Cada año elijo una palabra o una intención, y alrededor de ella pienso en acciones que me pueden ayudar a cumplirla.
Si algo te puedo recomendar respecto a tus propósitos, es que lleves tus propósitos al siguiente nivel, a un nivel en el que no se trata de “bajar de peso, ser más feliz, subir de sueldo”, sino que se trate de fenómenos internos como sentir paz, equilibrio, satisfacción, ya que si te enfocas en lo interno, lo externo se da mucho más fácil.
Por ejemplo, yo hubo un año que dejé de proponerme “hacer ejercicio y hacer dieta para bajar de peso”, propósito que me hacía cada año para tan sólo llegar a diciembre y sentirme frustrada por no haberlo logrado.
Después de aprender a meditar con mindfulness, cambié éste propósito y simplemente me enfoqué en la frase “armonía con mi cuerpo”. Al enfocarme en esto, en un año bajé 15 kilos, sin darme cuenta, sin hacer dietas, pues cambié mi actitud interior hacia mi cuerpo y eso se manifestó en el exterior.
Dejé de generar culpa por lo que comía y más bien comí de todo pero sintiendo hasta dónde mi cuerpo quería. Dejé de querer cambiar mi cuerpo y empecé a apreciarlo. Y como consecuencia, mi cuerpo se adaptó a su peso que representaba estar en armonía.
Proponte intenciones desde el amor y no la exigencia
Lo mismo te recomiendo con los demás propósitos. Deja de proponértelos desde la exigencia y el “tengo que cambiar”, porque eso nada más te genera más tensión y menos los cumples.
Mi propósito de éste año es “eligo sentir paz”
Te quiero compartir mi propósito personal, el cual gira al rededor de la palabra “paz”.
En éste año quiero elegir sentir paz por sobre ser productiva, por sobre tener la razón, por sobre ser la “mamá perfecta”. Éste año eligo tener paz en mis relaciones con mi esposo y con mi hijo y con todos los que me rodean. Y lo eligo así porque en el 2015 aprendí que puedo hacer mil cosas en el día, cubrir las necesidades de todos en la familia, darle vida a Desansiedad, pero que llega un momento en el que puedo perder mi paz interior al perder mi equilibrio.
Entonces, paz para mí es igual a equilibrio. Y te quiero compartir algunas ideas de cómo experimentar ésta paz a lo largo del año.
Cada vez que te encuentres tenso, irritable, enojado…haz un alto y acepta que eres humano. Acepta que tienes sentimientos, algunos densos otros ligeros, pero sientes. Acepta que no eres un robot al cual se programa y alcanza su meta a la primera o genera el desempeño esperado. Eres humano y es un proceso de subi y baja para ir experimentando lo que anhelas.
Acepta que eres humano y deja de ver tus acciones como “equivocaciones” o “recaídas”, simplemente eres humano. Y con esto, tu actitud hacia ti mismo al encontrarte en un estado no deseado, cambiará tanto que sientas que lo que sientas, te sentirás en paz.
Es importante que sepas cuáles son las actividades que te ayudan a sentir que juegas y que ríes, a sentir que el tiempo pasa volando, y si no sabes cuáles son, entonces propónte descubrirlas. El juego y la risa son fundamentales para experimentar la paz en tu vida.
Por ejemplo, puedes jugar con tus hijos, con tus mascotas o contigo mismo volviendo a activar tu imaginación. Reactiva a tu niño interno hacia el juego y la risa, baja series que te hagan reir, ve comediantes que te gusten, júntate con la gente ligera que te ayuda a fluir.
Cuando logras conectar con los demás te sientes en paz pues te reconoces humano con vínculo con otros. Conectar es ver a los ojos y escuchar mientras que estás hablando con alguien, es sentir lo que tu cuerpo siente cuando estás a su lado. Conectar es estar en el momento presente relacionándote con el otro, con todos tus sentidos.
Al conectar con los demás verás que dejas de sufrir por estar con alguien pero con tu mente en otra cosa, así es que cada vez que tu mente se fugue mientras que estás con alguien, simplemente, aceptando que eres humano, trae tu atención de regreso a lo que está pasando.
Fundamental. Tener momentos de calidad contigo mismo, momentos en los que hagas cosas que disfrutas, en los que te sientes a sentirte, a meditar, a escribir, a reflexionar o simplemente filosofar mientras ves las nubes pasar.
En lo personal me he propuesto tener un día a la semana para tener estas citas conmigo misma, para escucharme, para sintonizar y saber qué está pasando conmigo misma, qué necesito, qué quiero hacer.
Cuando no te haces tu prioridad, te acabas enojando con los demás. Esto es así porque tú sabes que te estás descuidando y esperas que el otro te cuide o te de permiso para hacerlo, esperas que te ayuden para tu ayudarte, que te den el tiempo, que te den las opciones o hasta el dinero. Y mientras que el cuidarte o amarte a ti mismo esté en función de los demás, te vas a enojar y generar tensión.
