Quiero compartirte según mi experiencia con haber abierto y cerrado un grupo en Facebook, haber mantenido otro y estar en varios grupos de WhatsApp.
En la sesión de preguntas y respuestas que hacemos semanalmente se han puesto de acuerdo para abrir un grupo de WhatsApp y estar ahí quienes están haciendo el curso de Dale alas a la ansiedad. Y si bien me encantaría tener el tiempo para ayudarles a llevarlo a cabo, creo que va a ser más poderoso si entre ustedes lo gestionan. Solamente les quiero compartir algunas recomendaciones, para que le saquen el mayor jugo posible.
Y estés o no en este grupo, quizás estás en otros grupos y espero que estas recomendaciones te ayuden.
Primero que nada hay que saber que por la alta empatía y sensibilidad que puedes tener, cualquier cosa que leas en los grupos puedes interpretar como “qué tal que me pasa a mi”, o bien, simplemente sentirte mal por ver lo mal que alguien más lo está pasando. Por eso es importante que sepas que no todo mundo presenta la ansiedad de la misma forma y que lo que le pasa al otro no tiene que pasarte a ti, y que cuando leas algo que te mueve o te inquiete, aproveches para hacer lo que recomiendo de reconocer esas sensaciones y emociones, aceptándolas, relajándolas, a la par de que te ubicas en la realidad de que eso no te está pasando a ti, y de que confías que el otro será capaz de resolver su asunto.
A veces usamos los grupos literalmente como si estuviéramos en un sillón de terapia o a lado de un basurero donde depositamos todo nuestro desahogo, está bien desahogarse y de hecho es algo que yo recomiendo que hagas para sentirte mejor, pero mi recomendación sería que primero lo hagas en privado, que lo escribas, que lo hables en voz alta para que realmente desahogues, y puedas llorar si es necesario o simplemente brotar todo lo que necesita salir, y después, que identifiques qué es lo que realmente necesitas del grupo, cómo necesitas su apoyo y entonces sí vayas a escribir a pedirles su apoyo.
Y sobre todo, comparte tus avances, mientras más veamos entre nosotros lo que hacemos para sentirnos mejor, el grupo se sentirá mejor y eso te ayudará de regreso para ti. Es muy común que cuando nos sentimos bien o hicimos algo que nos ayudó no lo compartimos, no sé por qué, pero es una tendencia a solamente acudir al grupo cuando estamos en crisis o sintiéndonos mal, esto genera la sensación de que todo el tiempo estamos todos mal, y baja mucho la autoestima, actitud y esperanza en el grupo.
Por eso, comparte tanto tus momentos agradables y positivos como los difíciles, claro que la intención del grupo es apoyarse entre todos en los momentos difíciles pero la otra intención es que se apoyen a realmente salir adelante, y eso lo van a lograr, compartiendo avances, compartiendo estrategias para sentirse mejor y aprendiendo juntos.
He visto personas que se sumergen tanto en su grupo de apoyo que ahí viven virtualmente, y de cierta forma dejan de atender su vida o a los demás, se puede convertir en una fuga de tu atención y eso no sería positivo, ya que se trata de que sigas viviendo y de ahí te apoyes más no que sea tu todo. Hemos de estar conscientes de que cuando nos sentimos con ansiedad nos sentimos vulnerables, y si el grupo nos da seguridad, podemos generar cierta codependencia, quizás al principio está bien fugarnos tanto en el grupo pero a medida de lo posible, ponle un horario de atención, donde vas a entrar a revisar con un tiempo límite, pero con una intención clara previa, no entres nada más a ver qué hay, pregúntate antes para qué quieres entrar.
Ayuda mucho ponerle silencio a las notificaciones, ya que compartimos mucho, y el recibir sonidos o que tu celular vibre cada cinco minutos no es muy positivo para la paz mental.
Puede haber un moderador por mes que inclusive organice actividades, preguntas o ejercicios para el avance de todos, que tenga la responsabilidad de checar que el ambiente en el grupo siga positivo y proponer temas invitando a los demás a participar desde su experiencia personal. Y muy importante, irse rolando, para no sentir el peso de la responsabilidad y recibir.
Nos es muy fácil aconsejar y decir qué hacer a los demás, y para evitar conflictos, lo mejor es compartir desde tu experiencia personal, lo que a ti te ha ayudado, lo que has aprendido de ti en tu propia experiencia. Evita caer en absolutos, normas y asustar a los demás con cosas que leíste. A veces queremos compartir nuestro nervio y susto pero hay que comprender que los dos van en tu mismo camino. Cuando tengas dudas muy clínicas o quieras saber qué te está pasando, acércate a un profesional o a nosotros aquí en desansiedad.
Por ejemplo, si vas a hablar de algo que tienes miedo de síntomas físicos, y sabes que puede afectarle a alguien más, entonces avísalo antes con alguna clave que generen en el grupo. Simplemente es un aviso para que el otro sepa que la mancha de texto que va debajo de ese letrero por afectarle si lo lee. Claro que la idea es poder llegar a leer de todo y que no nos afecte, o saber qué hacer si nos afecta… pero hay días en los que quizás estás más sensible y tú desde tu inteligencia emocional podrías decidir no ver esos comentarios y solamente buscar los de avances o testimonios.
Por eso también podrían tener una clave para comunicar que dirás un avance o caso de éxito, y así, cuando alguien esté cabizbajo y necesite motivacón, podrá scrollear buscando esos comentarios.
Te platico que muchas investigaciones, junto con mi propia opinión, han confirmado que lo que más necesitamos como seres humanos y lo que más nos sana, es la conexión.
Por eso se dice que no pretendas ser una mamá perfecta, simplemente enfócate en conectar con tus hijos a nivel emocional.
La conexión emocional es lo que nos sana, lo que nos reconforta en los momentos difíciles. Pero a veces no conectamos porque defendemos nuestro imagen, pretendemos cosas, no hablamos realmente de lo que sentimos. Por favor, aprovechen el grupo para dejarse ser auténticos, para abrirse emocionalmente, para compartir sobre sus emociones. Inclusive pueden hacer preguntas en las que solamente compartan a nivel emocional cómo se sienten, desde la honestidad. Pueden tener un día de “ser honestos” y abrirse.. tener ese permiso.
Si logran conectar a nivel emocional en el grupo, será lo mejor que podrán hacer por ustedes mismos.
Un día a la semana pueden escribir todos los miembros del grupo qué agradecen, lo que sea que les nazca del corazón agradecer.
Este es un ejercicio que en sí te recomiendo para hacer todos los días, pero… podrías saber que los domingos son día de agradecimiento por ejemplo, e ir juntando tus agradecimientos semanales para llegar y compartir el que haya sido más significativo para ti.
Esto es algo que genera emoción del grupo al saber que llegará el día en el que agradeceremos, pero.. no compares tu agradecimiento con el de los demás. No te compares en absoluto. Cada avance, cada agradecimiento y cada situación es única y valiosa.
usen el grupo para avanzar, no nada más para compartir sobre la ansiedad, sino para crecer como personas, conocerse y sobre todo, realmente conectar.