El estar constantemente revisando tus signos vitales como tu presión arterial, temperatura, niveles de oxigenación, respiración o cualquier otra cosa que te preocupe que pueda estar mal en tu cuerpo y mente, te sumerge en un círculo vicioso de tensión que no es positivo, aunque en el momento creas que es necesario hacerlo. Te quiero compartir algunas ideas para sentirte mejor y preocuparte menos.
¿Por qué caes en la conducta de revisarte constantemente?
Básicamente, porque quieres vivir, y quieres o necesitas asegurarte de que todo está bien contigo, mientras que al mismo tiempo, por alguna razón, dudas de que así sea.
Hay muchas cosas que han de estar equilibradas o en ciertos rangos, para saber que estamos con salud, que todo está bien, a veces medimos estos rangos por prescripción médica, otras veces por mera preocupación personal y otras más por experiencias traumáticas.
Pero sobre todo, cuando tenemos miedo a enfermar o morir, entonces vamos a estar revisando constantemente que todo esté bien para asegurarnos que todo está bien.
La misma ansiedad es una causa en sí de que te estés revisando, pues te sumerge en un estado de alerta y miedo, preocupación por tu salud y la de los demás, y eso te lleva a buscar información que te haga sentirte a salvo y seguro, aunque en realidad, no terminas de recuperar la confianza o certeza de que todo está bien.
Piensas que revisándote estás haciendo algo para asegurar que sobrevivirás, que evitarás la enferrmedad o que te recuperarás de cualquier cuestión por la que estés atravesando. Tenemos el entendido de que precoupación = solución, a sentir o pensar que estás haciendo algo. En mi libro de "Cómo dejar de preocuparte", te explico más sobre cómo es que creemos que la preocupación en realidad es algo positivo, algo que nos pone a salvo.
Entonces, te auto vigilas, revisas y monitoreas, porque crees que esa es la forma de asegurarte de que todo está bien, y de que si hay algo que no lo esté, actuar rápido para evitar enfermar o morir.
Por este lado, date chance, ten compasión y comprensión contigo, te sientes en peligro y esta es una forma en la que has encontrado de sentirte más a salvo, (aunque en realidad no funciona del todo).
¿Por qué no funciona estarte revisando constantemente?
Aceptémoslo, por más que te estés revisando todo el día y los resultados sean positivos o favorables, de alguna forma siempre queda la duda, la incertidumbre, el “qué tal que el próximo sale baje o alterado, qué tal que ahorita fue un momento de buena suerte, qué tal que en unos minutos todo sale mal”. Sin darnos cuenta, estarnos constantemente revisando es una conducta que refuerza la idea de “hay algo mal en mi”, y cada vez que lo haces, aumentas ese sentimiento de desconfianza en tu cuerpo, y activas aún más la sensación de estar en algún tipo de peligro o en riesgo.
Además, es una distracción que te impide poner atención a aquello que realmente necesitas atender para equilibrar tu cuerpo, como quizás buscar menús saludables, salir a caminar, o despejar la mente de verdad.
Por otro lado, con la tensión que se genera ante estas conductas, impides que tu cuerpo y tu mente terminen de relajarse y fluir, cosa que necesitan para restablecer su propio equilibrio.
Igualmente, se puede generar una cierta obsesión, así como compulsión, a depender de que tus niveles de lo que sea que te mides estén bien, para poder relajarte, y en cuanto sientes miedo o ansiedad, acudes de nuevo a revisarte. La confianza se sigue depositando fuera de ti, retroalimentas la desconexión de tu propio cuerpo y de obtener las respuestas de cómo está y qué necesita a partir de sentirlo.
Pero claro, a veces te revisas con el miedo y la ansiedad y eso hace que tus signos vitales no salgan tan equilibrados, o bien, el simple hecho de estarte revisando y con esa tensión y control, impide que tu cuerpo fluya y haga lo que necesita hacer.
¿Cuáles son las cosas que más solemos revisar?
Como los miedos principales en la ansiedad son a enfermar, enloquecer o morir, vas a estar revisando cuestiones que tengan que ver con esto.
Existen muchas más cosas que podemos estar monitoreando, sobre todo si tuviste alguna experiencia traumática relacionado a eso, o recibiste alguna información sobre su importancia.
¿Cómo llevamos a cabo estas revisiones?
