Crear tu propio espacio y refugio te puede ayudar a sentirte mejor en muchos sentidos.
Una de las tantas interpretaciones que se pueden hacer alrededor de la agorafobia, es que quien la presenta, tiene una necesidad de sentirte a salvo y seguro en su espacio privado, en su casa, en ese lugar donde puede controlar las variables y no sentirte expuesto a otros o a peligros externos.
Y un poco la idea de este artículo es invitarte a que sí generes ese refugio, pero que lo hagas conscientemente, que lo hagas con las ganas de realmente crear un espacio donde puedas sentirte seguro y a salvo pero sobre todo, seguro y a salvo de ser tu mismo, de estar contigo, de estar como sea que estés.
Muchas veces podemos pasar todo un día pretendiendo, poniendo cara de que todo está bien, evitando gente, huyendo de ellos y buscando momentos para estar sin todas esas cargas, o quizás, nada más pasas días enteros fuera de casa, haciendo mil cosas a la vez, en contacto con los demás, y se nos olvida entrar en contacto con nosotros.
Como por ejemplo, sentir cómo estas y darte cuenta de qué estás necesitando en cada momento, reflexionar sobre qué ajustes necesitas hacer en tu vida, o simplemente sentarte a no hacer nada, dándote permiso de estar así, sin poner atención a nada, sin distraerte... solamente sintiéndote.
Y sobre todo, creo que es importante de un refugio el hecho de recibir ese espacio donde puedes estar como quieras estar, que te sientas a ti mismo y que si lo necesitas, desahogues tus emociones sin vergüenza, sin represión, sin auto control.
Este contacto contigo mismo te permitirá mantenerte más en equilibrio porque podrás ir cubriendo las necesidades que en esos momentos te das cuenta que están siendo necesarias cubrir.
Creo que muchos de los síntomas de la ansiedad, como la falta de aire o la opresión en el pecho, nos indican que de cierta forma estamos necesitando nuestro espacio, respirar nuestro propio aire, dejar de sentirnos saturados por las demás personas, sus peticiones o las ideas de las exigencias que tienen sobre nosotros.
Necesitamos tener un espacio que nos pertenezca, donde puedas poner y quitar lo que se te antoje, donde puedas ir ahí en el estado emocional que estés, con la ropa que traigas, con el caminar que te fluya, con la cara que quieras. Y que puedas expresar en ese espacio lo que estás necesitando y sintiendo, para escucharte por ti mismo.
Y creo que lo necesitamos, sobre todo si somos introvertidos o con tendencia a serlo, pues es ahí donde tomamos perspectiva, nos recargamos y tomamos pila para volver afuera, al encuentro con otros, al hacer.
Ahora, es importante que sepas que eso que encuentras en tu refugio, lo puedes seguir activando aunque estés rodeado de mil personas, en el centro comercial en domingo o a lado de tu pareja. La idea es que en tu refugio, encuentres ese camino hacia la conexión contigo, esa sensación de "aquí estoy conmigo" y que cuando lo necesites, lo reactives, estés donde estés.
Tu refugio es donde estás tú, sintiéndote a ti mismo
En Instagram subí un video donde te platico sobre mis espacios de refugio, si tienes cuenta, lo puedes ver aquí
Ahí te platiqué sobre cómo hice de mi cuarto mi refugio, un clóset, el cuarto de servicio donde viví un tiempo, y actualmente el bosque y el coche así como un espacio dentro de mi casa. La idea es que son lugares donde puedo encontrarme conmigo sin que nadie me interrumpa (al menos no por diez minutos), sentirme, desahogarme y escucharme.
Dentro de tu casa
Puedes también buscar refugios fuera de tu casa, lugares con naturaleza, algún parque o banca que te inspire, pero lo importante es que de cierta forma te puedas ir apropiando de ese espacio y lo vayas cargando de ti mismo.
Realmente, como lo expresa la foto, con un mini rincón basta, (quizás a la foto le agregaría más cojines y cosas cómodas), pero la idea es que sea un lugar que repitas, que uses frecuentemente para que cuando entres ahí sientas ese "si... estoy en mi espacio".
Encuentra ese espacio donde te puedas sentir a ti mismo, te den ganas de estar, te sientas cómodo y seguro y después, lleva esa sensación a tu exterior, llévala contigo al encuentro de otras personas, sabiendo que cuando quieras puedes regresar a tu refugio.
Si deseas saber más sobre como crear tu propia realidad, puedes leer este otro post.