Hablaré de quienes sí tienen pareja y cómo la ansiedad se relaciona con tener pareja.
El tener pareja es algo que motiva al ser humano desde muy pequeño, y ocupa un lugar muy importante en nuestra mente. Si no tenemos pareja, estamos en su búsqueda, en su deseo. Y si ya tenemos, estamos en la lucha por su permanencia. Entonces estamos en el deseo y en el miedo, y cada vez que estamos en alguna de éstas dos, sembramos las semillas para la ansiedad.
El desear algo no es malo, pero sí cuando se convierte en una obsesión y cuando crees que eso que deseas te proveerá de una felicidad que en el momento presente no tienes, o que ya cuando lo obtengas podrás sentirte completo y satisfecho. Por el otro lado, una vez que lo obtienes, como lo deseaste tanto y por tanto tiempo, entonces llega el miedo de perderlo, pues claro, si pierdes eso que obtuviste y deseaste seguramente se irá junto con eso tu felicidad y tu paz.
Pues no es así, la realidad es que ya estás completo, así como eres, no necesitas “obtener” nada para estarlo, ya podrías ser feliz con lo que tienes y con lo que eres ahorita. Y en caso de que tengas pareja, ya podrías disfrutarla así como es la relación hoy, ya tienen todo lo que necesitan para ser felices juntos hoy, y si un día llegas a separarte de ella, habrás disfrutado sin el miedo a perderla, por lo que realmente lo habrás vivido y experimentado, y probablemente te lamentarás menos por perderlo, pues te darás cuenta que no dejas de estar completo, y sobre todo, que mientras duró, lo disfrutaste al 100%.
Bien pero eso fue un simple mensaje de “haz consciente si vives tu relación de pareja junto con un miedo a perderla, consecuencia de un intenso deseo de obtener lo que el tener una pareja te da”. Y atrévete a perder ese miedo y empezar a disfrutar que hoy estás con esa persona con quien disfrutas compartirte.
1.- Valoras tanto y deseaste tanto tener una pareja, o le das tanta importancia, que cuando la tienes, pones en prioridad sus deseos y sus preferencias, haciendo a un lado las tuyas.
2.- Como existe una creencia de que “he de consultar todo antes con mi pareja”, le consultas todo lo que piensas, todo lo que estás considerando hacer, lo que tienes dudas, lo que deberías de hacer, en fin, valoras tanto su opinión que se la pides en todo momento. Esto no es malo, nada en la vida es malo, pero, puede ser poco funcional cuando lo haces todo el tiempo, y pierdes tu poder para decidir, de seguir tu instinto, de ser creativo, te alejas del contacto con tu maestro interno que siempre tiene las respuestas.
3.- Dejas de hacer cosas que antes de tener pareja disfrutabas hacer tú sólo. Y es lógico, el estar con alguien con quien disfrutas estar, que te gusta y que sientes atracción, suele ocupar una prioridad en tu vida cuando lo encuentras. Pero hay que tener cuidado que no se convierta en un hábito o costumbre el hacer a un lado tus propias actividades al grado máximo de ya no hacer tus propias actividades y que todo gire en función de estar con tu pareja. El tener pareja es una rebanada de tu pastel, más no tu pastel entero. Tal vez pueda ser el dopping, o el azucar glass, pero no el pastel entero.
4.- El tener pareja saca lo mejor y lo peor de ti mismo. O poniéndolo en palabras más sanas, saca tus dones y tu esencia, así como tus inseguridades y tus miedos. Especialmente tus inseguridades y tus miedos. Al tener pareja se te dispara tu miedo a quedarte solo, tu inseguridad hacia tu aspecto físico, tu miedo a no ser lo suficientemente valioso, miedo a que te estén engañando, tu inseguridad de ser menos que los demás y que te pueda dejar por alguien más, tu inseguridad a quedarte desprotegido, tu necesidad de que alguien te cuide, que te digan que vales la pena, que eres hermoso. Tu pareja es tu mejor maestro, y te enseñará quién realmente eres, si te enfocas en conocerte a través de la experiencia de tener pareja, probablemente dejarás de exigirle, o de necesitar que tu pareja haga ciertas cosas o sea de cierta manera. Tomarás el aprendizaje y realizarás los cambios que consideres necesarios en tu persona, le expresarás tu amor, y serás capaz de ver si estás en una relación en la que realmente quieres estar.
