Puntos clave para sentirte mejor y conectar con la felicidad.
• Cree y confía en que cuentas con el poder y fuerza necesaria para salir adelante de cualquier crisis o “enfermedad”
• La ansiedad y la depresión llegan a tu vida como un aviso de algo que ya es necesario evolucionar en ti y en tu manera de relacionarte con la realidad.
• Tu malestar no durará para siempre, estás en un proceso de evolución y autoconocimiento importante.
• No estás mal por sentirte así, tampoco estás defectuoso y mucho menos con una enfermedad incurable.
• Toda enfermedad física o emocional provienen desde adentro de tí para darte un mensaje en específico, y tu cuentas con la respuesta en tu interior.
• Las crisis llegan a tu vida como parteaguas hacia un nuevo paradigma de creencias y estilo de vida y para acercarte a la plenitud emocional.
• En la vida existe la ley universal de causa y efecto, tu presente es el resultado de las decisiones del pasado, y ahora tienes la oportunidad de elegir cómo quieres enfrentar tu realidad y qué futuro generarte para ti.
• Tú eres el único responsable de tu vida, en tus manos esta elegir tu presente y tu destino.
• No le debes cuentas a nadie, tampoco eres esclavo de nada. Eres el dueño y creador de tu propia existencia.
• Toda emoción y sentimiento te puede ayudar a evolucionar si las aceptas y descubres por qué y para qué están ahi.
• El temor, miedo y pánico son estados mentales generados por pensamientos irracionales…si cambias tu manera de interpretar la realidad, observando y aceptando la verdad, te darás cuenta que estás a salvo, que realmente no existe el peligro.
• Contigo basta para ser feliz. La compañía de los demás es un gozo, más no un requisito para tu paz interior, si aprendes a estar contigo…la soledad no te atemorizará jamás.
• Tu principal propósito o misión en esta vida es ser feliz, por eso sí vale la pena luchar y levantarte cada día, aunque eso implique de vez en cuando ir en contra de lo establecido por la mayoría o de lo que los demás esperan de ti.
• Tú no eres responsable de la felicidad de los demás.
• Repito, tú no eres el responsable de la felicidad de los demás. Eres responsable de la tuya…y compartirla con todos los que te rodean.
• Puedes ser tu mismo en todo momento, expresar tus ideas, perseguir tus sueños, alcanzar tu ideal…tienes permiso de hacerlo por el simple hecho de respirar.
• Tu pasado no es capaz de limitarte mientras tengas en claro quién quieres ser hoy.
• No existen culpables en la vida, solamente somos gente que hace lo mejor en cada momento, con la información que cuenta en cada momento.
• Tus padres tuvieron la mejor intención en hacer lo que hicieron en tu infancia y adolescencia, si te dañaron…fue a causa de no conocer otra manera de actuar, de no saber sanar sus propias heridas, de repetir patrones aprendidos; atrévete a perdonarlos.
• Por más oscuro que parezca tu camino, siempre podrás encontrar la luz…pero has de levantar la mirada y confiar en que así será.
• No eres el único con miedos y tristezas, puedes abrirte a los demás y encontrar compañeros de viaje.
• La pérdida de un ser querido no te lastimará siempre y cuando mantengas vivo lo que aprendiste junto a esa persona.
• Es de valientes pedir ayuda cuando por ti mismo no encuentras las respuestas.
• El juicio de los demás es tan solo el reflejo de lo que rechazan en sí mismos, realmente no es personal.
• Cualquier situación que te aflija tiene sus ventajas y sus desventajas, cuando las reconozcas tu pesar disminuirá.
• No porque aceptes tu situación actual significa que seguirá siendo así por siempre. Pero si no la aceptas… ¿cómo la podrás dejar ir?
• Ten un momento de calidad contigo mismo, donde puedas escuchar lo que está resonando en tu interior.
• Exterioriza eso que descubriste, ya sea con un amigo, un terapeuta, maestro o guía espiritual o por medio del arte o la escritura.
• Haz un alto a tu actividad y consiéntete cuidando tu cuerpo, regalándote un masaje, llenándote de olores agradables, dándote un baño rico…o simplemente hacer por ti eso que has venido aplazando.
• Pon atención a tu alimentación y busca realmente nutrirte de comida sana…recuerda que la comida trae su propia energía, elige la que te ayudará a sentirte mejor.
• Por un día dedícate a hacer…”naaaaaada”. Pasea, quédate tranquilo y déjate sentir.
• Haz una lista de todo lo que te inquieta y decide sobre qué puntos quieres y puedes hacer algo al respecto y haz un plan para hacerlo.
• Al finalizar cada noche repasa tu día y ve agradeciendo todo lo que sí recibiste. Recuerda que sería imposible agradecer algo que no existió. Por eso este ejercicio te ayudará a ver la realidad y ayudar a tu mente a ver lo que sí hay, pasando de la carencia a la abundancia.
• Descubre si tu mente está viajando en exageraciones o dramas donde realmente no los hay y ponle un límite a esos viajes.
• Habla contigo frente al espejo y confiesa y libera todo lo que sientes, dándote al final un mensaje de luz y de apoyo.
• Haz por ti lo que te gustaría que los demás hicieran por ti.
• Recupera las actividades que disfrutas, si no te acuerdas cuáles son, haz lo que disfrutabas hacer de chico, aunque parezca ilógico o una pérdida de tiempo, hazlo.