El trastorno de estrés postraumático (TEPT) es una condición de salud mental que puede desarrollarse después de la exposición a un evento traumático, y puede resultar muy debilitante. Hace que las personas se sientan aisladas, ansiosas y deprimidas. Hay muchos tratamientos disponibles, pero la terapia cognitivo conductual (TCC) ha demostrado ser eficaz para la recuperación, así que de eso te vamos a hablar en esta entrada del blog.
Los síntomas del TEPT pueden incluir escenas retrospectivas, pesadillas, pensamientos intrusivos y evitación de los desencadenantes.
Surge a partir de haber experimentado, presenciado o haber sido informado sobre situaciones caracterizadas por riesgo de muerte o integridad. Estas situaciones pueden incluir:
A partir de dicho acontecimiento la persona recuerda reiteradamente el suceso a través de sueños, pensamientos involuntarios o imágenes, a pesar de sus intentos por olvidar lo sucedido.
Para desarrollar TEPT es necesario que la persona:
a) Haya estado expuesta al acontecimiento, ya sea que lo haya sufrido directamente o que haya sido testigo de él.
b) Haya sentido temor, indefensión u horror muy intensos.
No todos los que atraviesan una situación violenta lo desarrollan. Pero cabe mencionar que el TEPT es más frecuente en las mujeres.
Aquellos que resultan afectados viven ese evento como punto de inflexión en sus vidas, lo que provoca cambios en su personalidad, su estado de ánimo y sus relaciones sociales, ya que tienen dificultad para olvidar la experiencia traumática a pesar de sus esfuerzos y sienten que los recuerdos les impiden continuar su vida con normalidad.
No todos los que desarrollan este cuadro tendrán los mismo síntomas. Sin embargo, hay algunos que se observan habitualmente y que vamos a dividir en tres categorías.
En muchas ocasiones, quien vivió un acontecimiento traumático siente culpa y vergüenza por lo ocurrido, pensando que deberían haber podido hacer algo para evitarlo. Es importante saber que esos sentimientos son parte del cuadro y hay que trabajarlo.
También es necesario mencionar que el TEPT puede provocar síntomas físicos como dolores de cabeza, náuseas, dolor en el pecho y respiración acelerada. Y esto está dentro de lo normal del cuadro.
Si bien hay ciertos eventos que pueden desencadenar TEPT, actualmente se considera que éste no se debe a una única causa. Más bien, es probable que una combinación de factores biológicos y psicológicos, así como las experiencias vividas (teniendo en cuenta el contexto familiar, cultural y social), contribuya al desarrollo del trastorno.
Aquí cabe mencionar unos datos importantes:
Se considera que entre el 60 y el 90 % de la población es expuesta a un trauma a lo largo de la vida. Pero la probabilidad de desarrollar TEPT es de aproximadamente 8 %. Así que no sólo la exposición al trauma basta, sino que se deben producir cambios psicológicos y biológicos importantes.
Es frecuente y normal que luego de vivenciar un acontecimiento traumático aparezcan algunos de los síntomas descritos anteriormente. No obstante, es esperable que, con el transcurso de los días, se tornen cada vez menos frecuentes o intensos.
En caso de que persistan o empeoren después de un mes, es importante buscar ayuda de un profesional para realizar el diagnóstico.
En algunos casos, los síntomas aparecen luego de varios meses o años de ocurrido el evento, en general a partir de algún otro acontecimiento que es vivido con temor. Esto sería conocido como Trastorno por Estrés Postraumático de inicio tardío, que suele aparecer en personas que ya tenían algunos síntomas pero no presentaban aún el trastorno en su totalidad. No hay de que asustarse. Este diagnóstico tiene buen pronóstico: altas oportunidades de mejorar y recuperarse si se lleva el tratamiento adecuado.
Es importante recordar que la experiencia de cada persona con el TEPT es diferente y que no hay una forma "correcta" o "incorrecta" de sentirse. Lo esencial es que busques la ayuda necesaria.
Hay muchos tratamientos disponibles para quienes tienen Trastorno de Estrés Postraumático. Entre ellos es muy común la medicación, terapia y grupos de autoayuda. Sin embargo, el más estudiado y eficaz es la terapia cognitivo-conductual, que promueve de forma estructurada el procesamiento emocional y la elaboración de los recuerdos de la situación traumática, a la vez que trabaja sobre la recuperación de la autoestima y la confianza.
El terapeuta trabaja con el paciente para identificar qué desencadena los síntomas, cómo afrontarlos cuando se producen y cómo evitar que vuelvan a ocurrir en el futuro.
El objetivo no es sólo disminuir o eliminar los síntomas, sino también manejar el estrés y las emociones difíciles para así mejorar la calidad de vida en todos los ámbitos: personal, profesional, social.
El TEPT puede tratarse con éxito y la gente se recupera. Así que no dudes en buscar ayuda. Recuerda que no estás solo.
El TEPT puede tener un fuerte impacto en la vida de las personas. Por eso es importante conocer y entender los signos y síntomas, para que así se busque la ayuda necesaria y se empiece la recuperación.
Si tú o alguien que conoces está viviendo con TEPT, no duden en buscar ayuda de un profesional de la salud mental. ¡Aquí estamos para ti!
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Colaboradores: Lucía Vaccarezza.