Ansiedad Generalizada
El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) es una condición de salud mental que puede ser difícil de entender, y mucho más de manejar. Existe una amplia gama de síntomas y diferentes formas en que las personas experimentan ansiedad generalizada. Por eso resulta importante buscar ayuda profesional.
El objetivo de este artículo es proporcionarte una comprensión de este trastorno para que puedas manejarlo mejor en tu vida.
Siguiendo el DSM-V, el Trastorno de Ansiedad Generalizada se puede definir como preocupación y tensión excesivas, incluso cuando hay poco o nada que la provoque. Las personas con este trastorno suelen reaccionar anticipadamente a situaciones de desastre: se preocupan en exceso por asuntos cotidianos como el dinero, la salud, asuntos familiares o los problemas de rendimiento escolar; también tienden a ser impacientes, tener problemas para concentrarse en tareas específicas y sentirse inquietos o irritables gran parte del tiempo.
Este trastorno está inducido por un estrés persistente, ya que por lo general tienen una duración de 6 meses o más tiempo. Puede conducir a la depresión e interferir en la capacidad de la persona para trabajar, estudiar, comer o dormir normalmente.
Puede ser difícil para quienes la tienen y sus familias determinar cuándo son sentimientos habituales de nerviosismo y miedo y cuándo son comportamientos del trastorno de ansiedad generalizada. Como estas personas suelen estar irritables con más frecuencia de lo normal, sus amigos y familiares no entienden la situación y a menudo hacen comentarios del tipo: “sólo estás de mal humor". Por ello, en la mayoría de los casos la ansiedad generalizada se diagnostica cuando la persona ha tenido una preocupación excesiva durante seis meses.
De igual manera, para el diagnóstico que sugiere el DSM-V, la ansiedad generalizada debe estar acompañada de por lo menos tres síntomas, en los cuales se incluyen la inquietud o la sensación de estar nervioso o al límite, la fatiga fácil, la dificultad para concentrarse debido a la preocupación crónica y la irritabilidad. Según la Asociación Americana de Psiquiatría estos síntomas no deben estar causados por otra enfermedad mental o problema de abuso de sustancias.
Si experimentas cualquier combinación de estos síntomas durante más de la mitad de los días en un periodo de seis meses y estos interfieren en tu vida diaria, puedes estar pasando por un trastorno de ansiedad generalizada, así que no dudes en buscar ayuda con un profesional.
La ansiedad generalizada sólo puede ser tratada por un médico o profesional de la salud mental que esté familiarizado con este tipo de trastornos.
Hay muchos tipos de tratamientos eficaces contra la ansiedad generalizada, que van desde la autoayuda hasta los medicamentos recetados. En las opciones de autoayuda se incluye la práctica de técnicas de gestión del estrés, como la respiración controlada y la relajación muscular, el pensamiento positivo, las habilidades de visualización y la meditación.
Los síntomas más comunes pueden incluir: preocupación persistente sobre acontecimientos pasados o posibles situaciones futuras, inquietud y sentimiento de nerviosismo, fatiga, dolores de cabeza por tensión muscular, trastornos del sueño (como dificultad para conciliar el sueño o insomnio), dificultad para respirar, y normalmente baja tolerancia a cualquier síntoma físico asociado a la angustia, como dolor en el pecho, palpitaciones, falta de aliento, náuseas, mareos, molestias gastrointestinales, entre otros.
Es indispensable conocer las diferencias entre el trastorno de ansiedad generalizada y otros trastornos con los que se puede confundir. Esto puede ayudarte a comprender mejor lo que puedas estar sintiendo.
El trastorno de ansiedad generalizada es debilitante y afecta a una gran cantidad de personas en todo el mundo. Puede apoderarse de tu vida y hacerte sentir que todo va mal, incluso cuando no es así.
Aunque hay muchas preguntas sobre lo que ocurre entre bastidores con el trastorno de ansiedad generalizada, una cosa está clara: si no se trata, puede empezar a interferir en tu día a día generándote más molestias e incomodidades. Si estos síntomas te suenan o quieres saber más sobre este trastorno, visita nuestra página para todo lo relacionado con la ansiedad.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Colaboradores: Ana Pau y María Milagros.