Mientras menos atención le pongas, más escándalo hará para ser escuchada por ti.
Hazte de cuenta que la ansiedad es como un león, la podrás querer esconder detrás de la hierba, podrás hacer como que no está ahí, pero dentro de ti lo sabes, y eso te angustia más.
Distraerte significa que por dentro estás en una actitud de “sé que algo está pasando pero no le pondré atención”, mientras que la ansiedad es algo que está pasando dentro de ti que sí requiere que le pongas atención; que la escuches, que la conozcas, que la entiendas, que hables con ella y llegues a un acuerdo, que le hagas caso y pases a la acción dependiendo de lo que te está diciendo que es momento de cambiar en ti y tu vida.
Sé que muchos médicos, terapeutas y psicólogos recomiendan la distracción como método para dejar de sentir ansiedad, a veces funciona y a veces no, dependiendo de la intensidad de ansiedad que tienes. Si tu ansiedad es leve probablemente sí te funcione, pero si tu ansiedad es algo que va y viene intensamente, no te recomiendo distraerte.
La evitación y la ignorancia generan más ansiedad, pues no estás afrontando la situación de raíz o el “problema” si así lo quieres ver. Mientras más evites la situación, mientras menos quieras afrontar tus miedos y más salgas corriendo, aumentarás el temor con el que vives, pues no sabes a qué te estás enfrentando, y tu mente se imaginará lo peor.
En sesión les explico que la ansiedad es como un león que está en tu habitación, y que mientras más quieras hacer como que no existe, más le tendrás miedo. Pero si te volteas, lo observas, y logras entenderte con él, quizás te des cuenta de que tan sólo es un gatito con hambre, sed o necesidad de cariño.
Ese león, ese gato, eres tu mismo. Tienes miedo de enfrentarte a ti mismo, y el querer distraerte o evitarte, tan sólo aumentará la molestia.
El primer paso para realmente liberarte de la ansiedad, es aceptarla con todo y sus incómodas, extrañas y atemorizantes sensaciones.
Aceptar significa que las dejas estar ahí, que no las quieres quitar, que las aprendes a conocer. Esta es una habilidad que se desarrolla con mindfulness (meditación con atención plena), en la que primero aceptas las sensaciones y después trasladas esa habilidad a todo lo demás de tu vida.
Se que no es fácil lo que te pido, y quizás digas ¿cómo aceptar algo que me hace sentir mal?
Por eso es importante que te agarres de toda la valentía que tengas dentro, (así tu creas que sea poca) que saques tus garras internas, el león que llevas dentro y que la próxima vez que te sientas ansioso, hagas lo siguiente para conquistar tus miedos.
1.- Cuando llegue, haz alto total, estés donde estés, deja de hacer lo que estás haciendo.
2.- Cierra los ojos y conecta contigo mismo, sintiendo tu cuerpo con una actitud de total aceptación
3.- Observa como las sensaciones, la angustia y cualquier emoción que exista se va moviendo, va cambiando, cómo se siente, en dónde está, si quieres ponle forma y color.
4.- Ponle atención a tu respiración y llévale oxígeno a ese sentimiento o a tu cuerpo, y poco a poco ve permitiendo que se vaya relajando y que vaya desapareciendo.
5.- Al finalizar, pregúntate qué estabas pensando que no es verdad, si estabas en el pasado o en el futuro, si te estabas juzgando a ti mismo, si te quejaste de algo, si hiciste algo que no querías hacer… y encuentra la razón detrás por la que llegó la ansiedad y el mensaje que te tiene.
6.- Y ya después, en lugar de distraerte, más bien regresa al presente.
¿En qué momento sí puedes aplicar la distracción?
Puedes empezar a distraerte de la ansiedad y los pensamientos cuando hayas trabajado en ellos, después de haberlos debatido y llegar a nuevas conclusiones, después de haber enfrentado tus miedos y ver que no hay peligro, después de desahogar tus emociones…pero antes, la distracción, desde mi punto de vista, es contraproducente, pues no estás resolviendo lo que te genera ansiedad.
Yo en lo personal aplico la distracción (que en lugar de distracción más bien es regresar al presente) en los casos en los que ya se sabe por qué y para qué está la ansiedad ahí, ya se hicieron los cambios en la vida y en la mente, pero sigue regresando por hábito o memoria cognitiva y muscular, en esos casos claro que hay que responderle con sentido del humor y en lugar de distraerte, regresar al presente.
Entonces qué tal que en lugar de estar en una actitud de “me estoy sintiendo de la patada, sé que algo malo está pasando conmigo pero voy a hacer como que no pasa nada…”, pasas a una actitud de:
“ya sé lo que está pasando, sé que no es peligroso, lo acepto, y decido regresar a poner atención al presente”.
Ponerle atención y regresar al presente significa que sientes las sensaciones de tus sentidos, que pones atención a lo que sí está pasando en lugar de lo que tu mente te hace creer que está pasando, es ponerle atención a tu respiración sin querer controlarla y a todo lo que tu cuerpo está sintiendo.
El punto más importante que te quiero transmitir es que la ansiedad llega a ti por una razón, pero si no enfrentas a la ansiedad, le seguirás teniendo miedo, y dentro de ti te quedarás creyendo que no puedes.
Es mejor enfrentarla aceptándola y sintiéndola y darte cuenta así que no es peligrosa y que tu sí puedes.