A penas la ciencia occidental lo ha confirmado: mejorar tu postura ayuda a sentirte mejor, y está científicamente comprobado.
Peter Strick es el presidente de Neurobiología de la universidad de Pittsburgh, y es el encargado de hacer un estudio que encontrara la relación entre el cerebro y las glándulas suprarrenales, las encargadas de regular cuánta adrenalina se envía a la sangre, entre otras hormonas relacionadas al estrés.
Y resulta que tenemos una conexión directa que va de ciertas partes de nuestro cerebro, hasta nuestras glándulas suprarrenales. Esta conexión es una especie de canal de conexiones y sinapsis diminutas que envían señales de ida y de regreso.
Una de estas partes de tu cerebro conectada a tus glándulas, es la encargada de regular tu postura. Aunque no lo creas, la manera en la que tienes tu espalda en este momento, está siendo regulado internamente por este sofisticado mecanismo, al mismo tiempo que regula cuánta adrenalina se segrega.
Entonces, suponiendo que tienes muchas hormonas del estrés, tu postura cambia; se hace más encorvada, se tensa tu espalda para enconcharte y proteger toda tu área alrededor del corazón, para no ser lastimado.
Y suponiendo también, que conscientemente y con ejercicios como el yoga o pilates, practicas el abrir y ampliar tu postura, estirando tu espalda, llevando tu pecho hacia arriba, tu coxis hacia dentro, hombros hacia abajo y hacia atrás, entonces mandas la señal a tus glándulas de que ya no necesitan segregar tantas hormonas de estrés, pues no estás en peligro.
Es una forma de comunicarte con tu cuerpo y cambiar la manera en la que “te hablas a ti mismo”, pues en cuanto te pones en una postura derecha y relajada, te dices a ti mismo que te abres a recibir y a dar, que de cierta forma, todo está bien, e inmediatamente sientes cómo puedes respirar mejor.
Es por este descubrimiento que ya es un hecho que practicar ejercicios que mejoren tu postura, como yoga, pilates y estiramientos, ayudan directamente a que tengas una mejor calidad de vida y que puedas relajarte.
Puedes ponerte de pie o seguir sentado, poner tus pies abiertos de tal forma que no rebasen tus hombros. Después, mete ligeramente tu coxis como si quisieras llevarlo hacia delante, relaja tu estómago, abre tu pecho y llévalo hacia arriba, relaja tus hombros y llévalos hacia atrás, levanta tu cara y respira…
Al principio te podrás sentir como robot, pero la parte fundamental que necesitas practicar en relación a la ansiedad, es que abras tu pecho llevándolo hacia arriba, y dejes caer tus hombros sin forzarte.
Practica esto cada vez que te acuerdes a lo largo del día. Camina con la frente en alto como si no tuvieras miedo, como si fueras a conquistar tus sueños… y esto poco a poco influenciará en que tus suprarrenales se relajen.
Ojo, no creo que sea LA cura para la ansiedad, más sí creo que es uno de esos cambios que necesitamos hacer para acercarnos más a nuestra esencia y dejar atrás el vivir con miedo constante.
¡Así es que a estirarnos! mientras tanto, un abrazo.
Si quieres ver más sobre este artículo, lo encuentras en inglés aquí: http://www.pnas.org/content/113/35/9922.abstract