Cuando estas nervioso, inces probable que salgas corriendo al baño. Te comparto las razones detrás de por qué lo haces.
– Es el lugar más privado e íntimo al que en cualquier momento puedes acceder.
– Nadie te interrumpe lo que estás haciendo (a menos que también le urja relajarse y sea el único baño disponible) pero realmente nadie tiene el poder de interrumpirte a menos que tu se lo otorgues
– Nadie te observa, a pesar de que te puedas sentir observado y revises que el espejo no tenga camarita detrás, realmente nadie te observa y eso te permite observarte a ti mismo.
– Normalmente te ves al espejo, y conectas contigo mismo
– Liberas tensión acumulada en tu cuerpo haciendo pipí o algo más…
– Es tu mundo, tú lo habitas y nadie más
– Te reconecta con tu lado primitivo y natural, esa parte de ti que tan sólo necesita comer, respirar, dormir y claro, ir al baño. (no existe nada más y eso te tranquiliza inconscientemente).
– Te apartas de las personas con las que no quieres lidiar
– Encuentras un momento para analizar un poco más eso que te inquieta
– Aunque no es el mejor escenario, probablemente ahí puedes realizar tus inhalaciones profundas y relajarte, estirarte, moverte, sacudirte
– El agua en sí te relaja, pues el agua se conecta con tus emociones y las ayuda a fluir, el movimiento de las emociones es parecido a la del agua, y tu eres 80% agua, entonces… me parece lógico que te ayude a relajarte.
– Es un momento de observar y tocar tu cuerpo, y eso te reconecta con la realidad, con el momento presente (a menos que lo toques para encontrar posibles enfermedades del futuro, eso nada más te tensionará más).
En conclusión, ir al baño es un escape, es una huida a un refugio que puedes encontrar en todos lados, en el que te sientes seguro pues tú eres el único habitante, donde reconectas contigo y te permite retomar fuerzas para continuar.
Mantenerte conectado contigo mismo aunque no estés en un lugar privado.
Que eso que logras conectar en el baño, lo logres hacer afuera, ya sea rodeado de muchas personas o en un lugar extraño.
Dentro de ti está el centro al que quieres escapar cada vez que huyes de algún lugar, así es que puedes dejar de correr, basta con conectar contigo y encontrarás la paz.
Y si te encuentras en un lugar en el que no quieres estar, o rodeado de gente con la que no quieres convivir, escúchate, hazte caso, deja de fingir o pretender, pues estás yendo en contra de ti mismo, busca ambientes y personas más adecuadas a ti, ubícate en tu propio espacio, y verás que esas ganas de reconectar contigo no serán tan necesarias, pues el estar conectado será una constante.
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