Si eres el familiar, amigo o pareja de una persona con ansiedad te quiero platicar algunas cosas que puedes hacer para ayudarle.
Antes de compartírtelas, has de saber que
Tener ansiedad no es fácil, mucho menos tener ataques de pánico o crisis nerviosas. Quienes lo viven saben que es de lo peor que han podido vivir, es como una pesadilla de la que al abrir los ojos no logras despertar.
Es por eso que existe este blog y que me dedico a ayudar a otros a superar la ansiedad, pues sé que no es algo que ya pasará por sí solo, ni que sean “sólo nervios”. La ansiedad a la que aquí me refiero no es a la que todos hemos sentido, eso es el estrés y los nervios. Aquí me refiero al estado constante de preocupación y tensión que te lleva a tener tu mente con pensamientos negativos que no puedes frenar y te hace querer huir de ti mismo.
Acompáñale sin querer salvarlo
Yo sé que genera mucha frustración ver a tu ser querido bien y que se sienta tan mal, la realidad es que no está bien, si se siente mal es porque a nivel emocional está desequilibrado y necesita ayuda profesional.
En todo este proceso de su recuperación acompáñale, reafírmale que lo amas, pero ten claro que tú no vas a poder salvarlo de su situación. Puedes ayudarle muchísimo y hacer la diferencia al apoyarlo, pero es importante que tú no te descuides a ti mismo para que sigas fuerte mientras que tu ser querido se repone a sí mismo.
Escúchalo sin juzgarlo
Una persona con ansiedad tiene guardadas muchas emociones dentro, muchas, muchas. Cuando se anime a abrirse contigo intenta no decirle nada, solamente escúchalo y dile que puedes ver que se ha guardado muchas cosas y agradécele que te tuvo la confianza de contártelo.
Tu ser querido te está contando todo eso para desahogarse, no para que le digas que hacer ni que le ayudes a resolver. Te lo está contando para sentirse escuchado y quizás conectar emocionalmente con otro ser humano y no sentirse tan extraño.
Yo sé que dan ganas de decirle qué hacer, yo sé que quieres verlo contento y tranquilo, pero… el desahogarse es lo que le ayudará a estar mejor.
Abrázalo
Si no sabes qué decir… solamente abrázalo. Inclusive si sabes qué decir,d abrázalo. Es lo mejor que puedes hacer por tu ser querido en esos momentos. Abrázalo cuando sientas que está contactando con la tristeza y el desahogo.
Dale su espacio
Hay momentos en los que aparece el enojo descontrolado y el hartazgo, en esos momentos tu ser querido está gritando y pidiendo sin darse cuenta que necesita estar sólo un rato o que le dejen en paz por un momento.
A veces las personas con ansiedad se sienten ahogadas de la sobreprotección y constante vigilancia de sus seres queridos, por eso permítele que siga con sus cosas y tú con las tuyas.
No lo apresures
La prisa y la presión por estar bien y sentirse mejor aumenta la ansiedad. Precisamente el vivir con prisa y con presión genera ansiedad, y ponerle más, la empeora. Es un acto de confianza para ambas partes de saber que mientras que se esté buscando ayuda eventualmente se sentirá mejor, pero que ponerle prisa al asunto no ayuda para nada.
Dile que tú puedes encargarte de ti mismo
Una persona con ansiedad se siente culpable y responsable de todos quienes le rodean, si tú te sientes mal tu ser querido lo tomará como que es su culpa. Ambas partes han de saber que no es culpa de nadie, cada quien es responsable de sí mismo.
Por eso dile que tú puedes encargarte de ti, de tu tristeza y de tus propias emociones. Quítale de los hombros las responsabilidades que ha cargado y que a ti te corresponden.
Evita asustarte cuando te platique sus pensamientos
Los pensamientos negativos en la ansiedad son producto de la acumulación de tensión emocional y mental, no son verdad, no son algo que tu ser querido realmente piense ni mucho menos que quiera hacer.
Cuando se anime a contarte lo que piensa, escúchalo y a lo mucho, recuérdale quién es para ti. Dile qué es lo que tú ves en él o en ella, sus fortalezas y sus cualidades, quién es para ti.. para que tu ser querido recuerde que no es esos pensamientos.
Hazle un té caliente
De vez en cuando invítalo a “no hacer nada”, más que tomar un te (relajante) con tantita miel de abeja. Dale una cobija… abran la ventana y simplemente estate ahí escuchándolo un rato.
Cuando atravesamos por ansiedad sentimos que el mundo es hostil y peligroso, y poder vivir un momento de paz y relajación es como encontrar un oasis en el desierto.
Transmítele tu confianza
Tu confianza de que lo que está sintiendo no es peligroso, tu confianza de que él o ella podrá superar esta etapa y saldrá fortalecido, tu confianza de que va a estar bien. Transmítele tu confianza de que puede enfrentarse a sus miedos pero siempre asegurándole que ahí estás para cuando te necesite.
Recuérdale quién es
Siente realmente quién es esta persona para ti, identifica su esencia especial, su individualidad, sus cualidades y dones, y de vez en cuando.. velo a los ojos con esa certeza de que ves quien realmente es, más allá de la ansiedad.
Evita traer el tema de la ansiedad todo el tiempo
Una persona con ansiedad piensa en eso todo el tiempo, y si de repente tiene un espacio mental donde no hubo ansiedad es increíble. Por eso, si tu ser querido no saca el tema… no hables tú de la ansiedad. Enfóquense juntos en el presente.
Si se anima a enfrentarse a algo, anímale tú también
De repente todo se aclara y la persona con ansiedad decide enfrentarse a un miedo, y si su ser querido le dice cosas como ¿y ahora? estás seguro? pero.. la vez pasada no te fue bien, seguro que quieres otra vez? Lógicamente esto no ayuda.
Tampoco ayuda frases como ok, pero si necesitas ayuda no me la pidas, ok pero ahora si llegas hasta el final de exponerte… Nada, no necesitas decir nada, no necesitas decirle qué hacer ni prevenirle de que la pase mal. Deja que tu ser querido experimente lo que necesita experimentar.
Evita verlo con ojos de “pobrecito”
Recuerda que una persona con ansiedad de por sí ya se siente débil y vulnerable, y ser visto por los demás con cara de… pobrecita criatura del señor, no ayuda mucho. No estés tan preocupado por su sentir, evita transmitirle esa preocupación, y quizás le puedas decir me siento preocupado por ti, pero yo puedo ocuparme de mi preocupación y creo en ti y que serás capaz de salir adelante. Pero mejor velo con mirada tranquila y confiada.
Lo que hagas por él/ella hazlo como un regalo
Recibir amor de otro ser humano cuando estás atravesando por la ansiedad es como una luz en el camino. Actos sencillos como que te hagan un cariño o te traigan algo que te gusta comer, te hace sentir amado y que no todo es horrible en esta realidad (pues así se siente).
Lo más mínimos actos de amor cuentan muchísimo y sí hacen la diferencia, y es importante que todos lo que hagas por tu ser querido lo hagas como una decisión, en la que estás dándole un regalo del cual no esperas nada a cambio ni que obtenga un resultado.
Esto es para evitar que caigas en el enojo de dar y dar, y te lleve después a reclamar.
Su terapeuta no eres,
Salvarlo no puedes,
Acompañarle, eso sÍ puedes.