El mundo en el que vivimos algunas veces nos lleva a estar estresados y ansiosos gran parte del tiempo. Es muy fácil sentirse abrumado por las tensiones de la vida y asumirlas como propias. Si te sientes así, ¡puede que sea el momento de recibir psicoterapia!
La psicoterapia es una forma de asesoramiento y acompañamiento que puede ayudar a las personas a encontrar el equilibrio entre sus pensamientos y sentimientos. En esta entrada del blog, hablaremos de los beneficios de la psicoterapia y de cómo puede ayudar a tu salud mental.
Independientemente de que se haya demostrado la eficacia de ciertos tipos de terapia, la verdad es que cada persona es diferente y se adapta de distinta manera a los tratamientos. Puedes obtener mejores resultados con algunas terapias en comparación a otras dependiendo del motivo de consulta, pero la mejor para ti es la que funciona con tu personalidad y estilo de vida.
Hay muchos tipos de psicoterapia disponibles. La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser muy eficaz en aportar recursos para el manejo adecuado de la ansiedad. La TCC ayuda a las personas a reconocer patrones de pensamiento negativos para que puedan aprender a manejarlos de forma más eficaz.
Uno de los tantos recursos que utiliza la TCC es la exposición. Este tipo de tratamiento ayuda a los pacientes a enfrentarse gradualmente a sus miedos para que se sientan menos ansiosos con el tiempo.
Si hay una fobia o un miedo específico con el que estés luchando, la reestructuración cognitiva también puede resultar útil, pues se centra en cambiar la forma de pensar sobre nuestros miedos o ansiedades utilizando un enfoque gradual.
En algunos casos, las personas prefieren una forma de terapia más relajada para ayudar a afrontar su ansiedad. Por ejemplo, se ha demostrado que la meditación de atención plena (Mindfulness) reduce los síntomas de depresión y estrés en quienes la practican con regularidad. La atención plena consiste en centrarse en el aquí y el ahora, en lugar de detenerse en pensamientos o sentimientos negativos del pasado o del futuro. Este tipo de tratamiento puede ser muy eficaz para ayudar a encontrar el equilibrio interior y afrontar situaciones que pueden dar mucho miedo o se sientan amenazantes.
También existen otros tipos de terapias que utilizan técnicas de respiración para reducir el estrés y manejar la ansiedad antes de que se convierta en un ataque total. Entre ellas se encuentran el yoga, el tai chi, el qigong, la respiración diafragmática y los ejercicios de relajación muscular progresiva.
Por último, para quienes prefieren un enfoque holístico del tratamiento está la opción de la medicina homeopática. La idea que subyace a este tipo de terapia es que el consumo de sustancias preparadas de origen natural puede ayudar al cuerpo a autorregularse. No hay muchas pruebas de que esta forma de tratamiento funcione o no, pero varias personas confían en ella.
Cualquier combinación de estas terapias puede ser eficaz para tratar los trastornos de ansiedad; sin embargo, no hay una talla única para todos los tratamientos psicoterapéuticos. Puede ser necesario un poco de ensayo y error antes de encontrar la mejor solución para ti.
Lo que sí te podemos decir es que hay evidencia de que la mayor parte de los beneficios del tratamiento provienen de recibir algún tipo de terapia, sin importar mucho cuál sea, siempre y cuando hayas encontrado la que te haga sentir comprendido.
Todas las formas de terapia proporcionan una explicación a los problemas por los que podamos estar pasando.
La terapia pretende darnos un lugar seguro para expresarnos y sentir y proporciona estrategias de afrontamiento y otras habilidades que nos permitan estar en equilibrio con la ansiedad.
La terapia también nos ayuda a comprendernos, lo que permite cambiar nuestros pensamientos, emociones y comportamientos: esto incluye la forma en que vemos a los demás, así como los problemas de la vida. Estos cambios ayudan a controlar la ansiedad porque nos permiten ver las cosas de forma diferente a como las veíamos antes de la terapia.
Está ampliamente demostrado que las terapias cognitivas y conductuales son de las más apropiadas para el tratamiento de trastornos de ansiedad y depresión.
Las TCC se basan en modificar o cambiar los pensamientos que nos hacen sentirnos ansiosos o deprimidos. Estas técnicas permiten a los pacientes reflexionar acerca de su forma de pensar sobre algunos acontecimientos y así ayudarles a afrontar mejor las emociones desencadenadas por estas experiencias.
Los terapeutas cognitivo-conductuales ayudan a encontrar herramientas para afrontar sentimientos negativos provocados por determinadas situaciones y sus repercusiones adversas. Para ello utilizan procedimientos específicos como el entrenamiento de exposición, reestructuración cognitiva y ejercicios de relajación, entre otros. El objetivo es tener recursos y estrategias para reducir los miedos y las preocupaciones asociados a algunas circunstancias vitales estresantes, mediante la desensibilización gradual.
Las terapias cognitivas se basan en la creencia de que si las personas pueden cambiar sus ideas distorsionadas del mundo y de sí mismas, también pueden cambiar conductas inadecuadas y hacer sus vidas más placenteras.
Hay distintos tipos de psicoterapias disponibles para tratar de forma adecuada la ansiedad y la depresión, pero algunas formas han demostrado ser más eficaces según los estudios actuales. Estas terapias incluyen los enfoques cognitivo-conductuales, que tienen como objetivo modificar los pensamientos asociados a las emociones.
Así que, si estás viviendo con ansiedad, es importante que sepas que existen muchas opciones diferentes de tratamiento. La mejor terapia para ti puede no ser la misma que la de otra persona, por lo que necesitas encontrar la que te haga sentir mejor.
Esperamos que este artículo haya servido para arrojar algo de luz sobre un tema que a veces puede resultar desalentador o abrumador: ¡queremos que todos los que visiten nuestra página tengan la información que necesitan sobre cómo funcionan los tratamientos!
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
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Colaboradores: Pablo Aparicio y Pau Gámez.
Complementado con Jasper.