El estrés no es malo, sino que es totalmente positivo para tu salud, si sabes usarlo.
Un estudio demostró que de un grupo de personas con el mismo nivel de estrés, quienes realmente se enfermaron fueron los que creían que el estrés era malo para su salud, quienes no lo creían, no se enfermaron.
Quienes no creían que el estrés fuera malo para su salud, experimentaban los mismos síntomas como el corazón acelerado y sudar, pero la diferencia fue que su dilatación en los vasos sanguíneos que rodean al corazón, permanecieron delgados y sanos, mientras que en quienes creían que era malo para su salud, se dilataron causando problemas.
O sea que regresamos al poder de nuestras creencias, de nuestros pensamientos y de nuestra reacción a lo que sentimos. Si empiezas a sentir estrés y tu primera reacción es salir de ese estado tan espantoso, o de negarlo por completo, entonces sí te haces daño.
Pero si en lugar de reaccionar al estrés, respondes con la seguridad de que lo que sientes no es malo, y de que al contrario, es algo que te está ayudando, entonces no te harás daño.
La próxima vez que te sientas estresado, creetela de verdad que es tu cuerpo ayudándote a responder para resolver el reto ante el cual te estás enfrentando. En lugar de creer que te estás demostrando a ti mismo que no puedes, que eres demasiado tímido o desconfiado, mejor usa esa energía de la cual tu cuerpo te está proveyendo para canalizarla a la acción.
Esto significa, que al mismo tiempo que tu cuerpo se estresa, se está relajando. La adrenalina lo acelera, y la oxitocina te manda la señal de calma y de socialización. Esto significa que en los momentos que te sientas estresado, estás preparado para acercarte a los demás, ya sea a pedir ayuda o simplemente buscar su consuelo.
Pero si no usas esa oxitocina y al contrario, te alejas de los demás y te escondes en ti mismo, no estarás aprovechando ese neuroquímico de tu cuerpo.
Dejarte de asustar y pensar que lo que estás viviendo es malo y por el contrario ver que es algo bueno que te está preparando para hacerle frente a lo que deseas.
Si haces eso, convertirás al estrés en coraje
Y eso es lo importante, date cuenta como en momentos de mucha emoción, tu cuerpo reacciona igual que en momentos de mucho estrés. Tu corazón late, sudas, te sientes inquieto y acelerado. La única diferencia entre estos dos es el pensamiento.
El pensamiento de creer que uno es porque algo malo te está pasando, y el otro creer que algo bueno te está pasando. Entonces ¿por qué no mejor creer que algo bueno te está pasando aunque te sientas “estresado”? Y usar esa energía de inquietud para actuar y resolver.
Aquí te dejo el video de Kelly McGonigal en TED, donde explica claramente lo que te estoy diciendo, no cuenta con subtítulos todavía.