Una de las formas más poderosas de cambiar tu vida es cambiando lo que te dices a ti mismo sobre ella. En este post vamos a hablar sobre las afirmaciones positivas y cómo se pueden utilizar para una variedad de propósitos. También explicaremos la mejor manera de escribir estas afirmaciones para que tengan el máximo efecto posible en nuestra mentalidad.
Los psicólogos han demostrado una y otra vez que la autoafirmación positiva es una de las formas más eficaces de cambiar nuestros pensamientos, porque cuando decimos algo en voz alta o lo pensamos internamente con intenciones positivas, este mensaje llega más profundamente a nuestro subconsciente y cambia nuestros pensamientos y sentimientos, redireccionando nuestras acciones para alcanzar aquello que queremos lograr.
Las afirmaciones positivas son aquellas frases que nos repetimos a nosotros mismos, ya sea en voz alta, en voz baja o sólo dentro de nuestra cabeza, para cambiar la forma en que pensamos, automotivarnos para lograr algo que queremos alcanzar, e incluso para crear vínculos más sanos con aquello que no nos gusta de nosotros mismos.
Algunas personas las llaman "autoconversación positiva". Pues se refiere a este diálogo que tenemos con nosotros mismos, generando una sensación de acompañamiento amable y optimista, como si lleváramos un entrenador al lado que nos alienta en el camino.
Las frases que acompañan este diálogo o autoconversación deben reflejar y afirmar lo que sí quieres y necesitas sentir, lo que anhelas de verdad. Es decir, todo aquello que deseamos decretar y concretar en nuestras vidas debe estar plasmado en las afirmaciones que hagamos.
Sí, sabemos que todos experimentamos pensamientos negativos de vez en cuando, pero no siempre son necesarios y pueden sustituirse por algo más útil.
Las afirmaciones positivas nos ayudan a hacerlo cambiando nuestro enfoque hacia un pensamiento positivo, ¡para que no tengamos tantos negativos!
Uno de los errores más comunes que cometemos al crear una afirmación es hacerlas demasiado increíbles o demasiado positivas. Y al ser incongruentes con nuestras creencias, obtenemos como resultado la inefectividad. Algunas de estas frases serían: “Todo es perfecto, soy una persona fantástica, la vida es maravillosa.”
La mejor manera para escribir afirmaciones positivas es partir de nuestra realidad tal y como es y pensar en aquello que creemos como un hecho posible, siempre dándole un enfoque positivo.
Si te es difícil creer al 100 % lo que estás afirmando, puedes empezar con frases de apoyo como “estoy en el camino de alcanzar más tranquilidad en mi vida”, “me emociona pensar que estoy dando pasos para lograrlo”, “estoy en el proceso”...
Tomemos en cuenta lo siguiente: las afirmaciones positivas se formulan en primera persona, utilizando el tiempo presente, usando un lenguaje positivo y afirmativo, es decir, como si ya estuvieran ocurriendo. Recuerda: son declaraciones.
Puedes empezar, por ejemplo, con “soy”, “tengo”, ”estoy”, “puedo”, “me permito”, “elijo”..
Teniendo en cuenta lo anterior, te proponemos los siguientes pasos:
Por ejemplo: “mis piernas son feas”, “la vida es injusta”, “soy muy torpe en eso”, “me angustia sentirme así” “soy ansioso”, “la gente no me comprende”, “siempre estoy pensando lo peor”.
Por ejemplo: “mis piernas son bonitas porque me permiten caminar, bailar, disfrutar la vida”; “la vida es tal cual es, porque a partir de lo que me sucede puedo aprender”; “tengo todo lo que necesito para disfrutar, aquí y ahora”; “estoy aprendiendo a ser más eficiente en… ”, “estoy en el proceso de sentirme más tranquilo”; “estoy en el camino de aceptar mejor los errores de los otros”, “me rodeo de gente que me quiere y me valora”, “estoy creando nuevos pensamientos que me invaden y satisfacen”.
El objetivo es encontrar afirmaciones positivas en las que quieras creer, a partir de cosas que sí desees experimentar. Sabemos que puede sonar difícil al principio, porque todos pensamos de forma negativa de vez en cuando, pero sigue intentándolo. Al final te sentirás mejor, ¡confía en nosotros!
Algunas personas optan por decir las afirmaciones en voz alta, mientras que otras prefieren la privacidad de su propia mente. Cualquiera de las dos formas está bien, siempre que te comprometas a hacerlo cada día.
