Sentir es el camino para salir de la sobre racionalización que nos sigue metiendo en el ciclo vicioso de la ansiedad.
Es así que lógicamente cuando estamos sintiendo algo desagradable, algo que llama nuestra atención en nuestro cuerpo, vamos a recurrir a nuestra mente para entender lo que nos está pasando, y resulta que en nuestra mente tenemos información limitada y sesgada de lo que significan ciertas sensaciones.
Por ejemplo, taquicardia significa que algo no está bien con tu corazón... siendo que también significa que estás enamorado o emocionado por algo. Pero lógicamente, cuando tenemos ansiedad, tenemos activada la alerta desde nuestro cerebro, y buscaremos la explicación más peligrosa de cada cosa que sentimos, "para estar preparados", y poder sobrevivir.
Aquí el truco está en saber que una vez que ya identificaste que lo que sientes es ansiedad, entonces, saber que el camino para sentirte mejor en esos momentos de sensaciones físicas, es bajar de la mente al cuerpo, sentir, estar en las sensaciones, y permitir que el cuerpo se vaya equilibrando... puedes ayudarle, claro, con respiraciones, con una actitud de confiar y de permitir...
Claro que para esto hay que activar la valentía, cosa que a veces no se encuentra fácil.
Interpretar lo que sientes es estar ahí, sintiendo algo... con tu mente a todo lo que da, tratando de entender, de encontrar explicación, buscando en Google, preguntando en tus grupos de apoyo, buscando en wikipedia... etcétera.
Interpretar es buscar información en tu enciclopedia interna de información, y experimentar desesperación por no encontrar la respuesta.
Es sentirte realmente seguro y confiado de que lo que estás pensando es una realidad, en lugar de verlo como una interpretación o un pensamiento. (Es normal que te suceda esto).
Como sabes, normalmente explico que no siempre lo que pensamos es verdad, por más que creas que lo que estás pensando es verdad... si te hace sentir mal, si no te ayuda, si no te lleva a ningún lado, es probable que sea una interpretación de la realidad equivocada.
Puedes estar en la realidad, pero haciendo una descripción de la misma, en lugar de activar la interpretación. La diferencia entre una descripción y una interpretación, es que la primera va de acuerdo a la realidad, y la segunda a veces cae en juicios, información equivocada o aprendizajes del pasado que ya no aplican para el presente.
Así es que sentir sin interpretación significa que más que pensar sobre lo que estás sintiendo, estás ahí, sintiendo lo que estás sintiendo. Esto va a generar que tu propio cuerpo te demuestre que puede equilibrarse por sí mismo, y entonces irás confirmando que no tenías que salir corriendo al hospital... que tu cuerpo sabía lo que estaba haciendo.
Al aumentar la confianza en tu cuerpo, serás más libre y te irás sintiendo mejor pues apagarás la alerta de "en cualquier momento me puedo sentir mal y no sé qué hacer".
Así es que ya sabes qué hacer, sentir.
Lógicamente si en algún momento tuviste un momento de sentir mucho miedo, a la par de sentir muchas sensaciones físicas... pues se genera un miedo a sentir. Igualmente, si cuando eras pequeño viviste situaciones muy estresantes donde tu cuerpo se sentía mal, aprendiste a desconectarte del cuerpo para hacerle frente a esas situaciones estresantes, así es que volver a sentir implica de cierta forma revivir esas situaciones de las que ya no quieres acordarte.
Lo importante es que puedes aprender a sentir de nuevo, reconociendo que ya no estás en esa situación del pasado que te generaba sensaciones desagradables. Y que precisamente esto te puede ayudar a recuperar tu equilibrio en tu sistema nervioso y sanar las heridas del pasado.
El círculo vicioso de la ansiedad es el que nos sumerge en el miedo a las sensaciones y el miedo a los pensamientos, pero ese miedo, si te fijas... normalmente está conformado por una interpretación y por más pensamientos. Asi es que sentir es un camino que nos puede sacar de este círculo vicioso, y empezar a ubicar en la realidad.
Cuando llegues al término de lo que deseas saber, estarás en el comienzo de lo que deseas sentir. Gibran Jalil
Así es que cómo lo vamos a hacer... primero que nada hay que:
Saber que por sentir no estarás en peligro, sentir no es peligroso, ese momento en el que estás sintiendo algo desagradable en tu cuerpo, es un momento sí, muy desagradable... pero no peligroso.
Puedes empezar por sentir por unos segundos, quizás vas contando en tu mente hasta diez, mientras que cierras tus ojos y te permites sentir lo que está pasando en tu cuerpo. Mientras más practiques y tomes confianza, podrás ir ampliando este sentir en tiempo.
Intenta practicar esto cuando las sensaciones en tu cuerpo son pequeñas o no tan desagradables, en momentos donde te encuentras tranquilo, ya que es una habilidad interna que requiere práctica.
Ayuda mucho describir, sin juicios, como si estuvieras diciéndole a una persona que no tiene idea de cómo se sienten las cosas... no cómo si quisieras demostrar lo mal que te sientes, sino como si quisieras realmente dar a entender lo que estás sintiendo.
A veces pasa que al llevarle atención a lo que sientes empiezan a aumentar de intensidad... y entonces claro te da miedo, pero lo que pasa es que es lógico que al poner atención nada más algo empezarás a sentirlo tal y como es, no significa que aumentó de intensidad, intenso ya estaba, nada más que ahora te das cuenta.
Así es que de nuevo... es no agregarle interpretación, y estar ahí, esperando mientras sientes... mientras que sueltas tu cuerpo... mientras que vas descubriendo con curiosidad lo que sucede en tu cuerpo, haciendo a un lado la mente.
Te platico que este camino de sentir a veces no es tan sencillo... a veces puedes sentirte frustrado, enojado porque no puedes o porque aumentan las sensaciones... es por eso que todo el primer paso de Dale alas a la ansiedad te guío más de cerca para lograrlo. Te invito a conocer más del programa en línea y aprender a sentir de nuevo para poder perderle el miedo a la ansiedad y apagar la alerta.
Revisa la información del programa aquí.
Sentir es lo que nos hace humanos, al igual que pensar y razonar, lo importante es tener un equilibrio entre ambos.