Sí necesitas estar tranquilo y saber respirar para aprovecharlo bien.
Cuando respiras bien, le mandas el mensaje a tu cuerpo de que puede relajarse, porque cuando estás tenso y estresado, lo primero que haces es, cortar tu respiración, respirar pausado, o inclusive… dejar de respirar.
Además de mandarle el mensaje a tu cuerpo, también le mandas el mensaje a tu cerebro de que puede relajarse, ya que estás a salvo. De que hay suficiente aire, de que hay abundancia alrededor de ti… de que no necesitas de nada más para sentirte agradecido, estás respirando.
Para que puedas decir que respiras bien, se necesita de lo siguiente.
Ahora sí, qué onda con el diafragma. Es muy fácil, ¿cómo te das cuenta que un bebé está respirando? Por su panza, cuando inhala, se infla su pancita, y cuando exhala, se desinfla. Y si yo te pidiera que hicieras una inhalación profunda en este momento… seguramente inflas más tu pecho que tu estómago.
El diafragma se ubica aproximadamente a la altura de la boca de tu estómago, y cuando le mandas oxígeno, tu cuerpo recibe la señal de que ya se puede relajar. Esto es, porque de lo primero que hace tu cuerpo cuando se estresa, es pausar la actividad digestiva (ya que requiere mucha energía que necesita para atacar o huir).
Así es que… pon tu mano derecha a la altura de la boca de tu panza, y respira mandándole oxígeno, de tal forma que se infle tu panza, y que al exhalar, la desinfles. (por eso insisto tanto en que deberíamos de andar con las panzas fuera todo el tiempo).
A veces nuestra nariz está llena de mucosidad que no permite que el oxígeno llegue bien a nuestro cerebro. De aquí se derivan enfermedades como sinusitis y rinitis, y es por eso que luego te duele la cabeza, se te tapa el oído o sientes algo atorado en la garganta.
Como diría mi doctor neumólogo favorito… no es que estés enfermo, son mocos.
Y así es… la cantidad excesiva de mocos en tu nariz te impide mandar oxígeno a tu cerebro, así es que practica hacerte limpiezas de nariz, hay muchas opciones en la farmacia, aunque te recomiendo mucho el de agua de mar, como shot de mar para tu cerebro (también ayuda).
Simplemente cierra tus ojos y céntrate en tu respiración, sin querer controlarla… ponle toda tu atención, siente el aire entrando por tu nariz, sé consciente de que estás respirando, y agradece que estás respirando.
Y a lo largo del día.. haz altos, para que sientas tu respiración y el aire entrando por tu nariz. Date cuenta cuando dejas de respirar, o cuando respiras pausado, y haz este alto para restaurar el equilibrio.
Realmente, cuando te conectas con tu respiración, puedes llegar a sentir como todo tu cuerpo se infla al inhalar, se expande… y como se desinfla al exhalar. Conecta con tu cuerpo y siente este movimiento, y disfruta de que estás respirando.
Date cuenta de cómo el aire que te rodea es abundante, aunque estés en un espacio cerrado, el aire se las ingenia para entrar, y tu cuerpo se las ingenia para aprovecharlo. Así es que confía en tu cuerpo y confía en el aire, y deja que ellos se encarguen.