Te platico algunos de los principales puntos que necesita tu cuerpo para estar en equilibrio, revísalos y compártenos con cuál empezarás.
Cuando perdemos el equilibrio interior es que se facilita la existencia de ansiedad en nuestras vidas, no hay que pretender mantenernos en un estado estático siempre igual, eso no es equilibrio, equilibrio es aprender a moverte dentro de tus cambios sin alejarte demasiado de tu centro.
Así es que ahora te comparto algunos de los equilbrios que necesita tu cuerpo para estar sano y dejar de generar tanto estrés o ansiedad.
Equilibrio entre estar alerta y relajado
Tu cuerpo necesita que estés en un equilibrio entre momentos de alerta y momentos de relajación, siendo los momentos de alerta los menos en tu día. Alerta es cuando te tensas, cuando aprietas, cuando activas actitudes de aprehensión, control, resistencia, exigencia, y relajación, es cuando estás en el presente, enfocado y con tu cuerpo relajado.
Alimento constante
Tu cuerpo necesita que por lo menos cada 4 horas le des algo de alimento sano, que contenga calorías sanas, grasas sanas, fibra y nutrientes lo más naturales posible.
Hidratación constante
De la misma importancia que tiene el alimento, la tiene el agua, necesitas estar constantemente hidratado, cuando tienes sed, es porque tu cuerpo ya está estresado y te manda la señal de que la necesita, la idea es que tomes mínimo 2 litros de agua al día pero repartidos.
Sueño reparador
Necesita por lo menos 4 horas de dormir de corrido, el ideal es entre 6 a 8 horas, dependiendo cada persona, pero sobre todo, que tu sueño sea de calidad, pues a veces dormimos pero no descansamos por cuestiones como apnea del sueño, apretar mandíbula, cambios de temperatura, etc.
Ejercicio aeróbico
Tu cuerpo también necesita ejercicio aerobico que te lleve a sudar un poco, el sudar es una de las mejores formas para liberar toxinas del estrés, caminar, nadar y hacer yoga o chi kun son excelentes ejercicios para esto.
Equilibrio entre tensión y relajación
Muscularmente necesitas estar relajado, esto lo puedes hacer estirándote en las mañanas, yendo a masajes, entrando a tinas de agua caliente, a través de la osteopatía, o técnicas de relajación muscular. Esto le permite a tu cuerpo funcionar mejor pues los músculos no están generando tensión.
Respiración – oxigenación
Realmente es importante que respires de manera efectiva, con tu estómago relajado, llevando el oxígeno a tu diafragma o estómago, para que el oxígeno que entra realmente relaje tu cuerpo.
Necesidades cubiertas
Tu cuerpo necesita que lo escuches en sus necesidades y que a medida de lo posible no las aplaces mucho tiempo, como por ejemplo, ir al baño, tomar agua, comer o descansar antes de que sientas que tu cuerpo te lo vaya a pedir.
Horas de trabajo y concentración controladas
Para estar en equilibrio también necesitas alternar tus horas de trabajo o concentración con momentos de esparcimiento sano, como por ejemplo, pararte a caminar o tomar agua cada hora, estar más de 1 hora sentado haciendo una misma actividad agota a tu cuerpo y a tu mente.
Relajación mental
Tu mente también es parte de tu cuerpo, específicamente tu cerebro, y tu cerebro se puede cansar al estar mucho tiempo sobre activado, es por eso que la meditación es a la mente como el ejercicio al cuerpo, tan sólo necesitas cerrar tus ojos y sentir tu respiración por lo menos 1 minuto al día, con eso, le permitirás a tu cerebro descansar por unos momentos.
Liberación emocional
De igual forma, tus emociones viven en tu cuerpo, ahí es donde se sienten, y ahí es donde muscularmente tienen una influencia en tu cuerpo, es por eso que para que tu cuerpo esté en equilibrio, es necesario que te enfoques en tener a tus emociones en equilibrio (esto lo seguiremos viendo en el mes de marzo).
Hay muchas actividades que te pueden ayudar a lograr todo esto en conjunto, como por ejemplo: actividades artísticas o manuales, el baile libre, la escritura, y los ejercicios ya mencionados.
Si sientes que es mucho por hacer, no pretendas cambiar todo de un momento a otro, enfócate en ir incluyendo actividades que sientas que son más necesarias para tu cuerpo que otras, y poco a poco, tu cuerpo responderá y recuperará su equilibrio interior. No se trata de “dejar de hacer esto o lo otro”, sino de “empezar a hacer esto que me hace bien”.
Una vez que cubras tus necesidades, que estés descansado con ejercicios de relajación y activación física, con tus emociones desahogadas…entonces, déjale a tu cuerpo el resto y permítele que recupere su equilibrio por sí sólo, sin presionarlo, sin apurarlo, sólo ve observándolo cómo lo logra mientras que tú te encargas de no salirte de tus rangos de equilibrio.