Existen ciertas dinámicas propias de la ansiedad que si las conoces y aprendes a reconocerlas, tendrás bastante más herramientas para que no te tome por sorpresa y saber qué hacer cuando aparece.
Las siguientes son ciertas dinámicas de cómo funciona la ansiedad, espero que conociéndolas te sea mucho más fácil no caer en ella cuando aparece.
Precisamente cuando más convencido te sientas de que estás en peligro, más seguro puedes estar de que lo que estás experimentando es ansiedad. Esa es la forma de desmantelarla, de descubrirla, justamente en el momento que estás convencido de que algo malo está pasando o por pasar.
Cuando estamos en medio de la alerta de la ansiedad, y traemos cuerpos y mentes acostumbrados a protegerse para no sufrir o salir lastimado, te costará trabajo relajar y descansar. Entonces, si te vas a sentar a ver una serie de televisión y te invade la culpa, o si estás acostado en tu cama y empiezas a sentirte incómodo, recuerda en ese momento que la ansiedad no te está permitiendo descansar, y persiste, sigue descansando hasta que se acostumbre a ver que no estás en peligro.
Realmente lo que se acumula es la tensión y el estrés, y normalmente no te das cuenta en qué momento lo acumulas, en los momentos que tienes estrés simpleente sigues adelante, sobrevives, estás enfocado en aquello que te estresa y no percibes el desgaste físico hasta que ese factor estresante se termina y entonces sí, vienen las senasciones. Por lo que si de repente empiezas a sentirte mal, y resulta que es después de una época de mucho estrés o de que terminó alguna etapa en tu vida o es el día siguiente de tu boda o algo por el estilo, entonces, sabrás que es por la ansiedad.
De nuevo, no es tanto la ansiedad, sino el estrés. Cuando haces algún cambio en tu vida, como de ciudad, de pareja, de alimentación e inclusive de status profesional, entrarás en una etapa de adaptación, y eso generará tensión, lo cual generará estrés, y si te asustas o quieres controlar ese estrés, entonces puede evolucionar en ansiedad.
Cuando te empieces a sentir mal, date cuenta que probablemente en ese momento te estás exigiendo a ti mismo sentirte diferente, exigiéndole a la realidad ser diferente, e inclusive, a los demás. Son momentos donde estás en conflicto con la realidad del momento presente, y la solución está en ver el momento presente y aceptar lo que está sucediendo, reconocer, que por pelearte con lo que es, no lo vas a cambiar, nada más te vas a tensar.
Miedo a enfermar, miedo a que te pase algo malo, incapacidad de disfrutar, angustia, hormigueo, mareos, tensión, dolores, todo eso y más es por ansiedad, ya no le des más vueltas, si ya fuiste al doctor, si ya te dijeron que físicamente estás bien, entonces, cada vez que sientas algo nuevo, algo raro, diferente, extraño... atribúyeselo a la ansiedad, respóndete a ti mismo y a ti misma que estás con una subida de ansiedad, y que precisamente por tenerle miedo a eso, significa que tienes ansiedad.
Por ejemplo, empiezas a sentir un dolor en la cabeza, y piensas que quizás te puede dar un derrame cerebral, de repente, llevas ya 10 minutos sufriendo por la posibilidad de un derrame cerebral, ¿tú crees realmente que una persona que vive un derrame cerebral pasa 10 minutos pensando que le está dando uno? desde mi experiencia, no.
Así es que si ya estás con miedo, preocupado, pensando en algo terrible que en ese momento no está pasando, es ansiedad, eso es lo que es.
(Y te recuerdo, sobre todo, si tus chequeos indican que todo está bien)
Hay veces en las que está pasando algo positivo en tu vida o en tu presente, y de repente te sientes con imágenes negativas, incapaz de descansar, de relajarte o simplemente de disfrutar. Esto es porque cuando está activo el sistema de defensa en nuestro interior, no hay cabida para la relajación, ya que la mente está en modalidad defensa. Así es que la próxima vez que te ubiques imaginando o pensando cosas negativas en un momento que tendrías que estar disfrutando, es por la ansiedad.
Precisamente cuando más ganas tengas de huir, correr, hacer algo por hacerla desaparecer, más te puedes dar cuenta que estás en el momento de enfrentarla, sentirla, y superarla a través de eso. No necesitas hacer muchas cosas en realidad, sobre todo en esos momentos en los que la sientes, más que sentirla. Si sabes que a través de sentir está la salida, la próxima vez que quieras huir te será más fácil enfrentarla y sentirte mejor.
Ligado al punto pasado, es importante desmantelar el engaño de la ansiedad que nos hace sentir que estamos en peligro, cuando la realidad, es que sentir la ansiedad no es peligroso. Entonces, mientras más miedo tengas de sentir, más sabes, que estás en momento de descubrir que no estás en peligro verdadero, sintiendo.
Existen más dinámicas propias de la ansiedad que seguramente si te auto observas podrás descubrir, ve registrando cuándo aparece, analiza por qué aparece y de esta forma poco a poco podrás ir saliendo de las mentiras de la mente alrededor de la ansiedad.