Por eso, hazte tu prioridad, en el sentido de que tú te consientas, tú te quieras, tú te escuches y te des lo que estás necesitando. Por ejemplo, a mi me encanta el fondue, a mi esposo no. Un año nuevo que pasamos yo quería fondue y como el no quiso pues no lo cenamos. Y éste año, sin pensarla, fui a comprarme mi fondue y mi vino, y mientras lo estaba cenando…sentí una sensación tan rica en mi pecho de “gracias”, como si me lo hubiera traído alguien más como demostración de que me ama.
Entonces, demuéstrate que te amas, y hazte tu priodidad.
Creo que algo que hay que cambiar en nosotros mismos es el hábito de regañarnos, exigirnos, hablarnos feo, reclamarnos, presionarnos, corretearnos…
Somos nosotros mismos quienes nos tratamos así y nos traemos con prisa y con culpas a lo largo del día. Entonces, date chance. Reconoce que estás haciendo tu mejor esfuerzo, y realmente haz tu mejor esfuerzo.
Muchas veces estamos haciendo las cosas normales del día, como manejar, limpiar la casa, trabajar, escribir en la computadora, estar en una reunión…y estamos tensos sin darnos cuenta. Prácticamente cualquier actividad la puedes hacer tenso o relajado, inclusive si vas rápido, si llevas prisa, puedes hacerlo con tus hombros relajados o tensos.
Normalmente tensamos hombros, quijada, manos, dedos de los pies, lengua y estómago. Entonces, quizás puedas empezar por poner atención a una sóla parte de tu cuerpo, por ejemplo, el estómago.
Y a cada rato, cada vez que te acuerdes, relaja tu estómago. Puedes inclusive ponerte un recordatorio como un sonido en tu celular que te ayude a hacerlo. Al relajar tu cuerpo constantemente a lo largo del día, te será más fácil hacer lo que haces con una sensación de paz interna.
Esto es parte de hacerte tu prioridad, pero específicamente es importante que sepas qué actividades te representan un gusto, goce y relajación. Por ejemplo, un baño caliente en las noches, tomar un masaje de cuerpo completo, ir a una sesión de musicoterapia.
Se trata de actividades en las que recibes, ya sea de parte de alguien más o de ti mismo, pero recibes amor, relajación y contacto. Como seres humanos es importante este tipo de contacto sin palabras, en el que nos encontramos con nosotros mismos en un lugar donde “todo está bien, puedo relajarme”.
Abrázate en las noches, date un masaje tú mismo, ponte agua caliente en las noches y acuéstate a disfrutar de tu cama…en fin, quiérete a ti mismo y demuéstratelo.
Puedes también llenarte de olores y colores y texturas que te gusten, en tu cuarto, en tu baño, para que te mandes el mensaje constantemente a ti mismo de que puedes relajarte y disfrutar.
Así es que haz una lista de estas actividades para que las tengas presentes y anótalas en tu agenda.
Conocer nuevas cosas, lugares y personas, aprender un idioma o una disciplina, cualquier cosa que te haga salir de tu rutina te ayudará a tener una nueva perspectiva de tu vida, de los problemas o dificultades, y te ayudará a reconectar contigo y sentirte en paz. El simple hecho de hacer algo diferente hace que salgas mentalmente de lo “de siempre”, y que conectes con otras áreas de ti mismo.
Entonces, ve al concierto de música que se te antoja, ve a una clase de eso que te llama la atención (no significa que tengas el compromiso de volverte experto en eso o vivir de eso), ponte en contacto con lo que te inspira y lo que te llena.
Es un hecho que vamos muy rápido como sociedad, basta con scrollear por facebook para ser bombardeados por mas de 10 estímulos por segundo, estímulos que nos activan pensamientos y emociones, sin darnos cuenta.
Muchas veces me encuentro leyendo algo muy interesante, y pasando a lo siguiente en menos de 2 segundos. Y estoy empezando a practicar el tomarme el tiempo de asimilar cada cosa que me mueve, interesa o hace sentir algo. De ir más despacio y darle espacio a lo que hago y lo que recibo y lo que llega a mi atención.
Estoy convencida que si bajamos el ritmo no sólo bajaremos la ansiedad en general sino sentiremos más paz, pues ¿qué crees? sentiremos lo que está pasando.
Simplemente elige sentir paz por sobre todas las demás cosas. Por ejemplo, por sobre tener la razón mientras discutes con alguien; por sobre hacer las mil cosas más que en realidad no son tan necesarias que hagas en ese momento; por sobre exigirte ser perfecto.
Elige la paz por sobre lo demás.
Puedes leer más aquí.
Para sentir la paz en nuestro interior, hay que sentir. Y para sentir, hay que darnos el tiempo, el espacio y la intención de sentir, y hay que sentirnos a nosotros mismos, y para eso hay que estar en contacto con nosotros mismos. Así es que como conclusión, para que puedas sentir paz en este 2016, creo que lo más importante por hacer es altos y conectar contigo para sentirte y dejarte sentir.
Date el tiempo ahora de asimilar esto y escribirlo o pasarlo a acciones específicas para ti
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