El simplemente de desconocer cuál es tu misión en ésta vida, y para qué llegaste aquí, puede generar muchísima ansiedad.
El desconocer el sentido de nuestra vida nos genera ansiedad pues llega la duda y la incertidumbre acompañada de inseguridad, de si estamos haciendo lo correcto o no, y ante momentos de insatisfacción y vacío existencial, nos sentimos perdidos y con una necesidad ferviente de que hemos de retomar el camino…Pero…¿cuál? ¿cuál es ese camino? Es difícil encontrarlo mientras que estamos confundidos y desconfiando de nosotros mismos.
1.- Confusión de misión de vida con misión imposible
Confundirnos al pensar que la misión en nuestra vida tiene que ver con algo grande, llamativo, extraordinario a la vista de los demás, y que ha de ser algo así como… ganar una medalla de oro, aparecer en los periódicos, tener una galería famosa, ser director de la mejor empresa nacional, etc. Además sería difícil saber si esas personas realmente están logrando su misión en la vida, o si están luchando por satisfacer alguna necesidad no cumplida como darle gusto a su papá. Como no sabemos, mejor dediquémonos a voltear la visión a nosotros.
Pero creo que la misión de tu vida no tiene absolutamente nada que ver con lo que “haces”, si no más bien con quien “eres”. Existe una diferencia importante entre el ser y el hacer. Y en nuestra sociedad traemos un chip de que lo más importante es hacer, hacer y hacer y hacer. Olvidando y dejando de lado la parte del ser. Es por eso que llegamos a estar en momentos en los que nos preguntamos “¿Quién soy?” “¿Cuál es mi misión?” Pues el “hacer” no ha logrado satisfacer tu plenitud existencial, sientes que no refleja tu misión ni tu pasión. Una vez que regreses tu mirada y tu intención en tu “ser”, el hacer se dará por añadidura, será una consecuencia de eso que tu sabes que eres, no te costará trabajo elegir, verás claramente en dónde expresar tu ser y de qué manera, y al hacer eso que expresa tu ser, colaborará a tu plenitud y a tu satisfacción existencial.
2.- Pensar más en los demás que en ti mismo
Pensar constantemente en lo que piensen los demás de ti, pues al estar pendiente de eso, dejas de ponerte atención a ti y a lo que tú eliges y lo que a ti te gusta.
3.- Ponerle cifra económica a tu misión
Pensar que tu misión en tu vida tiene que ser algo productivo en términos económicos. Si empiezas por ahí, probablemente te dediques a algo que deje dinero, pero que no te satisfaga. Si haces lo que corresponde a tu misión, te aseguro que tendrás seguridad económica.
4.- Confundir preocupación con búsqueda
Estar pensando constantemente en que tienes que encontrar ese sentido para ser feliz. No sirve de nada pensarlo y presionarnos, deja de hacerlo, y empieza a hacer lo que más adelante verás.
5.- Catastrofizar la situación
Creer que si no lo encuentras habrás desaprovechado toda tu vida, tus años más valiosos y defraudado a Dios y a tu familia. Nadie te exige nada más que tú mismo, y cuando dejes de creer eso podrás abrirte a descubrir tu misión.
La pasión es algo que puede cambiar más fácilmente que la misión, y la misión más fácil que el sentido.
Imagina que el abuelo de la familia, que tiene la sabiduría de la vida, es tu sentido. El papá es la misión, aquél que está enfocado en llevar a cabo las cosas. Y el hijo es la pasión, aquél que se deja descubrir, vivir, experimentar y gozar.
La pasión te va a ayudar a cumplir con tu misión y al llevar a cabo esa misión, podrás satisfacer el sentido de tu vida.
Ahorita tu misión puede ser crear una sociedad más sana, y lo logras con tu pasión que puede ser trabajar con niños. Pero puede ser que en el camino te des cuenta que te apasiona ayudar a los viejitos, tu misión sigue siendo la misma, pero la cumples a través de siguiendo diferentes pasiones.
Y una vez que sientes que estás llevando a cabo tu misión de hacer una sociedad más sana, entonces satisfaces el sentido de tu vida, que puede ser compartir tu felicidad con los demás.
La pasión es algo que te motiva y te llena de energía, y lo mejor sería encauzar esa energía a la misión que te ayudará a satisfacer el sentido de tu vida.
El sentido de tu vida es algo más abstracto, que tal vez no puedes poner en palabras o en conceptos claros; la misión es lo que te ayudará a llegar a ese sentido; y la pasión es algo más visible y tangible que te permite cumplir esa misión, y puede ir cambiando con el tiempo.
El camino para descubrirlo es empezar por lo más alcanzable y sencillo de descubrir en ti, lo cual es: lo que te apasiona.
No te quieras ir luego luego al sentido, o a algo inalcanzable, empieza por lo que en tu día a día disfrutas hacer.
Una vez que descubres lo que te apasiona, puedes empezar a visualizar cuál es tu misión en éste momento de tu vida.
Si te dejas llevar por esa misión, y empiezas a actuar al respecto, entonces en un chispaso, de repente, la inspiración te permitirá darte cuenta del sentido de tu vida.
Cuando dejes de querer encontrar la misión en tu vida, y te dediques a disfrutar tu presente, encontrarás lo que te apasiona, y al encontrar lo que te apasiona, descubrirás tu misión.
Para lograr esto, has de dejar de poner tu atención en lo que “haces”, y empezar a ponerle atención a quien “eres”.
Algo que nos impide ver nuestra esencia, nuestra pasión y nuestra misión, es estar pensando en el cumplir, lograr, llegar, pues perdemos de vista nuestro presente y nos estresamos por un futuro que puede parecer inalcanzable.
Un ejemplo:
El sentido de mi vida es ser feliz, y mi misión actual es compartir con los demás lo que descubro que para mí me ayuda a ser feliz, esto lo logro siguiendo mi pasión que es descubrir e inventar lo que sea que me permita evolucionar.
Además de que me apasionan los animales, la naturaleza y la comida, los cuales no tienen misión actualmente más que contribuir a ese sentido de mi vida de ser feliz.
1.- Sigue tus inspiraciones de cada día, empieza por ahí… hazlo, y lo demás se te irá aclarando.
2.- Escribe tal cual como lo haría una empresa, cuál es tu visión de ti mismo y de la vida, cuáles son tus valores, y cuál es tu misión. Viéndote a ti mismo como una empresa que estás dando esa información al mundo.
3.- Paso seguido, empieza a actuar.
Para concluir, te dejo este video del gran Viktor Frankl, espero te ayude tanto como a mi me ha ayudado a vivir mi vida con sentido.