Sin embargo, estaría bien que intentaras hacerlo algunas veces en voz alta y ver cómo te sientes. Podríamos decir que al repetirlas hacia el exterior son aun más poderosas, pues esto ayuda a que la información llegue mucho más rápido a tu subconsciente que si sólo la piensas. También repítelas por lo menos unas tres veces, para que poco a poco se vuelvan mucho más creíbles para ti.
Sin importar la opción hacia la que te inclines, es importante que creas y sientas que lo que estás diciendo es verdad. Cada palabra debe tomar sentido en tu mente y en tu cuerpo. Al tiempo que lo dices, visualiza en tu interior los efectos de aquello que estás afirmando y actúa en función a ello.
El punto de todo esto es que te “reprogrames” a una nueva verdad, la cual se irá convirtiendo en realidad con el paso del tiempo. Por eso, la clave está en creértelo, pues de nada serviría decir "mi cuerpo está sano y fuerte", y minutos después maltratarlo, comer alimentos de poca calidad y criticar cada cosa que sentimos de él.
Para que las afirmaciones funcionen, se necesitan convertir en un lineamiento de conducta para tu vida, para que realmente eso que estás diciendo lo conviertas en realidad.
Finalmente, es muy importante que abras tu percepción para descubrir y aceptar que tu afirmación es verdad, pues recuerda que tenemos sesgos de atención que nos confirman las mentiras, así es que ahora se trata de darle valor a la información positiva que viene tanto de tu interior como de tu exterior.
La idea es que cuando digas la afirmación, la repitas cuantas veces sean necesarias hasta que sientas que esa información es verdad en tu interior. No sirve nada más decirla, el poder real de las afirmaciones está en el sentir, pues cuando lo sientes de verdad eres capaz de empezar a generarlo por ti mismo.
Creer es crear, es decir, con tus pensamientos creas tu realidad. Lo que se necesita es la pasión, el sentir, la certeza interior en todos los sentidos: mente, cuerpo y acción, que, unidos bajo una misma intención, empiezan a colaborar para crear la realidad que sí quieres vivir.
Por eso empieza por tener claro en tu mente qué es lo que quieres generar. Después, siéntelo como una verdad en tu cuerpo, en tus emociones. Finalmente, pasa a la acción: abriendo tu percepción y al mismo tiempo confirmando que esa afirmación es verdad, o, al menos, que cada día lo es más.
Sí es importante que repitas las afirmaciones hasta que dejes de dudar de ellas o hasta que sientas que son verdad para ti, pero a la par, es necesario que hagas un trabajo cognitivo de desmentir la información contraria a esa afirmación.
Por ejemplo, si tu afirmación es “Atraigo el amor a mi vida”, necesitas identificar cuáles son tus creencias profundas que van en contra de esa información, las cuales podrían ser, por ejemplo, “no soy capaz de amar, no soy digna de recibir amor”. Y entonces ha llegado el momento de desmentir y debatir esas creencias. Al hacer esto, la repetición cada vez toma más fuerza y tu afirmación cada vez se convierte más en tu realidad.
Es importante que recuerdes que no es magia. No va a funcionar si decimos las afirmaciones como si fuéramos un loro, hablando por hablar. Y tampoco funciona hacerlas de aquello que no quieres sentir, por ejemplo:
Ya que, en estos casos, tan sólo estarías reforzando el malestar y tu atención estaría puesta en lo que no quieres experimentar, contrario al objetivo principal, que es abrir tu atención y percepción hacia lo que sí quieres vivir.
Una vez que descubras cuáles son las afirmaciones positivas que te quieres decir a ti mismo, busca información, terapias, talleres y libros que te ayuden a seguir generando eso para ti.
Es sumamente importante recordar que, si bien las afirmaciones positivas son un gran método para cambiar nuestro chip mental, no sustituyen a la ayuda profesional o al tratamiento médico.
El poder de las afirmaciones es que ayudan a cambiar la forma en que percibimos la realidad y nos permiten mejorar gradualmente aquellos aspectos de nuestra vida en los que queremos trabajar. Siempre teniendo en cuenta que no es magia, sino una reprogramación neurolingüística que tiene el poder de enviar determinados mensajes desde nuestro cuerpo para que empiecen a producirse los cambios que deseamos.
Ten presente que toda la información que aquí te compartimos, así como los ejercicios que te recomendamos hacer, no sustituyen lo que es una terapia psicológica. Te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Conoce sobre las siguientes afirmaciones:
De igual manera, si quieres saber ahora sobre las afirmaciones positivas para la ansiedad, ¡visita nuestra página!
Fuente: https://www.desansiedad.com/blog/como-decir-afirmaciones-positivas
Colaboradores: Paulina Gámez, Mary Florez, Katia Alanis, Anel de León.
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