La manera en la que organizas tu tiempo es importante para bajar tus niveles de ansiedad.
Yo no solía ser nada organizada, en realidad era bastante desordenada y caótica (y en muchas cosas lo sigo siendo), pero después de la ansiedad aprendí que la organización, el orden y la estructura es muy importante para que a nivel mental también tenga orden y calma. Así es que poco a poco he ido aprendiendo a organizarme.
Mucho de mi organización se la debo a David Allen, quien tiene un programa sobre “Getting things done”, que trata sobre cómo ser productivo sin estrés y con la mente tranquila. Su método lo he ido mezclando con lo que comparte Danielle Laporte en su libro de “The Desire Map”, donde te va guiando para crear tu vida y plantearte tus metas en función de lo que te apasiona. (les comparto videos de sus trabajos en los enlaces)
Todo esto también lo mezclo con la filosofía zen respecto al tiempo, en la que habla de que menos es más, siempre cuando eso que hagas (aunque sea menos) lo hagas con tu atención puesta en el presente.
Y también gracias a Loup por diseñar tan inspiradores libros de organización.
Ahora, te quiero compartir un poco de cómo es mi organización personal, sobre todo ahora, al inicio del año donde hago un alto y me visualizo cómo me quiero sentir y cómo quiero llevar mi vida.
Las siguientes actividades corresponden a mi primer momento de organización, el que le da línea e intención a mis actividades diarias:
(este mismo proceso, lo hago hacia mi proyecto personal que es Desansiedad, te recomiendo hacerlo hacia tu empresa, negocio o trabajo).
Ahora te comparto un ejemplo de organización semanal
Estos organizadores semanales que me encontré me encantan, pues normalmente los hacía a mano. Para mí es importante tener más visible ciertas cosas, por ejemplo, el menú de mi bebé para la semana previamente elegido, así como el menú para el resto de la familia. (cosa que te recomiendo organizar desde antes para que vayas con mente clara al super y mente clara a la hora de preparar).
En estos organizadores también escribo el flujo general de mi semana, asignando los espacios para las diferentes cosas que necesito hacer. De ésta forma, reviso mi día antes de empezarlo y ya tengo claro cómo va a fluir.
Desde mi punto de vista, lo importante es que sepas que todo esto lo haces para sentirte tranquilo a lo largo de tu semana, para experimentar y vivir esa intención que te pusiste en un inicio, y vivirla en el presente que haces las cosas, en lugar de esperar a que llegue ese momento de sentirte así.
El punto es fluir con tu agenda y con tus actividades, teniendo bien en claro cuáles no son aplazables, y cuáles sí. Hay algo que me ayuda mucho para sentirme tranquila con todo esto y es pensar que “hago mi mejor esfuerzo”, además “hago lo mínimo indispensable para sentirme satisfecha conmigo”.
¿Esto que significa? que intento, de verdad intento, no llenarme de actividades, queriendo sentirme productiva con mil cosas por hacer, intento hacer lo mínimo indispensable para sentirme satisfecha y disfrutar más de el momento presente.
Ahora, cuando ya te encuentras en la borágine de las mil cosas por hacer, lo mejor es confiar en que tu agenda te irá avisando, y dedicarte a hacer una por una, quizás rápido, pero sin prisa, con tu atención puesta en lo que estás haciendo.
El saber qué vas a hacer y con qué actitud lo quieres hacer, es lo primordial para no agobiarte por todo esto.
Ahora, creo que es importante que sepas que constantemente estás cambiando, si eres mujer, cada 28 días pasas por diferentes estados de ánimo. Así es que también sintoniza contigo misma y contigo mismo para saber en cada momento hacia dónde fluye mejor tu atención, pero sin perder de vista las cosas que sabes que son importantes para ti por hacer.
Simplemente ve incluyendo actividades, saliendo de la rutina, improvisando o creando según como te sientes.
Y de vez en cuando, date momentos para hacer altos, para conectar contigo y redefinir hacia dónde quieres ir, quizás cambian tus metas o tus intenciones, es importante conectar contigo para tener claro qué quieres hacer en cada día.
Probablemente a lo largo de tu día piensas “tengo que meditar, tengo que lavar los platos, tengo que ir a comprar tal cosa”. Bueno esto genera mucho estrés. Mejor cámbialo por “quiero meditar…para…sentirme mejor, para estar en paz”, Entonces lo que en realidad vas a hacer es sentirte en paz.Nadie te obliga a hacer nada, realmente no tienes la obligación de hacerlo, siempre puedes elegir no hacerlo, la idea es que si haces algo sea porque tiene sentido para ti, un “para qué”, y que lo hagas realmente porque quieres. Como les comparto, inclusive lavar la ropa tiene un sentido si te preguntas “para qué” cuantas veces sea necesarias hasta que encuentres el sentido.
La manera en la que usas tu tiempo es un reflejo de cómo usas tu vida, así es que date cuenta que no eres una máquina hacedora de pendientes, es tu vida y simplemente necesitas organizarla para que tengas la mente clara y la puedas disfrutar más. Pero recuerda, con flexibilidad, sintonizando contigo y bajándole al ritmo.