacían sufrir a los pacientes.
Si bien la homeopatía puede utilizarse junto con otros tratamientos, una de sus ventajas es que genera menos dependencia que los medicamentos convencionales, menor riesgo de recaída debido a su uso a largo plazo y sus precios son más accesibles.
Los remedios homeopáticos se basan en el método denominado "lo que se cura con lo mismo", es decir, utilizando sustancias que producen síntomas similares en naturaleza y grado a los que experimenta la persona que busca ayuda. Cada individuo tiene características propias, es por eso que se pueden elegir diferentes remedios para tratar la misma enfermedad, o viceversa, que un mismo producto se use para problemas muy diferentes.
Los homeópatas dicen tratar a la totalidad del individuo, no sólo sus síntomas físicos.
La aromaterapia consiste en el uso de aceites derivados de plantas, los cuales suelen inhalarse o difundirse para favorecer la relajación. Esta alternativa no es una cura mágica para la ansiedad, pero puede ayudar para que te sientas más relajado y tranquilo durante un momento de estrés.
La aromaterapia también tiene propiedades analgésicas que la hacen útil para algunas personas con problemas de salud crónicos, incluidos los trastornos del sueño.
Los aceites esenciales pueden influir sobre nuestro estado emocional a través del sistema olfativo, estimulando los recuerdos relacionados con determinados olores. También pueden tener efectos antivirales y antibacterianos en algunos casos, como cuando se aplican tópicamente o se ingieren.
Algunos ejemplos de aceites esenciales son:
La acupuntura se basa en la creencia de que hay canales de energía en todo el cuerpo llamados "chi", y los desequilibrios en este flujo energético pueden causar dolor y enfermedad.
Consiste en la inserción de agujas muy finas en puntos específicos de la piel que varían según lo que se trate. Por ejemplo, el punto de presión E1, también conocido como Yin Tang, se encuentra en el punto medio entre las cejas; al hacer acupuntura o acupresión ahí, este tipo de terapia nos propone disminuir el estrés.
La acupuntura se ha utilizado durante siglos como tratamiento alternativo para los estados elevados de ansiedad gracias a su capacidad para disminuir malestares como el insomnio o los ataques de pánico.
La osteopatía se basa en la idea de que los problemas físicos suelen deberse a obstrucciones musculares y esqueléticas.
Los osteópatas utilizan la manipulación manual, el masaje, la movilización de las articulaciones con ejercicios, las técnicas de respiración, la terapia de calor, así como otros métodos de tratamiento.
El objetivo que persigue es mejorar el funcionamiento general eliminando el dolor y las molestias, para que así el proceso natural de curación del cuerpo funcione con mayor eficacia. El principio fundamental de este enfoque es que los cambios estructurales provocarán los correspondientes cambios fisiológicos, los cuales pueden conducir a una disminución de los niveles de ansiedad cuando se abordan primero y no después.
Por ejemplo, si existe una ansiedad elevada relacionada con la digestión (como el síndrome del intestino irritable), debe tratarse en su origen, en lugar de limitarse a utilizar medicamentos o suplementos sin abordar lo que puede estar originándolo realmente desde el interior.
Una “microdosis” es la dosis de una sustancia psicoactiva que es demasiado baja para producir un efecto intoxicante notable.
La microdosificación puede ayudar a las personas con ansiedad, pues mejoran el estado de ánimo, fomentan la creatividad y agudizan la concentración mental. También se sabe que reduce la sensación de depresión o aislamiento de quienes son susceptibles de padecerlos.
Anecdóticamente, las razones más comunes por las que se toman microdosis son la ansiedad, la creatividad, y la depresión.
Siempre tomando en consideración las características individuales de cada uno de nosotros, las microdosis pueden no resultar efectivas para todo el mundo, pues depende de los niveles de sensibilidad, la química corporal y otros factores, como la edad en el momento de exposición.
Por estas razones, es importante abordar el proceso lentamente, en lugar de saltar a dosis más altas de forma brusca, ya que podrías experimentar un intenso bajón posterior que sólo empeoraría tus síntomas en lugar de aliviarlos.
