¿Has escuchado esas historias en las que algo que parecía ser el peor defecto de un niño se convirtió en su mayor ventaja cuando creció? Probablemente tú también lo viviste porque esto es bastante común. Se califica negativamente un rasgo que puede ser visto de una manera completamente diferente y ventajosa para el niño.
Te invito a validar en positivo los rasgos de tus hijos, imaginarlos como un superpoder, que si aprende a gestionar, le sacará mucho provecho.
Cuando era chica me decían que era muy sensible y que me preocupaba demasiado por los demás. Al escucharlo parecía que era un defecto, algo que debería cambiar. Sin embargo, al crecer me di cuenta de que es una cualidad que me da ventajas para hacer el trabajo que me apasiona, entre otras cosas. Si en lugar de escuchar: eres preocupona, hubiera escuchado eres empática, hubieran sentido que ese rasgo era algo de valor y que tal vez tendría que aprender a usarlo adecuadamente para sacarle el mejor provecho, pero definitivamente no un defecto.
La invitación es a que valides en positivo los rasgos de tu hijo, o de lo contrario se sentirá criticado y enjuiciado. Por ejemplo puedes usar:
Hacer esto no solo es bueno para el niño, sino que a tí te ayudará a verlo con otros ojos. Con una mirada más empática y novedosa, y desde ahí podrás ayudarle a gestionar ese superpoder.Y si necesitas darle sugerencias, correcciones, instrucciones y consejos le será más fácil asimilarlos y sentirá que recibe información que le suma a lo que ya es, y no que le resten a su sensación de valía.
Por ejemplo: “hijo, eres creativo y está padrísimo, en este momento necesitamos hablar con la verdad, porque es un tema serio”, “Hijo sé que te gusta luchar por lo que es importante para ti, y eso está genial lo valoro mucho. En este momento, eso que quieres no puede ser, no hay helado. Sé que te cuesta trabajo aceptar que las cosas son así. Está bien que muestres tu enojo. Se vale.”
Otra cosa, te sugiero si necesitas hacer una corrección después de que tu hijo tuvo una conducta que no fue segura o amable, seas cuidadoso de calificar la conducta y no a tu hijo. Por ejemplo: hijo pegar es agresivo, lastima a tu hermana, puedes pedirle que te regrese su juguete usando palabras. o hijo, quedarte callado cuando alguien te molesta no es amable ni seguro para ti, puedes buscar a un adulto para pedir ayuda.
Como ves lo que describo es la conducta y no al niño y le doy una opción que le ayude a resolver su necesidad.