Es importante que te des cuenta para que no te vayas por la finta y trabajes con las causas de raíz.
La causa de cualquier padecimiento emocional son factores más profundos que trabajan a nivel de nuestros pensamientos, creencias, estilos de comportamiento y respuesta ante la vida, y manejo de nuestras relaciones y emociones.
Los disparadores, son situaciones que suceden de un momento a otro y activan las causas que estaban “dormidas”.
Digamos que la ansiedad está latente cuando hay dentro de nosotros ciertas actitudes, creencias y comportamientos, y cuando éstas causas se acumulan, hacen uso de los disparadores para manifestarse.
Por ejemplo, es común para mi escuchar que “me dio ansiedad porque me despidieron del trabajo, o porque mi padre falleció, porque me cambié de ciudad, por fumar marihuana…”, etcétera.
Todos esos son disparadores, son los eventos que fueron la gota que derramó el vaso, pero el vaso… ya estaba lleno.
Así como lo muestra la imagen, cuando echas una pastilla efervescente a un vaso con agua, se genera la combustión necesaria y el efecto son las burbujas. Si aventáramos la misma pastilla a un vaso vacío, no pasaría nada…
Entonces, hazte de cuenta que tu tienes cierta cantidad de agua, la cual depende de la tensión que tienes acumulada dentro, tus miedos generados por tus creencias, actitudes y comportamientos, y el evento disparador fue la pastilla.
Es por eso que cada quien reacciona diferente ante un mismo evento o situación, pues dependerá de su cantidad de agua.
Claro, suponiendo que no tengas agua en tu vaso, pero vives expuesto a muchos de los disparadores por un corto periodo de tiempo y con alta intensidad… bueno, pues es probable que derives en un trastorno de estrés postraumático con su consecuente ansiedad. Pero trabajas el evento o el disparador, y la ansiedad se va.
Te recomiendo que revises si dentro de ti ya habían causas más de tu forma de actuar y ser contigo mismo y los demás, y que diferencies estas causas de los disparadores. Para que te enfoques en trabajar de raíz y que no creas que la próxima vez que te corran de un trabajo te va a volver a dar ansiedad, pues si vacías tu vaso del agua, si modificas esos patrones de pensamiento y comportamiento, entonces… la pastilla hará menos efecto efervescente, o al menos podrás realmente controlar la efervescencia o no la generará.
Para que realmente puedas transformar la ansiedad en libertad, te recomiendo que trabajes con las causas profundas que generaron que el disparador te hiciera efervescer, y de esta forma, estarás previniendo para que los eventos de tu futuro no te generen tanto problema. Sí puedes vivir sin ansiedad, créeme que puedes volver a disfrutar de tu vida y enfrentarte a situaciones estresantes, pero sí es necesario esa evolución interior de la que tanto hablo, y también créeme, vale la pena hacerlo, pues cuando habitas en la realidad del momento presente, cuando crees en ti y generas tu propia realidad, accedes a mucha más felicidad de la que creías que existía.