¿Te sientes mal por cómo te sientes? Recupera tu capacidad de sentirte mejor.
No en balde este dicho existe, como seres humanos tenemos la tendencia de agrandar las situaciones y aumentar su proporción, y en la ansiedad, esto sucede al triple.
La ansiedad llena tu mente de pensamientos negativos y derrotistas, haciéndote ver simplemente lo mal que te hace sentirte así, y la conclusión, es que aumentas el dolor.
Al quejarte de tu dolor, querer quitarlo, desafanarte de él a como de lugar, hace que éste aumente y se convierta en sufrimiento. Te sientes mal porque te sientes mal, sufres porque sufres, te duele que te duela.
Hacer eso es echarle más leña al fuego, si en realidad quieres apagarlo, tienes dos opciones: dejar que se consuma solito o echarle agua.
La leña son tus pensamientos y lo que te dices a ti mismo sobre cómo te sientes. Identifica si lo que piensas y lo que te dices te ayuda o aumenta el sufrimiento, si no ayuda, simplemente haz un alto cuando te caches diciéndolo o pensándolo.
Recuerda que la ansiedad en tu cuerpo es igual que un volcán haciendo explosión, ya hay fuego dentro de ti que quiere salir, déjalo salir libremente, porque si lo quieres reprimir o negar, aumentarás la tensión.
Definitivamente tu dolor y tu sufrimiento disminuirán drásticamente cuando aceptes tu situación tal y como es. Acepta que en éste momento de tu vida te sientes totalmente fuera de ti, perdido, miedoso e intranquilo. Acepta que así es la realidad en este momento, y en cuanto lo hagas de corazón y profundidad, el sufrimiento empezará a disminuir pues ya no estarás desesperado por sentirte mejor.
No puedes esperar que después de años de vivir estresado y angustiado, en una semana se te quite la ansiedad, eso solamente la aumentará.
Necesitas darte por lo menos 1 año de trabajar contigo mismo, evolucionar tu manera de pensar, cambiar actitudes y recuperar tu esencia para que recuperes con eso tu equilibrio.
El proceso de la ansiedad es que llega a revolucionar tu vida, a mejorarla y a llevarte a un mejor lugar, siempre y cuando la dejes estar, le des la bienvenida, la escuches, interiorices lo que está pasando y dejes de luchar con ella.
Créeme, en verdad créeme, sé lo desesperante que es que de un día para el otro te sientes inutilizado y sin poder sentirte en tu centro y tranquilo, se que te sientes en una cárcel o en la peor de las pesadillas, pero hasta que yo me rendí ante este estado, y acepté y aflojé… hasta que dejé de luchar contra eso que me estaba pasando, fue que pude empezar a ver la luz al final del camino que me regresaría a mi esencia y paz interior.
Cuando te abandonas al proceso de la ansiedad y te rindes ante ella, empiezan a suceder cosas dentro de ti que remueven todas tus creencias y tu estilo de vida.
Definitivamente si la ansiedad llegó a tu vida, no querrás regresar a ser la misma o el mismo de antes, pues tu manera de pensar y actuar es lo que te está generando precisamente esta ansiedad. Realmente necesitas hacer cambios profundos en ti mismo, como dejar de querer complacer a los demás, hacer lo que te apasiona, dejar de dramatizar o de tomarte las cosas de manera personal, tomar responsabilidad sobre tu vida y ser libre.
Cuando logres todo eso, te sorprenderás de que la vida vale aún más la pena ser vivida, y que tú estás conformado de muchas más cosas maravillosas que desconocías.
Esfuerzo y paciencia son dos de las virtudes que la ansiedad nos viene a pedir que trabajemos. La personalidad que tiende a la ansiedad quiere resultados ya, inmediatamente y con poco esfuerzo. ¿A poco no sueles ser así?
Bueno, pues la ansiedad te está viniendo a decir que existe un camino mejor, en el que con esfuerzo y paciencia obtendrás y conseguirás todos tus sueños, y que sí se pueden obtener.
No porque ya haces tu mejor esfuerzo significa que verás resultados inmediatamente, se requiere de paciencia para que internamente tu cuerpo vuelva a segregar las hormonas necesarias para sentirte bien, se requiere de paciencia para que las piezas en tu vida se reacomoden de tal manera que te sientas a gusto.
Disculpa por la regañada, se que no es fácil lo que pido, pero basta con que tengas la intención para hacerlo, yo que ya pasé por eso, te puedo decir que es el primer paso para tu recuperación.