Las 3 R's que te quiero proponer te ayudarán a salir más rápido de estados emocionales densos o de sensaciones desagradables.
El otro día me inspiré, y llegué a éstas 3 R’s para vivir una vida con menos estrés. Quizás alguien más por ahí ya ha llegado a ellas, pero de momento las quiero institucionalizar como parte del método de desansiedad que te propongo.
El primer paso de mi método es Haz un alto y acepta, y dentro de éste paso, puedes practicar lo siguiente:
Mucha gente, terapeutas y gurus seguramente te dicen “tranquilo…respira”, y tú quizás piensas…”¡¡¡eso estoy intentando y no puedo!!” Y pues es lógico, cuando estás tenso, no puedes respirar tranquilo, eso es un hecho.
Tu estómago está tenso, tu pecho y tu espalda también…hasta el dedo chiquito de tu pie izquierdo lo está. Así es que para que pueda entrar oxígeno a tu cuerpo y proveerte de sus infinitas propiedades, primero necesitas relajar tu cuerpo.
Te propongo que te enfoques en hacer un alto de lo que esté pasando contigo e inmediatamente después relajar primero tu estómago, pues una vez que lo haces tu diafragma puede hacer mejor su trabajo y ayudarte a respirar mejor.
Pero también puedes descubrir cuáles son las partes de tu cuerpo que sueles tensar más, y entonces, después de relajar tu estómago, suelta tus pies, hombros, espalda o músculos de la cara, dependiendo de qué tengas más tenso en ese momento.
Una vez que ya soltaste tu estómago, entonces sí puedes empezar a respirar. Y para respirar, te recomiendo que lo hagas a nivel de diafragma, esto significa que el aire que entra lo llevas hasta la boca de tu estómago.
Normalmente al respirar inflamos mucho nuestros pulmones, pero necesitamos (poco a poco) ir practicando el llevar el oxígeno al diafragma, ya que al hacerlo, le mandamos el mensaje a nuestro cuerpo de que ya puede relajar (se activa el sistema nervioso parasimpático).
Y ahora, no quieras ni pretendas respirar como brisa de verano al instante, necesitarás enfocarte en ir bajando el ritmo de tu respiración, al mismo tiempo que aumentas su profundidad durante unos momentos…pero la idea es que sientas el aire entrando.
Al exhalar puedes volver aprovechar para liberar más tensión de tu cuerpo.
Ahora sí, puedes responder, ¿qué necesito hacer ahora para resolver esto que está pasando? ¿cómo lo enfrento? ¿qué necesito para sentirme mejor? ¿qué voy a hacer?
Quizás necesitas ponerte a debatir un pensamiento, expresarle a alguien tu molestia, poner un límite, pedir ayuda, irte a dormir, a escribir…¡lo que sea! pero ya lo harás mucho más tranquilo.
Te platico brevemente que hay dos principales maneras de responder ante el estres: evitar o enfrentar. Claro, también nos podemos paralizar pero ahí sobre todo hay que aplicar las 3 R’s. Y bueno, cuando evitamos el estrés tiende a aumentar, y cuando enfrentamos el estrés disminuye y pasas mucho menos tiempo segregando adrenalina y tensión en tu interior.
Así es que te hago una gran invitación para empezar a enfrentar y resolver.
Algo muy importante: resolver no significa que el problema desaparece, significa que te enfocas en lo que tú necesitas y te encargas de resolver esa necesidad para poder sentirte más en paz.
Espero que éstas 3 Rs te ayuden para sentirte mejor en el día a día, platícanos qué tal te va usándola.