Ansiedad Generalizada
Si estás buscando una forma de reducir el estrés y la ansiedad, el yoga puede ser la respuesta para ti. Y en esta entrada del blog hablaremos de los beneficios que tiene esta práctica en nuestra salud mental.
Hay que saber que, hoy en día, hay muchos estilos de yoga, muchísimos, pero todos tienen el mismo fin: hacernos sentir bien. ¿Y por qué tiene ese fin? Es curioso, pero normalmente uno llega a la clase de yoga porque algo dentro de nosotros no está bien, ya sea física, mental o emocionalmente, casi siempre buscamos eso.
Al llegar a la clase, nos solemos encontrar con algún tipo de obstáculo: "no soy flexible", "no tengo la fuerza suficiente", "tengo sobrepeso", "ya estoy grande"; siempre hay muchas excusas para empezar la resistencia.
Pero en sí lo que sucede con la práctica del yoga es que se trabaja todo, tanto fuerza como flexibilidad, a través de la respiración, entonces se logra una meditación en movimiento, porque llegas a estar en una introspección con lo que sientes y con lo que estás enfrentando pero luego, con el paso del tiempo, aprendes y empiezas a entrenar a tu mente a que disfrute el momento presente.
Como toda práctica, es importante hacerla a nuestro tiempo y a nuestro ritmo, porque muchas veces al principio resulta desesperante e incluso puedes comenzar a sentir ansiedad, como si te estuvieras ahogando, que la práctica no avanza, que todo es muy lento. Y esto es sumamente normal, sobre todo cuando uno está en un estado de crisis.
Pero incluso esto es súper importante vivirlo. Sí, así como lo lees, es importante vivir el proceso para que, poco a poco, nos vayamos dando cuenta de los cambios que iremos experimentando, tanto físicos, como mentales y emocionales.
Muchas veces, el principio de la clase de yoga puede estar llena de tensión, pero siempre al final hay una relajación increíble, nuestro cuerpo se ha desahogado y ha liberado la tensión que venía cargando. En algunas ocasiones, a lo largo de la práctica, hay momentos en los que nuestro cuerpo vive una catarsis y aparecen en nosotros las ganas de llorar para seguir liberándonos, y esto es sumamente normal y esperable, pues simplemente es una manera de desintoxicarnos.
Eso sí, es muy muy importante siempre tener una intención personal, sino perdería el sentido y se volvería un ejercicio común y corriente, que no es que sea malo, pero al final la parte espiritual es lo que hace que el yoga sea tan especial.
El yoga te enseña actitudes y habilidades para afrontar el día a día. Es una práctica que se convierte en un estilo de vida.
No te frustres. No te juzgues ni te critiques. El yoga no es competencia. Aprende a disfrutar del proceso y verás todas las cosas que puedes lograr.
Permítete volver a empezar en todo momento que lo necesites, porque así el yoga se vuelve una herramienta de vida.
Es sumamente importante darnos la oportunidad de practicar y conocer nuestro cuerpo para ver los cambios que nos suceden poco a poco, al punto de llegar a hacer cosas que nunca imaginamos y de las que incluso no nos sentíamos o sabíamos capaces. Y lo mejor de esto es que estos logros no sólo ocurren dentro del tapete o de la clase, sino que los llevamos a nuestro día a día en el mundo exterior.
En resumen, digamos que el yoga es como un combo: por un lado, te aterriza al presente a través del cuerpo, por otro, al estirarnos generamos sedantes naturales. Asimismo, generamos conciencia acerca de la frustración, la ansiedad y la intolerancia y aprendemos formas de reaccionar ante ellas.
Haz las paces contigo y date la oportunidad de intentarlo para que veas por ti mismo los beneficios.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Te invitamos a conocer sobre otras técnicas de relajación: