Existe un círculo vicioso que nos bloquea para salir de la ansiedad después de que en nuestro interior consideramos que llevamos mucho tiempo con ansiedad.
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En lo personal siento haber vivido mi infancia y adolescencia con bastante ansiedad, dejé de hacer muchas cosas por ansiedad social y timidez, como por ejemplo, nunca fui a un baile de padre e hija en mi escuela (y tuve 6 oportunidades), tampoco me eché a nadar el día de mi grabación por vergüenza de mi cuerpo, dejé de ir a muchisimas excursiones por miedo a alejarme de casa, participaba lo mínimo de las actividades escolares, de las fiestas, y vivía constantemente bajo una nube gris emocional que no me dejaba sentirme realmente feliz.
Tampoco es que tuviera conocimiento de cómo era sentirme feliz, sabía que no lo era, pero… no me pesaba tanto pues yo pensaba que así era yo. Y ahora que veo esa etapa hacia atrás, sería fácil verla como una etapa perdida, como un desperdicio o una falta de oportunidad de haber hecho muchas cosas acorde a mi edad.
Y ahí entra el problema… al enfocarme en que “ya no podré hacer muchas cosas”, dejo de ver que muchas de esas cosas sí las podría hacer ahora, aunque ya no vayan de acuerdo a mi edad. Y quizás algunas mujeres me podrían decir “qué me dices de ser mamá, perdí la oportunidad y ahora a los 60 años ya no puedo”, pero… ¿qué es lo que buscarías de ser mamá? seguramente, transmitir tu amor a un ser indefenso y sentir ese amor materno… y eso, sí que lo podrías experimentar a los 60 años aunque una personita no salga de tu vientre.
Podrías ir a centros donde hay bebés sin familia y cargarlos toda la mañana (que buena falta les hace). Por decir un ejemplo… a lo que voy, es que quizás yo perdí la oportunidad de hacer muchas cosas pero… ¿puedo regresar el tiempo? no… ¿puedo volver a tener 8 años? no… pero sí puedo ahora, en mi presente, hacer las cosas de las que me quedé con ganas. Puedo divertirme como niña en un parque y salir de viaje con amigos si así lo quiero. Y quizás piensas.. “claro, eso lo podrías hacer si no tuvieras ansiedad”. Pero precisamente el error está en pensar que primero tienes que bajar la ansiedad, para después recuperar tu vida.
La realidad es que primero has de recuperar tu vida, y gracias a eso, gradualmente irá bajando la ansiedad pues la estarás transformando.
Los miedos de la ansiedad al ser vividos tanto tiempo realmente los crees, realmente te crees incapaz, tu autoestima se ha bajado y de verdad te sientes impotente ante ella… pero ahí está el truco mental, en hacerte creer que no puedes recuperar tu vida por la ansiedad y en culparte y recriminarte por todos estos años con ella.
Mi invitación es que intentes ver que culparte por lo perdido no funciona de nada, y que es precisamente eso lo que aumenta el malestar emocional que aumenta la ansiedad. Y que mejor….te animes, a volver a soñar.
Si sigues aquí, estás aquí y ahora leyendo este correo, y eso significa que quieres vivir, ¿por qué no entonces olvidarte de la ansiedad y enfocar tu atención en vivir?
Creo que quizás le has dado mucha atención a la ansiedad y con eso le has dado poder sobre ti. Una forma de quitarle poder es cambiando tu foco de atención a la vida, a lo que todavía quieres hacer y a quién quieres ser.
Mi recomendación es que hagas una lista con todas las cosas que te has quedado con ganas de hacer en la vida, pero que no te quedes con la acción o el evento sino con lo que crees que habrías sentido en esas situaciones, y que con esa idea, busques en tu creatividad, qué podrías empezar a hacer ahora que te inyecte de esa emoción.
Por ejemplo, si me quedé con ganas de ir a la excursión e imagino que ahí hubiera sentido conexión con la naturaleza, entonces podría asomarme por la ventana o pisar el pasto y cerrar los ojos, para sentir esa conexión. Y hacer un plan para ir a algún lugar donde pueda sentir eso.
Si empiezas a sentir la emoción de fondo que buscabas tener en esas situaciones que te reprochas no haber tenido… generarás un círculo virtuoso en tu interior, en el que te sentirás con más confianza y seguridad para hacer aquello que temes, pero no nada más para superar lo que temes, sino para ir tras lo que sueñas.
Estoy segura que en todos los años de tu pasado has recibido muchas cosas, has tenido muchos aprendizajes y momentos positivos, además, seguramente tuviste años en tu infancia donde no experimentaste ansiedad, deben de haber días donde hubo algo más que la ansiedad.
Te pediría que pienses en esos días y que hagas una lista de todo lo que has recibido y aprendido de la vida, todo con lo que cuentas dentro para traerlo ahora a tu presente y utilizarlo de nuevo.
Trata de encontrar esos días y momentos de tu vida pasada en la que la ansiedad no fue la protagonista, y revisa qué pasó para que eso sucediera y cómo podrías repetirlo ahora.
Estoy segura que en todos estos años has aprendido y avanzado internamente en muchas cosas, y que puedes retomar todo eso que sí llevas dentro para usarlo ahora en el presente.
