En este post te quiero compartir qué esconde la incertidumbre para que la puedas usarla a tu favor.
La incertidumbre esconde confianza. Sé que al principio puede chocar. Si hay algo que nos hace sentir la incertidumbre en una primera capa es descontrol y desconfianza, pero al profundizar podemos descubrir que cuando nos enfrentamos a lo que no conocemos, nos conectamos con nuestra fuerza interna y nuestro poder. De esta manera nos abrimos a nosotros mismos, a los demás y a la vida. Es en esta apertura donde reside la confianza.
Cuando decides desprenderte de tu pasado aprendiendo lo que te dejó, no tienes información previa de lo que va a suceder. En realidad, antes tampoco la tenías, pero al estar apegados a nuestro pasado o preocupados por nuestro futuro, nos quedamos estancados en una zona de confort bastante incómoda.
Te comparto que cuando comencé mi etapa de buscar trabajo, entré en una espiral de incertidumbre tras incertidumbre. No tenía información previa sobre qué o cómo debía de hacer las cosas. Ante las dudas, noche tras noche quería instrucciones, pedía señales, me sentía insegura y no lograba aclarar mis ideas.
En aquellos momentos no me sentía dueña de las decisiones que tomaba. Dejé de crear mis días y no planeaba actividades porque estaba ante la incertidumbre de que me saliese un trabajo. Toda mi realidad giraba en torno a esa posibilidad futura. A la par surgía la incertidumbre de cambiar de lugar, de irme a vivir lejos de mi tierra y mi opción fue no tomar decisiones.
Así estuve un tiempo acumulando frustración y enojo, hasta que el malestar se convirtió ansiedad y tuve la posibilidad de abrirme a otras formas de pensar, crear y actuar. Empecé a tomar decisiones conscientes y a hacer lo que me apetecía en cada momento. El trabajo y la mudanza no tardaron el llegar.
“Los momentos en los que pareces haber perdido el rumbo son los que te enseñan el camino”
Sé que la incertidumbre puede generar mucha ansiedad y por eso quiero compartir contigo el camino de la incertidumbre a la confianza.
Te contaba que cada noche pedía señales para que me orientasen a tomar las decisiones correctas. Las señales aparecían día tras día con la incertidumbre. La vida me estaba regalando abrirme a otras muchas oportunidades que ni siquiera imaginaba.
En una ocasión hablando con una amiga le comentaba que me sentía bloqueada. No sabía qué decisiones tomar y quería encontrar mi rumbo. Al compartírselo me dijo algo que aunque ya lo había escuchado otras veces, en ese momento sentí un click por dentro, “¿ te das cuenta que el no decidir y el no hacer es una decisión?” Mis ojos se abrieron como platos y empecé a dejar de temer tanto las decisiones que tomaba, porque me di cuenta de que ya las estaba tomando.
Al abrirte a las señales sin expectativas permites aprender lo que necesitas y aceptas el momento por el que estás pasando sacándole todo el jugo posible.
Estamos educados para el pasado. Predecimos nuestro futuro basándonos en lo conocido. Por ejemplo, si empiezas a sentirte mal recordarás las veces en las que te has sentido así, aumentando con ello tu malestar y creyendo que de esa manera lo podrás controlar.
“Abrirte a este momento significa adentrarte en lo desconocido, no tener las respuestas, a sentir.”
Cada momento es único. Tú ya no eres la misma persona de ayer. Siendo así,¿por qué habría que pasarte lo mismo? A cada instante tienes la oportunidad de tomar consciencia de esto porque cada instante es un nuevo presente. Descubre las 10 señales de que vives en el presente.
No te preocupes si sigues repitiendo experiencias o actitudes que no quieres. Si se vuelven a presentar, te están ofreciendo la oportunidad de sanarlas.
“No necesitas superar todos los obstáculos para avanzar, basta con que te des cuenta de que ya tienes todo lo que necesitas para abrirte camino”
Las excusas que nos podemos poner para auto sabotearnos son muchas. Algunas de las que más he usado y a veces vuelven a rondarme son: “no tengo tiempo, debería de estar más preparada, no se cómo hacerlo…”
Se que puede estar muy trillada la frase o la puedes haber visto en muchos sitios pero eso que dicen que “El mejor momento para hacerlo es ahora”, es cierto. No necesitas aprender nada más para hacer lo que quieras hacer. Solo necesitas darte cuenta de que tienes todo para ser feliz en ESTE MOMENTO. No se trata de alcanzar un estado zen, ni de que los planetas se alineen para que lluevan pétalos de rosas en tu camino.
Deja espacio para que lleguen nuevos aprendizajes pero en su momento, ni antes ni después.
Conclusión
En la incertidumbre me encontré conmigo. Descubrí rasgos de mi personalidad que desconocía o que creía perdidos y sobre todo, recuperé la confianza. Así que te animo a que te adentres en el camino de lo desconocido, que no es más que un encuentro contigo.
“El ahora es tu oportunidad y cada instante es un nuevo ahora.”