Aumentan tus niveles de estrés, distorsionan tu visión de las cosas y de la realidad, y empiezas a vivir tu propia telenovela.
Erwin Höllinger, catedrático y neurólogo de la Universidad de Salsburgo, Austria, comprobó que las telenovelas tienen un efecto negativo en el cerebro. El dice: Las telenovelas pueden llegar a ser tan dañinas para el cerebro humano como lo son el consumo excesivo de ciertas drogas, produciendo síntomas tales como apatía generalizada, irritabilidad, trastornos de la personalidad e incluso demencia.
Por otro lado, un análisis elaborado por el Centro Nacional de Evaluación para la Educación Superior (Ceneval) señala que aquellos jóvenes que dedican cuatro y hasta más de diez horas por semana en ver telenovelas, obtienen 12 puntos (de 128 preguntas) menos que aquellos que ven programas culturales en las pruebas de ingreso al bachillerato. El estudio, elaborado entre los años 1994 y 2002- pretendía analizar entonces el impacto que tienen algunos programas de televisión en el desempeño académico.
Por otro lado, Mario Diament, profesor y director del Programa de Maestría de la Escuela de Periodismo de la Universidad Internacional de la Florida, explicó que “lo peligroso de las telenovelas es que crean estereotipos. No es que estimulen la violencia pero, al presentar ciertas conductas como normales, las legitiman”. Otra cuestión es que inciden indirectamente en la reproducción de roles familiares y de género.
Algo que me impacta es el interés que nos genera hablar de los artistas como si fueran tus conocidos o mejores amigos, me encanta escuchar a las señoras hablando de las nuevas de las estrellas como si fueran las nuevas de las primas, y lo siento, pero no puedo evitar preguntarme… “¿por qué no mejor hablan de ellas mismas?”
Date cuenta que si no puedes vivir sin tu telenovela, e inclusive sin tu serie de televisión, es probable que estés queriendo negar o evitar algo de tu vida que no quieres ver o procesar (claro, esto es a nivel inconsciente para ti), pero date cuenta, si te alimentas de la vida de los demás, si te la vives hablando de otros (sean artistas o no), es probable que sea momento de voltear a ver tu vida y encontrar riqueza, aventura y alegría en ella.
El cerebro también se alimenta, tu mente recibe diferente tipos de alimentos, algunos son dañinos y otros son positivos. Cada vez que ves, escuchas o platicas algo que trae consigo drama, chisme o estrés, tu cuerpo no distingue si eso que estás escuchando es real o no, tampoco si tú lo estás viviendo o no, simplemente reacciona en consecuencia segregando adrenalina, cortisol y demás hormonas que en exceso dañan a tu cuerpo y te generan ansiedad.
Aclaro algo: no significa que TODAS LAS TELENOVELAS SON DAÑINAS PARA TU MENTE, significa que las telenovelas que están llenas de dramas, estereotipos exagerados, juicios de “el bueno y el malo” y que no te hacen reír, sí te hacen daño a tu cerebro. Así es que si vas a ver telenovelas, ve las que te hagan reír.
Por las famosas neuronas espejo, conocido también como empatía. No somos objetos viendo a otros objetos hablar. Somos personas viendo a otras personas que emiten ciertas emociones actuar. Y dejamos de distinguir que es una actuación, nuestro cerebro se engancha con las emociones que está viviendo el de la pantalla, y simplemente te sumerges en ese mundo de manera inmediata.
Es como si un cable de tu cuerpo se conectara inmediatamente con el cable de los personajes de la tele, y dejas de distinguir si eres tú o el otro el que lo está viviendo, simplemente lo empiezas a vivir.
Yo soy fan de los actores, de su capacidad de meterse en un papel y experimentarlo de verdad, de transmitir emociones a los demás y ayudarnos a ver realidades del ser humano que quizás de otra forma no tendríamos tan claro.
Bueno, cuando encuentres un actor que te transmita eso, síguelo, obsérvalo, ve a sus obras de teatro, ve sus programas.
Pero si el actor lo único que te transmite es la exageración repetida una y otra vez del mismo drama (porque seamos francos, muchas telenovelas repiten el mismo drama toda la hora), pues, aún así valoro su profesión, pero me encantaría proponerle que busque otros libretos más ricos y positivos para los demás.
Observa tu cuerpo cuando estás viendo la televisión, y date cuenta cuando tu cerebro se nutre y se asombra por algo nuevo e interesante que ve, o simplemente cuando se alegra, relaja y divierte, en comparación a cuando se emboba, aletarga y estresa.
Es la mejor manera de elegir lo que ingieres a nivel cerebral, observándote y siendo honesto contigo mismo.
Te reto a que por una semana, te caches antes de decir un chisme o de hablar algo que tenga que ver por los demás, y mejor no lo digas.
Te reto a empezar a hablar de ti mismo, te reto a darle valor a tu realidad, te reto a abrirte a los demás y dejar de desviar la atención.
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