A veces nos revisamos manualmente bajo nuestros propios cálculos o percepciones, nos tocamos y nos miramos al espejo constantemente. O bien, a veces usamos los aparatos pertinentes, igualmente, acudimos a clínicas y médicos para que nos hagan las revisiones.
Cuando lo hacemos con nuestras propias manos y percepciones puedes caer en el error de “asegurar” que estamos mal, cuando en realidad no lo estás. O sea “me siento como acelerado, me siento con la presión baja”, pero en realidad todo está en orden.
¿Cómo es esto posible? con el estrés y la ansiedad puedes sentirte mal y todo estar equilibrado, así como también puede ser por el mismo estrés y ansiedad que se te altere algún valor. Depende mucho de qué tan emocional sea el malestar que sientes, o qué tanto sea que tu cuerpo ya está buscando su equilibrio a nivel físico.
O sea, puedo estar en un momento de angustia que no llega a alterar mis niveles físicos, pero sí se siente con esa incomodidad. Pero bueno, eso es algo que he podido comprobar en mi propio autoanálisis y no es que esté científicamente comprobado ;)
Aquí el punto es que sería importante salir de las percepciones y el “siento como que…” y tratar de ver las cosas de forma más objetiva, sin caer en la compulsión de estarte midiendo todo el tiempo, y más bien, dándote un tiempo para relajarte, respirar, esperar a que pase el malestar, y entonces sí, percibir objetivamente cómo te sientes.
Ya si después quieres usar un aparato para medirte, se vale, pero que no sea como un reflejo o reacción de “tengo miedo a estar mal ahorita, corro a medirme”, ese será el objetivo: romper el circulo vicioso y la reacción de correr a revisarte para bajar la ansiedad.
Tratamiento para dejar de revisarte constantemente
Como verás, se trata de un tratamiento, esto significa que hay que llevar a cabo ciertas acciones, de forma repetida en el tiempo, para ver los resultados. Tente paciencia, no te exigas ver un cambio de un día para el otro. Y recuerda que si en cualquier momento necesitas apoyo profesional, estamos para ayudarte, tanto a través del programa de Dale alas a la ansiedad, como de nuestra terapia en línea.
¿Cuáles son los objetivos del tratamiento para dejar de revisarte?
Así es que manos a la acción, el proceso por el cual te recomiendo pasar para dejar de revisarte constantemente es el siguiente:
Primeros pasos:
Para la conducta tal cual:
Para después:
Reflexiona…
A veces buscamos pruebas que confirmen que hay algo mal en nosotros, por lo mal que nos sentimos cuando tenemos ansiedad. Nos gustaría que hubieran pruebas, hechos y que realmente algo estuviera mal, como para explicarnos a nosotros mismos, y a los demás, por qué nos sentimos así de mal.
A veces también es una forma de decirle a los demás “¿Ves? hay algo ma en mi… necesito atención”, ¡y si! sí necesitas atención… pero no la vas a obtener de esta forma, no tiene que ser a través de una enfermedad física que pidas un abrazo, una pausa, ayuda, frenar, o ser visto.
De forma inconsciente a veces buscamos esta confirmación que nos de claridad de por qué nos sentimos con tanto miedo o preocupados, pero créeme, es por cuestiones psicológicas y emocionales que te sientes así, y la salida está a través de poner atención a ese mundo emocional que necesita ser visto, sanado y procesado.
Así es que la solución detrás de este tratamiento, está en sentirte a salvo a pesar de no tener certezas absolutas, y poner tu atención en las cuestiones emocionales que hay detrás.
En conclusión
Recuerda que este es un proceso de recuperar la confianza en nuestro cuerpo, de darle lo que necesita para estar bien, hacer nuestro mejor esfuerzo y dedicarnos a disfrutar de nuestra vida, no tienes que llevar el absoluto control de todo lo que sucede en tu cuerpo, de sus cambios y de sus adaptaciones, enfócate en generarte salud, pero que esa salud sea para permitirte disfrutar de tu vida, y en cuanto tu cuerpo requiera de tu atención, la pedirá, no tienes que estar esperando o sobrevigilándolo, no es necesario, a menos de que realmente estés pasando por un proceso de salud donde sea necesario ese monitoreo.
Enfócate en hacer lo que es mejor para ti, recupera la confianza en tu cuerpo, suelta un poco, y verás que él junto con tu mente te ayudarán a regresar a tu equilibrio, pero si algo requieren de ti y de mi, es que les ayudemos estando más tranquilos, disfrutando y relajados.