La psicoterapia es un tipo de terapia psicosocial en la que se tratan problemas o trastornos mentales y emocionales. Hay muchos tipos diferentes de psicoterapia, incluyendo la cognitivo-conductual, la psicodinámica y la psicología humanista. En esta entrada del blog, exploraremos las dudas que puedan surgir sobre los diferentes tipos de terapia disponibles.
La psicoterapia es el uso de técnicas psicológicas para ayudar a las personas a comprenderse mejor a sí mismas y a su entorno.
En la psicoterapia, los profesionales de la salud mental trabajan con sus pacientes para descubrir sentimientos y motivaciones ocultas, así como los pensamientos inconscientes que afectan su vida cotidiana. Esto puede ayudar a las personas a resolver problemas en las relaciones o en el trabajo, comprendiendo lo que puede estar causando ansiedad o trastornos del estado de ánimo, como la depresión.
El objetivo de la psicoterapia es tratar las patologías mediante el diálogo entre el terapeuta y el paciente.
Hoy en día existen muchos tipos diferentes de psicoterapia, como el psicoanálisis, la psicodinámica, la psicología humanista, la terapia cognitivo-conductual (TCC), la psicoterapia interpersonal (TPI), las terapias racionales emotivas del comportamiento (TER) y la terapia de la realidad. De algunas de ellas, te hablaremos a continuación.
La psicoterapia online o telepsicología se define como la provisión de servicios psicológicos usando tecnologías telecomunicacionales.
Esta modalidad se popularizó globalmente como consecuencia del confinamiento obligatorio y hace referencia al uso de las tecnologías de comunicación en línea con el fin de proporcionar apoyo psicológico profesional, evaluación o tratamiento a las personas.
Entre los beneficios de esta modalidad se encuentran el ahorro de tiempo al evitar los viajes a los consultorios, tanto de los terapeutas como de los pacientes. A causa de esto último, hay mayor disponibilidad de horarios para las consultas por parte de los terapeutas. Además, la gran oferta de psicólogos de diferentes ramas puede facilitar el encontrar el terapeuta que más se ajuste a las necesidades de cada uno, sin importar donde se encuentren.
También permite al paciente mantener cierto grado de anonimato, privacidad y confidencialidad. Es una opción para quienes tienen limitaciones geográficas e incluso da la oportunidad de tomar sesiones con un terapeuta de otra ciudad, lo cual permite favorecer la perspectiva multicultural.
En otras palabras, significa que puedes acceder a un terapeuta desde tu casa utilizando sólo tu computadora y una conexión a Internet, en lugar de tener que desplazarte hasta su consultorio. Por eso la telepsicología se ha hecho cada vez más popular: ¡por lo fácil que es!
Sin embargo, también hay que tomar en cuenta las dificultades que se pueden presentar. Por ejemplo, si la terapia consiste en el uso del cuerpo o el empleo de técnicas corporales, llevarla a distancia resultaría complicado. Además, una mala conexión a Internet podría interrumpir el flujo de la sesión. Pero no te desanimes por esto, mejor prueba este tipo de terapia y descubre si funciona para ti.
Es un modelo integrador terapéutico que hace hincapié en el enfoque humanista, holístico y sistémico de la terapia. Se basa en la filosofía existencial, la cual hace hincapié en conceptos existencialistas y filosóficos como la muerte, la libertad, la autenticidad, la alienación, la responsabilidad.
También se ocupa de la globalidad y considera que hay que trabajar conjunta e integralmente las diferentes áreas de la vida del individuo.
Hay énfasis en el vínculo terapéutico, en el cual debe haber aceptación incondicional positiva hacia el paciente, así como empatía y autenticidad.
Este tipo de psicoterapia se centra completamente en las experiencias reales del individuo para dar sentido a su vida a través del aquí y el ahora.
Este modelo terapéutico se centra en la persona: en la autoexploración para encontrar el propio sentido o propósito de la vida.
Esta terapia trata temas como son la depresión, ansiedad, timidez, fobias, descontrol emocional, baja autoestima, trastornos de personalidad, duelo sin resolver y conflictos interpersonales, además de ayudar a resolver los problemas de suicidio, abandono y adicción.
Es importante señalar que esta terapia tiene un enfoque no patológico, por lo que no se basa en diagnosticar o clasificar los síntomas como algo patológico o negativo, sino que se centra en comprender lo que estos síntomas significan para cada persona.
De igual manera, ayudan a cualquier persona que, sin tener ningún problema psicológico especial, desee ser más eficaz o desarrollarse personalmente, en el campo laboral y profesional, en lo familiar, o en lo educativo, así como aumentar su creatividad y, en conjunto, el crecimiento personal.
