Aquí te va simplificado qué causa ansiedad al ser mamá, y una propuesta de camino de salida.
Este mundo no siempre tiene un clima agradable con viente a favor, los llantos llegan como tormentas a despertar en la noche, los horarios cambian y cuando sale el sol da sueño, para después de muchos años pasar a una etapa de reencuentro con ella misma, comunicarse con las criaturas que ayudó a crecer y no todo es tan fácil, pues vengo de años de cansancio ¿y ahora me ponen a negociar? ¿Al mismo tiempo que me preocupo por su integridad? ¿Cómo?
Así es que aquí te va simplificado qué causa ansiedad al ser mamá, y una propuesta de camino de salida.
Al tener esta necesidad se vive en un estado constante de alerta (lo cual genera estrés), en un mundo donde realmente no conozco a fondo si los monstruos que salen son peligrosos o no (¿Esa roncha sera por alergia o una grave enfermedad?). Estar en ese estado de alerta genera que mi cuerpo esté tensionado y con la necesidad de tener la atención a todo lo que da para estar al pendiente de todo lo que pasa. Tienes que activar todos tus poderes y habilidades, coordinar los otros aspectos de tu vida, pero sobre todo, ayudar a tu hijo a vivir y crecer.
Como lo más importante se vuelve tu hijo (y esto está desde la naturaleza configurado en tu cerebro), dejas de atender tus propias necesidades, aplazas lo que necesitas hacer por ti, pues a ti si te puedes decir “al ratito”, y al ratito… difícilmente llega. Y cuando llegan esos momentos de ver por ti, como descansar, cortarte el pelo, platicar con tus amigas, ya es porque estás hasta el límite de necesidad. Encontrar el equilibrio se vuelve difícil y aprendes a vivir cansada.
El desgaste que vive tu cuerpo por la tensión y por estar alerta es tal, que necesitarías descansar el doble de lo que haces, pero no sucede así, y cuando caes en sueño profundo, escuchas el llanto a lo lejos, entonces con esto aumenta tu estrés y ansiedad.
En caso de que trabajes o estudies, el multitask, el hacer muchas cosas a la vez se vuelve parte de tu vida, y aunque como mujeres sabemos hacerlo, no necesariamente significa que que sea sano y productivo para ti.
Tu mente se llena más fácil de preocupaciones, no solamente sobre el presente sino sobre el futuro, y al aumentar las preocupaciones en tu mente, claro está que aumenta tu ansiedad.
El factor económico empieza a hacer más presión según sea tu situación económica actual, pero es un hecho que los gastos aumentan, y o disminuyes otros gastos que hacías, o aumentas tu o tu pareja la actividad laboral, lo cual aumenta el cansancio, y con esto, las fricciones.
Es probable que empieces a tener más problemas de comunicación con tu pareja, en primer lugar porque estás cansada, y tu pareja presionado seguramente por la situación económica. La otra razón puede ser porque tu pareja necesita mayor actividad sexual, y tu por tu parte, requieres de descansar (pero recuerda que tener relaciones es una manera de descansar tu cuerpo pues liberas toda la tensión).
Te vuelves más obsesiva de los detalles como limpieza, orden, límites, cosa que seguramente tu pareja no tiene tanto, (porque su cerebro está hecho para cazar, no para salvaguardar la vida), y eso también te puede estar generando frustración y el sentirte poco a poyada, pero no es así, tan solo cada uno funciona diferente, tu haz lo tuyo y deja que el haga lo suyo.
Cuando los hijos van creciendo y pasan por la adolescencia, el estrés de las mamás aumentan, pues mientras tu tenías el control de la seguridad de tu hijo todo estaba bien, pero ahora su seguridad está en juego, pues sale sólo y con amigos que ni si quiera conoces, en un mundo donde existe la delincuencia, las drogas, el sexo incontrolado… ¡aaaaaaaaah! ¡no salgas de casa por favor!!!!!
Confiar, en ti, en la vida misma y en tu hijo.Dedícate a disfrutar de esta nueva aventura en este nuevo mundo, y atrévete a descubrir cosas nuevas que no conoces, cada momento es único y vale la pena ser disfrutado.Buscar la manera de dejar la aprehensión y el querer controlar y prevenir todo lo que sucede, pues siendo realistas, ni tu ni nadie lo ha logrado hacer todavía.Darle todas las herramientas a tu hijo sobre toma de decisiones e inteligencia emocional, para poder confiar en él cuando sale.Platicar con él sin querer imponerle, ayudar a tu hijo a que descubra por él mismo cómo funcionan las cosas, evitar el “no hagas eso para todo”, y confiar en que el puede medir sus alcances, y si no… aprenderá a hacerlo a través de la experiencia.Mantener la calma cuando no sabes lo que está pasando, acudir a expertos y relajar tu cuerpo, para evitar que tu mente viaje con escenarios espantosos como “enfermedad terminal, robo, asalto, caos”. La mente viaja al futuro y catastrofiza, asi es que mientras tienes una respuesta, no ganas nada con tensarte, más que hacerle un daño a tu cuerpo y a tus emociones, para después descargarlo todo con tu hijo y dañar la relación.Recuerda que tu hijo es un reflejo de ti mismo, y más mientras es mas pequeño, así es que mientras tu estés mas relajada, cuidando de ti y de tus necesidades, tu hijo estará más tranquilo también.Por favor no aplaces tus necesidades, se que tu cerebro te dice que así lo hagas, pero la mejor manera de ver por tu hijo es viendo por ti primero. Es como el cuento de la mamá que no tenía dinero más que para comprar dos panes, y se los daba enteritos a sus dos hijos, hasta el día que la mamá murió por desnutrición, y los hijos se quedaron solos sin nadie que los cuidara.Así es que primero come tú tu porción de pan, primero sírvete a ti de comer, primero báñate y vístete tú, primero consiéntete a ti.Busca nuevas maneras de comunicarle tus emociones y tus necesidades a tu pareja sin que suene a reclamo, berrinche o exigencia. Mientras tu estés más tranquila con tu pareja, él o ella lo estarán tan bien.
Me he dado cuenta, y no te vayas a creer mucho con este comentario… jeje que la mayoría de las relaciones que existen dependen de la mujer, y sobre todo de la mamá. La paz en la relación de pareja realmente depende de ti, y la salud tanto física como emocional de tus hijos depende de la salud en la pareja, y para que todo esto funciona, tú necesitas estar bien.
Así es que ya sabes, cuídate y consiéntete, pide ayuda y di lo que piensas y sientes, permite a tu hijo ir descubriendo la libertad y con esto conociéndose a si mismo, compartele toda la información que tengas sin querer imponerle que viva como tú, ve a tu pareja como tu pareja más no como tu hijo o sirviente, y verás… que la ansiedad disminuirá instantáneamente.
Recuerda que dentro de ti tienes las respuestas, que tu instinto es poderoso y sabio y más cuando se trata de cuidar a tus hijos.