Si presentas tensión constantemente en tu cuerpo, esto puede ser de gran ayuda para reducir la tensión en tu cuerpo.
Nuestro cuerpo es infinitamente sabio e inteligente, realmente está ahí para servirnos, para ayudarnos en este asunto de vivir, para hacernos la vida más fácil.
El cuerpo no es nuestro enemigo en ningún sentido, al contrario, es nuestro mejor amigo que soporta todas las negligencias que tenemos con él, la falta de atención, la explotación, el maltrato e inclusive, el abuso que podemos en algún momento generarle.
El cuerpo es un comunicador experto de nuestras emociones y un termómetro exacto del ambiente emocional en el que estés. Es también una alarma precisa de cuando tú percibes que estás en riesgo o en peligro, y es el mejor agente de seguridad que puedes contratar pues es capaz de activar en un micro segundo todas las estrategias necesarias para hacerle frente a ese riesgo y mantenerte con vida. (atacar o salir corriendo).
Por otro lado, es nuestro cuerpo, desde nuestra piel hasta nuestros órganos internos, el que nos permite conocer y experimentar la vida en todos sus sentidos, relacionarnos con los demás y con la naturaleza misma.
En la sociedad le hemos perdido el respeto a nuestro cuerpo, y hemos perdido de vista lo valioso de toda la información que nos puede proveer, principalmente sobre lo que está pasando dentro de nosotros mismos.
Porque quiere protegerte de tu propio descuido, y lo hace mandándote el mensaje físico de que en algo te estás estresando de más, que llevas mucho tiempo pensando en el pasado o futuro, que no has procesado o sacado tus enojos, que te estás descuidando en alguna manera, que no le has dado a tu cuerpo lo que necesita en términos de descanso, etc.
Básicamente lo que quiere decirte es que no te estás poniendo atención a ti mismo y es momento de hacerlo.
La tensión se aumenta, cuando pasas por alto las pequeñas mini tensiones o incomodidades, y sigues haciendo lo mismo que lo genera, pasa el tiempo y llega un momento en que el dolor es tan fuerte que tienes que acudir a ayuda profesional.
Aquí te van ejemplos prácticos:
Si tu interior hay preocupaciones, habrá tensión. Si hay enojos, habrá tensión. Si hay poco cuidado a tí mismo, habrá tensión. Si postergas el solucionar lo que te preocupa, habrá tensión. Y así sucesivamente, mientras más le agregues, más tensión habrá y esa es la causa real del desajuste y desequilibrio que más adelante ocasiona enfermedades y demás dolencias.
Si has estado por mucho tiempo en momentos de tensión prolongada, es importante que le des a tu cuerpo sesiones de relajación continuas para restablecer el equilibrio natural de tu cuerpo. Pues tu cuerpo tiene memoria, y a pesar de que desaparezca lo que te estresa o genera peligro, mantiene ese estado de alerta y de tensión, a menos de que te dediques a relajarlo conscientemente.