La terapia Gestalt tiene su enfoque en el momento presente, en la persona en su totalidad y su impulso a las confrontaciones frente a frente. Suele utilizarse para tratar la depresión, la ansiedad o la adicción.
Uno de sus objetivos es que las personas aprendan a responsabilizarse de su propia vida y a realizar cambios cuando sea necesario.
La terapia Gestalt trata de ayudar a que las personas alcancen sus objetivos personales fomentando el descubrimiento de nuevos significados. Se utilizan distintas técnicas para que la persona esté más consciente de sus sentimientos y conflictos, por ejemplo, la técnica de la silla vacía o el juego de roles.
En este enfoque el terapeuta ayuda al paciente a llenar los huecos de su personalidad para lograr que recupere su plenitud e integridad.
La terapia cognitivo conductual es un modelo de tratamiento de diversos trastornos mentales, como la depresión y la ansiedad.
Se basa en la teoría de que lo que pensamos afecta a cómo nos sentimos, y nuestros sentimientos afectan a nuestros comportamientos. Por eso parte de la base de que el cambio del pensamiento distorsionado conduce al cambio de la emoción y del comportamiento desadaptado.
Una de las técnicas clave utilizadas con este fin se llama "Reestructuración Cognitiva", que ayuda a las personas a identificar sus pensamientos negativos sobre sí mismas o sobre los demás, y luego les da la oportunidad de reestructurar estos pensamientos observando las pruebas de las experiencias de la vida real que confirman o rechazan el pensamiento original.
Al desafiar las afirmaciones irracionales con otras más racionales, la reestructuración cognitiva puede ayudarnos a desarrollar gradualmente una forma más sana de vernos a nosotros mismos y de experimentar emociones como la ira, la tristeza o la culpa. Este método se ha probado empíricamente mediante estudios de investigación sobre el tratamiento de la depresión que demuestran que la terapia cognitiva reduce la frecuencia e intensidad de los estados de ánimo deprimidos.
La psicoterapia cognitivo-conductual suele utilizarse en combinación con otras estrategias, como la exposición a objetos o situaciones temidas, la educación sobre los trastornos de ansiedad y la enseñanza de técnicas de relajación para controlar el estrés que los acompaña.
Se ha demostrado que es útil tratando ansiedad, depresión, trastornos de pánico, agorafobia, fobia social, bulimia, trastorno obsesivo compulsivo, trastorno de estrés postraumático, esquizofrenia, entre otros.
Las terapias conductuales son métodos terapéuticos que se basan en la creencia de que toda conducta, ya sea normal o patológica, es aprendida, por lo que su objetivo es enseñar a los pacientes nuevas formas de comportarse.
Se centran en alterar el comportamiento de una persona para mejorar su salud emocional y mental.
Desde las fobias hasta la depresión y los trastornos de ansiedad, las terapias conductuales pueden utilizarse como tratamiento eficaz para numerosas afecciones.
El objetivo principal de cualquier forma de psicoterapia debe ser siempre conseguir una mejora del bienestar mental que incluya una disminución de los síntomas de la enfermedad mental.
Existen diferentes técnicas, como la desensibilización sistémica, que se usa para disminuir el miedo y la ansiedad de una persona, enseñándole a relajarse ante las situaciones que le causaron dicho miedo y ansiedad.
Otra técnica, el contrato conductual, en la que el paciente y el terapeuta establecen metas conductuales y se acuerdan los reforzamientos o premios que la persona recibirá cuando las alcance, sirve para lograr las conductas deseadas.
Al considerar las opciones de tratamiento, es importante tener en cuenta la gravedad de tu enfermedad y el tiempo que llevas experimentando determinados síntomas. Por ejemplo, si una persona ha sufrido depresión o ansiedad durante un periodo de tiempo más largo, es probable que necesite métodos más intensivos, como la terapia cognitivo-conductual (TCC), o la combinación de distintos métodos de tratamiento, como lo sería la psicoterapia con un tratamiento farmacológico por ejemplo.
El tipo de psicoterapia adecuado para ti dependerá de tus síntomas, preferencias y objetivos.
Independientemente del estilo de terapia que elijas, el objetivo será ayudar a reducir los niveles de ansiedad para que sea más fácil volver a vivir tu día a día y alcanzar tu bienestar personal.
Si quieres más información sobre los tratamientos para la ansiedad o quieres algunos recursos gratuitos para saber más sobre cómo funciona la psicología, echa un vistazo a nuestra página web.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
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Colaboradores: Ana Pau y María Milagros.
Complementado con Jasper.