La reflexología se basa en la creencia de que la presión aplicada a puntos específicos de los pies, las manos o las orejas puede curar las partes correspondientes del cuerpo. Los orígenes de esta técnica curativa son difíciles de fechar y localizar, como lo son la mayoría de las técnicas ancestrales. Sin embargo, es probable que la reflexología moderna provenga de Oriente, concretamente de China, situando su origen aproximado más de cinco mil años atrás.
Esta técnica considera que las distintas partes del cuerpo están reflejadas en las plantas de los pies, por lo que al masajearlos se refleja en las demás zonas. De ahí el nombre de la terapia, pues a través de la reflexología se pueden tratar órganos y músculos, estimulando los mecanismos autocurativos de nuestro organismo.
La reflexología se utiliza para tratar los trastornos relacionados con la ansiedad, estimulando las terminaciones nerviosas de estas zonas y creando una sensación de calma mediante la presión y la estimulación.
Como cualquier otra terapia, debemos tener en cuenta que puede no funcionar para todos por igual, ya que depende en gran medida de cómo sea el "mapa energético" de cada persona...
El objetivo es fortalecer el sistema inmunitario para que la enfermedad no pueda interferir en tu salud física, lo que a su vez conducirá a una mejor estabilidad mental con el tiempo.
La musicoterapia consiste en escuchar y hacer música en un entorno agradable y rehabilitador: un terapeuta utiliza la música para ayudar a los pacientes a acceder a sus emociones, lo que puede resultar benéfico para quienes tienen ansiedad.
La musicoterapia permite a la persona explorar pensamientos y sentimientos difíciles de forma constructiva.
Se utiliza para el tratamiento de la ansiedad ayudando al paciente a encontrar un significado, un alivio o una integración mediante la escucha activa de las diferentes tonalidades de sonidos. Muchos pacientes afirman que la utilizan también como una forma de meditación.
Puede ser un tratamiento eficaz para muchos tipos de enfermedades mentales cuando se combina con otros tratamientos, como la terapia cognitivo-conductual, por ejemplo.
Las técnicas de liberación emocional (EFT por sus siglas en inglés) se refieren a un tipo de terapia desarrollada por el Dr. Gary Craig a finales de la década de 1980, y se han utilizado desde entonces como forma alternativa de tratamiento para la ansiedad.
Se basa en la idea de que las emociones negativas de los acontecimientos pasados se acumulan con el tiempo porque a menudo somos incapaces de afrontarlas de frente.
Una de las técnicas que maneja la EFT es el tapping en puntos específicos del cuerpo para ayudar a eliminar los bloqueos emocionales y, a su vez, tratar las sensaciones relacionadas con la ansiedad.
La técnica también consiste en cuestionar las creencias que causan los problemas del individuo, haciéndole pensar en un momento en el que experimentó algo positivo en lugar de negativo.
Las flores de Bach surgen gracias al médico homeópata que le dio su nombre a esta alternativa, Edward Bach, quien desarrolló una serie de 38 remedios florales que creía que podían curar los problemas emocionales de la gente.
La idea que subyace en su funcionamiento es que se basan en el principio de que un desequilibrio en nuestra salud mental y física puede atribuirse a lo que creemos sobre nosotros mismos, de modo que si uno no se siente bien emocionalmente, se refleja en el exterior.
Se toman por vía oral, y cada flor se ajusta a un estado emocional. Al tomar una flor específica para su problema, muchos pacientes dicen sentirse más relajados en general.
A continuación te contamos sobre las principales que se usan para tratar la ansiedad.
La ansiedad puede ser complicada de transitar, pues no sólo afecta en lo mental y emocional, sino también en lo físico, por lo que es importante cuidar todos estos aspectos. Una forma de hacerlo es incorporando alguno de los tratamientos alternativos que te mencionamos, el que mejor te funcione. Estas terapias pueden ser especialmente útiles y benéficas cuando se combinan con la terapia cognitivo-conductual.
Encontrar la combinación adecuada de terapias puede llevarnos un tiempo, pero vale la pena si quieres encontrar alivio a tus síntomas.
Para saber más sobre otros temas relacionados con la ansiedad, te invitamos a que visites nuestro sitio web. Ahí encontrarás información que te puede resultar útil en la búsqueda de tu bienestar.
Ten presente que todo lo que hemos compartido aquí no sustituye lo de una terapia psicológica. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional.
Fuente: https://www.desansiedad.com/podcast/terapias-alternativas-sus-beneficios-y-la-ansiedad