La paz es algo que no se puede comprar, medir, obtener… Es algo que nace desde dentro.
Es algo que va mas allá de un sentimiento; es una forma y un estado de ser, de estar y de vincularte contigo y con el mundo que te rodea.
La paz es una energía que brota desde tu interior, nace ahí, y la compartes con el exterior. Tú puedes sentir cuando alguien está en paz, pues la paz se transmite y se puede contagiar al igual que otros sentimientos.
La paz es una percepción que tienes súbitamente de que nada te preocupa, de que estás completo y a salvo, de que eres digno de amor y eres amado.
La paz como sentimiento, es cuando cesas el conflicto y la lucha interna, cuando dejas de estar en contra de ti, de estarte insultando, criticando, esforzando por cambiar o ser diferente.
En tu interior, dentro de ti, alrededor de ti, impregnada en ti.Definitivamente no importa el lugar en el que estés físicamente, siempre puedes encontrar la paz en tu interior. La paz ahí habita, ahí está todo el tiempo, (aunque no lo creas) en tu centro, en un rincón de tu ser que realmente no podría saberse si es tu mente, alma o cuerpo, pero una vez que la contactas, se expande en esas tres áreas de tu ser.
en otras cosas como ser una persona en específico, lograr ciertas metas, tener el suficiente dinero para sentirte tranquilo, mantener o conseguir una relación de pareja, tener el cuerpo ideal…
para alcanzar esa paz, a la cual realmente no tendrías que esforzarte para alcanzar, pues simplemente basta con saber que ahí está. Pero esos requisitos pueden ser cualquier cosa que se te venga a la mente con la frase:
“cuando tenga ( tal cosa ) me sentiré en paz”
“Cuando me suceda ( tal cosa ) me sentiré en paz”
“Cuando supere ( tal cosa ) me sentiré en paz”
“Cuando ( tal cosa ) cambie, me sentiré en paz”
Esos son los requisitos, que en otra palabra sería, obstáculos para poder contactar con la paz que llevas en tu interior, pues crees que la paz la tienes que alcanzar, que te tienes que esforzar para sentirte así, que has de pasar pruebas y superar barreras para lograrlo, y sobre todo, que has de ser cierta persona o hacer ciertas cosas para poder mantenerla y no perderla.
“La única barrera para alcanzar la paz, es creer que existen barreras o requisitos para sentirla.”
O sea, tu crees que necesitas de ciertas cosas o que sucedan ciertos eventos o cambios en tu vida para que entonces ya, ahora sí, puedas sentirte en paz, pero no es así, esas son ideas de tu mente, requisitos y “deberías” impuestos por ti mismo y la sociedad que lo único que logran es alejarte de ese lugar en tu interior.
Si crees que la paz se encuentra en tu exterior o en una serie de eventos, difícilmente la sentirás.
Si descubres que pase lo que pase, (estés donde estés y con quien estés, suceda lo que suceda en tu vida, cumplas o no cumplas con ciertos deberes) la paz radica en tu interior y está a tu alcance en el momento que quieras, entonces podrás sentirla con mayor frecuencia.
Te rechazas, te criticas, te exiges, te culpas, te regañas, te reclamas… En fin, eres tu propio enemigo y entonces ¿cómo podrá haber paz donde hay guerra?
La paz no está lejos de ti, no está fuera de tu alcance, la paz no la puedes perder.
La paz se esconde, se tapa y se bloquea por:
1. Pregúntate dónde estás poniendo tu atención, a qué le estás dando tanta importancia en tu vida, a qué le dedicas la mayor parte de tu esfuerzo mental y emocional, y atrévete a quitarle un mucho de esa atención y tiempo invertido.
donde está tu atención está tu realidad…
2. Siéntate durante 10 min, cierra los ojos, respira profundamente un par de veces… y empieza a visualizar cómo vas quitando de tu cuerpo toda la energía acumulada, todos los sentimientos desagradables, y vas liberando capaz como si fueras una cebolla, hasta que no queda más que tú… y la paz que da ser tú y estar vivo.
3. Atrévete a creer que no necesitas realmente de nada más que de estar vivo, existir, respirar, para poder sentirte en paz.
4. Perdónate por lo que tu sientes que te has hecho daño, perdona tu pasado y a todas las personas que necesites perdonar para liberar ese enojo o resentimiento, que al final del día, al único que le impide estar en paz es a ti mismo.
5. Puedes decirte a ti mismo el siguiente decreto “Yo soy la paz que habita en mi interior, yo soy la paz que me rodea, yo soy la paz que respiro, yo soy la paz que necesito, yo soy la paz que transmito a los demás, yo soy la paz”.
6.- Hazte las siguientes preguntas:
7. Por favor, se tu mejor amigo, tu aliado, tu defensor, se compasivo contigo mismo, comprensivo y paciente, haz las paces contigo mismo y cesa la lucha y la guerra interna, amate y respétate como bien pides a otros que lo hagan.
Finalmente, para poder estar en paz, simplemente necesitas DARTE PERMISO de estarlo, darte permiso de dejar de sufrir o pasarla mal, darte permiso de que seas como seas, hagas lo que hagas, estés donde estés, la puedas sentir.
Porque lo mereces.