Creo que lo ideal más bien es saber qué hacer con las expectativas, qué tipo de expectativas ponerte y cómo vivir en tu presente
¿Cuál es el problema de ponerte expectativas?
El problema no es tanto que tengas expectativas, sino lo siguiente:
el tipo de expectativa que te poneslo que haces con ella una vez que apareceque mides la realidad en función a ellaque en el proceso de alcanzarla seas inflexible
Por ejemplo, mientras más específica o exacta sea tu expectativa, más probabilidades hay de que salgas frustrado. Y por otro lado, en cuanto a lo que haces con ella, es que normalmente, (desde mi observación clínica), es… esperar a que se cumpla por sí sola.
Es por eso que mientras más lejana resulte ser la realidad de tu expectativa, más te frustras y angustias, cuando seguramente la realidad fue mejor de lo que tu esperabas, pero al tener una expectativa, no lo logras ver. Es como si en tu mente tuvieras un molde cuadrado, y la realidad resultó ser redonda, no vas a ver los beneficios de que ahora puedes girar porque te quedas con la atención puesta en el “debió haber sido cuadrado”.
Y suponiendo que en el proceso de que estás haciendo todo lo posible porque se cumpla tu expectativa, y no sucede de la manera exacta que quieres, pero tú insistes e insistes llegando a actuar por la fuerza, eso, definitivamente, no funciona y te generará un problema, pues dejas de ver que tu forma quizás no es la indicada y te pierdes de ver de qué otra forma sí podría ser.
Muchas veces tomamos un papel o un rol pasivo ante las expectativas, o sea, queremos sentarnos a observar cómo es que eso que esperamos suceda, de ahí que espero como expectante, eso, definitivamente, es lo que no funciona y puede generar frustración.
Te puedes dar cuenta que eres un espectador ante tus expectativas cuando:
esperas que el otro adivine lo que tendría o debería de haceresperas que el otro adivine lo que te gusta, lo que quieres, lo que sientesesperas que el otro piense la misma solución o idea que tú estás pensandoesperas que suceda porque sería lo más lógico para ti que eso sucediera
Esto significa, que cuando esperas que suceda algo, sólo estás pensando en tu cabeza “por qué no lo está haciendo” o “por qué no está sucediendo”, mientras que por dentro acumulas tensión y enojo, el cual termina saliendo con una frase “indirecta” que el otro debió haber entendido o con conflictos y malos entendidos.
O sea, no dices desde un inicio lo que esperas del otro o de la vida, pues crees que los demás y la vida piensan lo mismo que tú, y ese es el error.
en el momento que te des cuenta que estás esperando algo de alguien más, necesitas decírselo.cuando creas que alguien más está pensando lo mismo que tú, necesitas preguntar y confirmar.cuando en tu mente tienes la idea perfecta de lo que quieres que suceda, necesitas ser descriptivo.una vez que comunicas, lo ideal es que confirmes con el otro qué fue lo que entendióhazte cargo de que suceda, toma la responsabilidad, aunque eso signifique pedir ayuda
Yo todavía no llego al punto de no generarme expectativas en mi interior, aunque sí puedo decir que han disminuido quizás en un… 70%, y es un hecho que esto me ha permitido ser más libre y feliz.
Y lo que yo te puedo recomendar para lograrlo, es lo siguiente:
responsabilízate por lo que esperasdéjate asombrar por lo que sí haymodifica tu tipo de expectativavive hoy, lo que esperas que suceda mañanapasa de tener expectativas a tener decretosponte sueños o metas a corto plazoaprende a cambiar de rumboaprende a visualizar
Responsabilízate por lo que esperas
Esta es un poco complicada, pues para lograrlo, necesitas dejar de lado los cuentos de hadas donde todo sucede por arte de magia (las cosas sí suceden como por arte de magia pero una vez que haces algo para que suceda).
Por ejemplo, si yo espero que mi esposo me traiga flores, en lugar de estar observándolo a ver a qué hora se le ocurre, le voy a decir tal cual “mi amor, me encantaría que un día de estos me sorprendas con unas flores que huelan rico”. Quizás puedes sentir que se pierde el romanticismo, pero no es así, al contrario.
O en el trabajo, seguramente tu esperas que cuando pides algo, te lo entreguen de tal forma o en tal fecha, y das por hecho que el otro lo entiende, pero no es así, entonces necesitas decirle tal cual lo que estás imaginando que va a suceder, para que por lo menos se acerque la realidad a tu expectativa.
Déjate asombrar por lo que sí hay
Muchas veces por tener una expectativa, perdemos de vista la realidad y lo que ella trae para nosotros. Por ejemplo, a veces sucede… que esperamos enamorarnos de una persona con ciertas características muy específicas, y por estar fijados en esas características, no nos damos cuenta de lo increíble que puede ser alguien que tenemos frente. Y con esto me refiero más que nada a cosas superficiales o características que no hablan de lo que realmente importa en lo profundo.
Entonces, al despedirte de la imagen preestablecida de lo que esperas que suceda, te das cuenta de que lo que está sucediendo es increíble.
Modifica tu tipo de expectativa
Con esto me refiero a que lo que esperes que suceda sea algo más profundo que superficial, que no te obsesiones o claves tanto con los detalles, sino con cómo te quieres sentir una vez que se cumpla esa expectativa. Es enfocarte en el resultado final, más no en el camino para llegar a ese resultado.
