Nos agobiamos por todo lo que nos vamos poniendo como requisitos para ser felices, hasta que nos preguntarnos ¿Cómo sé si soy feliz?
Claro, es lo que yo pienso. Pero si no fuera así… ¿entonces para qué? ¿para qué vivimos?.
Como existen muchas explicaciones filosóficas al respecto, algunas sencillas y otras complicadas, o bien existe la depresión que nos hace sentir que la vida no tiene sentido, yo he optado por buscar en mi interior realmente cuál es el sentido de mi vida, y me he dado cuenta que es solamente ser feliz.
Vine a la Tierra para ser feliz, estoy aquí para ser feliz, me quiero ir feliz.
La verdad no le encuentro otro sentido, pues realmente todo lo que hacemos y buscamos en la vida es eso, aunque esté disfrazado de otras cosas.
Como personas nos vamos haciendo a la idea de que necesitamos que sucedan ciertas cosas o situaciones para ser felices, para sentirnos bien o satisfechos con la vida, y le vamos poniendo disfraces a la felicidad, algunos ejemplos son:
Un requisito es todo aquello que crees que tiene que suceder para ser feliz, y algunos son:
Pocas veces defendemos nuestra propia felicidad. Defender nuestra felicidad significa hacer todo lo que está en nuestras manos para ser felices, generar los cambios que sean necesarios en nuestras vidas para sentirnos felices, explorar, movernos, evolucionar… todo con tal de que puedas acceder a la felicidad en tu interior.
Realmente nada ni nadie puede quitarte o darte la felicidad, más bien se trata de que tú hagas todo lo que está en tus manos para ponerte en los lugares y con las personas con las que puedes compartir esa felicidad que tu ya traes dentro.
Haz lo que sea necesario, di lo que necesites, libérate de culpas y cargas, deja de explotarte a ti mismo. Te repito, haz lo que sea que necesites hacer para ser feliz, no tienes por qué vivir infeliz, y si lo eres, créeme que puedes cambiar esa situación si te lo dispones.
Solamente tú sabes si eres feliz, y solamente tú sabes lo que necesitas hacer para serlo. Recuerda que ni la tristeza interna ni la desgracia externa tienen el poder de quitarte la felicidad. La felicidad es un estado interno constante que en lo profundo se llama plenitud.
Si existe algo en tu exterior que impide que expreses tu propia felicidad, haz lo que sea necesario para cambiar esa situación ¿para qué esperar?
Y tú… ¿cómo vas a defender tu felicidad?