5.- El tener pareja puede ser consecuencia de un miedo anterior a no estar solo, y es probable que hayas elegido a tu pareja por esa razón, y no tanto porque con ella pudieras ser tu mismo y disfrutar cada momento que compartes, y entonces, el estar con tu pareja se convierte en una especie de prisión que te genera ahogamiento y ganas de salir corriendo, pues en realidad no quieres estar ahí, pero tienes demasiado miedo como para irte.
Cuando te sientes necesitado, esto es lo que compartes en una relación. Pero cuando estás abierto al amor, recibes amor, y si no es amor, no tienes por qué quedarte ahí. Dr. Miguel Ruiz.
Primero que nada, haz una revisión de cuánto tiempo le dedicas a tu pareja y cuánto te dedicas a ti mismo. Cuántas actividades que disfrutas has dejado de hacer. Qué cosas que son realmente importantes para ti has decidido ceder. Básicamente revisa si has puesto a tu pareja antes que a ti mismo. Si es así, retoma el amor a ti mismo, no tienes que dejar a tu pareja, simplemente empieza a tratarte a ti como tu propia pareja. No podrás ser pareja de nadie más antes que no seas la tuya. Ve por tus propias necesidades, cuídate, consiéntete y trátate de la misma manera en la que tratas a tu pareja. Busca tu espacio y actividades que compartas contigo mismo, para que el momento que compartes con tu pareja sea de calidad, y no llegues a aventarle tus necesidades y tus carencias.
Segundo que nada, recuerda que tu pareja es tu maestro. No es alguien a quien hayas de exigirle cosas o pedirle que satisfaga tus necesidades, es tu maestro y en dado caso, tu amigo y tu compañero que te puede ayudar a superar tus miedos y tus inseguridades, más él no te los quitará, él o ella no son el príncipe valiente que llegará a salvarte de ti mismo. Sigues estando contigo mismo, y sigues necesitando evolucionar y trascender tus inseguridades, sigues necesitando aprender a conocerte, y así poder darte a conocer a los demás.
Tercero que nada, intenta tomar tus propias decisiones antes de consultarlas con tu pareja, claro, si la decisión afecta directamente tu relación, sí consúltalo, pero si son decisiones como…”no se si bañarme primero y después ir al doctor”, pues, consúltalo contigo mismo antes de querer que tu pareja resuelva todo por ti o te diga que hacer, liberándote de la responsabilidad que tienes para contigo.
Cuarto que nada, revisa qué tan ahogado te sientes en la relación, y cuestiónate si tiene que ver con un miedo a perder a tu pareja y quedarte desamparado o demasiado dolido, para que entonces te dediques a recuperar tu poder y tu centro personal, y te dediques a disfrutar a tu pareja más que a necesitarla.
y finalmente, recuerda que el tener pareja es para disfrutar, compartir y aprender, pero que antes de hacer eso, has de poder disfrutar contigo mismo, amarte a ti mismo de la manera en la que quieres que el otro te ame, pues si tu no te amas, ¿cómo sabrá tu pareja cómo amarte? ¿cómo podrás distinguir cuando estás en una relación sin amor? ¿cómo podrás tener el valor de hacerte a un lado en caso de que no sea lo que quieres para tu vida?
Necesitas aprender a conocerte, aceptarte y amarte tal como eres, y estar en pareja, es para mi gusto, la mejor oportunidad que existe para hacer eso, pues representa todo lo contrario; el riesgo de enfocarte en nada más conocer y amar al otro, perdiéndote a ti mismo de vista en el camino.
Por eso cuando logres estar contigo mientras que estás en pareja, amarte mientras que amas y eres amado… verás que las tensiones, la sensación de ahogo y la ansiedad que acompañan ésta experiencia, desaparecerán.
Algo que me hace mucho sentido, es entender que tu necesidad primaria no es “ser amado”, sino amar. Cuando logres estar en una relación por el mero placer de darte cuenta de tu capacidad de amar, tanto a ti mismo como al otro, dejarás de sentir celos, dejarás de exigir, dejarás de tener miedo a perder a tu pareja, pues estarás ahí por amor, para edificar, para crecer, conocerte, darle al otro lo que nace de tu corazón… y disfrutar por eso.
Puedes seguir leyendo mi otro post "8 razones por las que no encuentras pareja en tu vida"