En momentos de paz e inclusive de felicidad, de repente me acordaba de la ansiedad... y regresaba.
No es que quieras hacerte daño, no es que te guste hacerte sentir mal o que no puedas dejar ir la ansiedad, sino que has generado una relación de cierta codependencia con ella, junto con que además se genera cierto trauma, acompañado de memoria física, emocional y mental que hacen que evoquemos fácilmente a la ansiedad. También existe la parte en la que nos identificamos con la ansiedad y creemos que es un rasgo personal que inclusive nos da definición o identidad, y en esta parte sí es importante que revises si es que experimentar ansiedad te ayuda de algo o te funciona para conseguir algo, simplemente para descargar las posibles ganancias secundarias de la ansiedad.
También pasa por el increíble fenómeno de aprendizaje por asociación, en el que si viviste ansiedad elevada en ciertos lugares, haciendo ciertas actividades o cerca de ciertas personas, entonces, al volver a repetir esas situaciones, la ansiedad se reactiva como una memoria. Si sientes que te pasa en estas situaciones te recomiendo escuchar este audio sobre cómo romper las asociaciones con la ansiedad.
Además te platico que esto es algo que veo frecuentemente en las personas que ya están en las últimas etapas de la ansiedad, por lo que has de saber que es normal y que además, es buena señal.
El culparte y regañarte por hacer esto no te ayuda de nada, no es que quieras sabotearte, yo realmente no creo que eso exista, siempre hay una necesidad o miedo detrás de lo que hacemos. Quizás también te da miedo dejar ir la ansiedad porque implica que vuelves a vivir y a abrirte a la vida.. quizás te da miedo dejarla ir porque ahora no sabrás en qué preocuparte, no sé… pero siempre hay razones, no haces las cosas nada más por “molestarte”. Y es por eso que también tengo un audio sobre cómo lidiar con el autosabotaje y la culpa.
Creo que este fenómeno nos demuestra precisamente cómo es un aspecto mental el que puede hacernos sentir mal, de un momento al otro, pero por lo mismo, hemos de reconocer que con nuestra misma mente podemos trascender esta etapa. ¿Cómo? riéndote de ti mismo, asombrándote de tu poder para generarte las cosas y activando el dejar pasar y relajar.
Es como asombrarte de que eres capaz de reactivar algo tan desagradable solamente por recordarlo, y al mismo tiempo, activar el “no porque se activó significa que tiene que amargarme el día completo”. Con esto me refiero a que comprendas y aceptas “ok, lo reactivé o se reactivó”, así es, no hay más por hacer, más que dejarlo pasar. No tienes que reaccionar ni hacer un gran escándalo al respecto (escándalo interno claro), sino simplemente reconocerlo y dejarlo pasar.
En esta etapa es importante seguir practicando el regresar la atención al presente, y claro, que tu presente contenga aspectos que te sean agradables. Que haya algo a tu alrededor a lo que te guste poner atención, que de cierta forma te guste lo que hagas, que estés en lugares que te gusten también… y aunque estés en medio del tráfico, pues entonces lidiar con las emociones que eso te genera y poner atención a lo que te rodea como si fuera la primera vez que estás ahí.
En caso de que lleves más de un mes con una vida tranquila y sin ansiedad pero reactivándola cuando piensas en ella… entonces quizás valga la pena que hagas un trabajo de sanar el estrés postraumático. Ya que a veces el mismo hecho de tener ansiedad nos puede generar un pequeño o gran trauma y hay que trabajarlo, escribir sobre lo que pasó, para poder dejarlo ir. En este audio te platico cómo hacer ese trabajo, vale mucho la pena.
Si te soy muy honesta, no recuerdo realmente algo en específico que hice para que me dejara de suceder esto, más bien lo dejé pasar al mismo tiempo que empecé a hacer cosas que disfrutaba de verdad, fue como que la ansiedad se terminó de ir cuando la remplacé por la emoción de vivir mi vida y ser yo misma, así es que desde mi experiencia, eso ayuda mucho para realmente dejarla atrás. Y sí, después de un tiempo… se vive como si hubiera sido un sueño, (un sueño raro) que cambió tu vida pero que ya no estás en él.
Creo que mejor ya no sigo, pues te he dejado muchos audios por escuchar. Y recuerda el ejercicio que les dejo en el paso 5 de Dale alas a la ansiedad, hay que llevar una vida que nos gusta para poder decirle a la ansiedad “gracias, ya te puedes retirar”.