Hay infinidad de formas y caminos para llegar a donde quieres llegar, lo que yo he podido experimentar es que esos caminos se van trazando solos, y que lo que realmente importa, es que yo active en mi interior lo que quiero experimentar con ese resultado, y el resultado se da más rápido y de mejor manera de la que yo me hubiera imaginado.
Vive hoy, lo que esperas que suceda mañana
Reforzando el punto anterior. Por ejemplo, supongamos que mi expectativa es que me asciendan de puesto para sentirme más confiado y seguro con mi economía, y al sentirme confiado y seguro poderme sentir tranquilo y en paz. Entonces… lo ideal sería que con o sin ascenso, hoy actives dentro de ti el sentirte en paz, y eso será lo que generará que asciendas de puesto si va de la mano con sentirte en paz.
Porque de otra forma, tu esperas que al tener ese puesto te vas a sentir en paz, pero puede ser que no sucede así, y entonces más frustración. En cambio, si hoy estás en paz, sólo recibirás más de lo mismo.
Pasa de tener expectativas a tener decretos
Para mi el decreto significa que agradezco por lo que ya es un hecho que tengo en mi vida, y eso genera que se siga generando y se multiplique. Y aquí lo importante, es que decretes lo profundo, lo que anhelas sentir en tu interior, y actives ese sentimiento en el momento que lo decretas. Y ahí es donde tú empiezas a actuar en función a ese decreto y todo a tu alrededor se acomoda para que suceda.
Ponte sueños o metas a corto plazo
Esto es otra cosa fundamental, un día comprendí que lo que soñaba para mis cincuenta años, era lo que quería hacer en mi presente. Realmente no sabes qué vas a querer hacer a tus cincuenta o a tus ochenta, quizás sí puedes saber cómo te quieres sentir a tus cincuenta u ochentas y eso es lo que decretas.
Pero a lo que voy, es que todos mis sueños que tengo en realidad son sueños que si hoy los estoy teniendo, es porque hoy quiero manifestarlos en mi vida, y entonces me pongo en acción para conquistar esos sueños lo más pronto posible, pero sobre todo, sintiéndome en el proceso como me quiero sentir mientras cumplo el sueño.
Digamos que el sueño no se cumple así de un día para el otro, lo padre de cumplir un sueño es el proceso y cada paso que das, y lo ideal es que en cada paso, se active en ti el sentimiento y la sensación que tu creerías que sólo cumpliendo el sueño llegaría a ti.
De esta forma, te evitas la frustración de llegar al lugar, y que resulta que no es lo que esperabas, pues en el camino ya lo fuiste disfrutando, y sabes que si no es lo que esperabas, seguramente es por algo y entonces te abres a descubrir el por qué y el para qué.
Algo que me ha quedado muy claro es que cuando las cosas no están fluyendo, es porque algo yo he de estar haciendo de la manera equivocada o simplemente al revés. Estoy convencida que cuando estoy en el camino que realmente quiero estar, todo fluye a mi alrededor… y quizás de repente me puedo topar con un tope, pero cuando ya es una pared, eso significa que es momento de hacer un alto, voltear a los lados y cambiar de rumbo. (sobre todo si ya intentaste tirar la pared con todas tus fuerzas y no pudiste).
Aprende a visualizar
Entonces, una vez que ya sabes cómo te quieres sentir, en las noches antes de dormir visualízate sintiéndote así, y visualízate comportándote y hablando como si ya fuera un hecho que vives eso que quieres vivir, y verás que aquí es cuando empiezas a mover tu realidad para manifestar “mágicamente” lo que deseas en ella.
Yo digo… ¿para qué preocuparte o ponerte expectativas si hoy puedes vivir como quieres vivir? y con esto me refiero a que he comprobado en los últimos años que mientras en mi momento presente esté viviendo lo que quiero vivir, aseguro mi futuro, pues el futuro será el siguiente presente.
Entonces, la verdad es que yo no creo en el sacrificio por alcanzar una meta, en sufrir por lograr, pues en mi experiencia, si hoy sufro y me sacrifico, lo más probable es que mañana siga igual, y que cuando alcance “la meta”, la satisfacción no será lo suficiente como para amenizar “las heridas de guerra”.
En lo que sí creo, es en el esfuerzo y en mantener el foco en ese sueño presente que deseo manifestar en el hoy, pero siempre con la mirada puesta en el “cómo me quiero sentir mientras lo hago”, pues al final del día… todos ponemos metas y sueños para sentirnos de tal forma, entonces no tendría caso sentirte mal por alcanzar una meta que te hará sentir bien.
Por supuesto que se vale soñar, y la diferencia del sueño con la expectativa es que el sueño te apasiona, te mueve y mueves al mundo con él. Con la expectativa… lo más probable es que nada más te frustres. Pero sí se vale soñar y creo que lo importante es soñar con tu presente y no irte tan lejos, y al mismo tiempo, mantenerte con la atención abierta para ver que la realidad tiene miles de opciones para ti y millones caminos y sueños ya cumplidos que hay que disfrutar.
Creo que sí vale la pena aprender a vivir sin expectativas, mientras que eso no se convierta en una expectativa… je je. Pero para lograrlo, nada mejor que vivir el presente y recibir lo que ya existe aquí, hoy, para nosotros, agradecer… y visualizarnos sintiéndonos como nos queremos seguir sintiéndonos. Y ser flexibles para ir tomando los caminos que nos van llevando a ese foco al que nos dirigimos, pero que ese foco sea cómo te quieres sentir en el camino, y no tanto a dónde quieres llegar.
Puedes continuar escuchando nuestro podcast sobre este tema.