Si cada quien mejorara la manera en la que se trata, nos trataríamos mejor entre todos.
Aquí te recomiendo unas simples formas de ir mejorando la manera en la que te tratas:
Tente un poco más de paciencia, esto no significa que no te plantearás metas y objetivos para sentirte mejor, significa que sabes que eres humano, y que el proceso y evolución es paulatino, que no puede ser de un día para el otro.
Cuando eres tu propia prioridad, dejas de descuidarte a ti mismo, de cargar responsabilidades que no te tocan y te liberas de enojos acumulados que en el fondo guardas por sentir que los demás te quitan el tiempo. Hazte tu prioridad y haz lo que necesitas hacer por ti primero, y ya luego compartes ese amor que traes dentro con otros.
La manera en la que te hablas es crucial para mejorar tu autoestima y satisfacción personal, si te hablas con groserías, te insultas, te regañas y te reprimes, ¿qué puedes esperar que hagan los demás contigo? prácticamente lo mismo. Así es que háblate bonito, así como le hablarías a tu enamorado/a.
Con horas de trabajo, comida, alcohol o diversión, todo malpase genera un desequilibrio interior, y el desequilibrio puede evolucionar en desansiedad. Así es que cuídate a ti mismo, reconoce cuándo te estás sobrepasando, y ponte un límite, simplemente haz un alto y deja de hacerlo.
Si tu desconfías de ti mismo, crees que no eres capaz, que siempre estarás en tal situación, que te has demostrado mil veces que no puedes… y abandonas tu propia causa, entonces, te estarás generando esa misma realidad que no quieres. Ten fe en ti, confía en que sí puedes, y empiézate a generar esa nueva realidad.
Si esperas lo mejor de ti mismo, te convertirás en quien realmente eres.
¿Cómo podrías consentirte un poco más? Nadie mejor que tú sabes lo que te gusta, quizás son los esquites de la esquina de regreso del trabajo, un masajito en la noche con agua caliente en los pies, o ver tu serie favorita, o simplemente, darte chance de abandonar todas esas cosas que tienes que hacer y dedicarte a descansar. Regálate un chocolate de vez en cuando, ten detalles contigo como los tendrías con tu pareja, y entonces, te convertirás en la persona que más amas en la vida.
Todas esas veces que te reclamas y te culpas, que te presionas por ser alguien diferente, que te quejas de ti mismo e inclusive te avergüenzas… cáchate y activa el perdón y la compasión por timismo, de comprender por qué lo haces, y más bien, entenderte y con empatía guiarte a un lugar donde te sientas más en paz, pero partiendo de la paz y no de la lucha.
Por favor, si tu hijo no llega a la escuela y se queda en casa, ¡perfecto! al día siguiente sal más temprano, pero deja de correr por las calles o en tu coche, la prisa nos pone en un estado de alerta y activación de nuestro sistema nervioso que lo único que genera es que minutos después estés agotado y desgastado. Olvídate de la prisa, organiza tu tiempo y tente paciencia.
Creo que la manera en la que tratamos nuestro cuerpo es un símbolo perfecto de qué tanto nos queremos. Si te la vives criticando tu cuerpo o bien, explotándolo, significa que te falta aprender a amarte a ti mismo tal y como eres. Acepta tu cuerpo como es, encuentra su propia belleza y perfección, sea como sea, es hermoso, y si las revistas te dicen lo contrario, deja de comprarlas, y si la tele te dice lo contrario, por favor deja de verla.
El que sientas te hace humano, y rechazar tus sentimientos es lo mismo que rechazar que eres humano. Es mentira lo que se nos ha dicho que hay que luchar contra la vulnerabilidad o debilidad, y esto nos ha generado que hemos perdido el contacto con una fuente de sabiduría impresionante que son nuestros sentimientos. Acepta tus sentimientos, déjate llorar o sentir enojo, contacta con cómo tu cuerpo reacciona cuando los sientes, canalízalos y descubre la información que traen para ti.
Trátate como si fueras la persona que más amas en la vida, y tarde o temprano, terminarás amándote realmente por quien eres. Acéptate y compréndete, y date lo que tú sabes que mereces recibir.