Ansiedad Generalizada
“Me han recetado clonazepam para la ansiedad y no sé qué hacer. No quiero tomarlo porque los efectos secundarios son muy malos.” Esto se escucha comúnmente en las personas con ansiedad que recientemente han sido medicadas, ya sea por primera vez, o que les han cambiado el tratamiento. A continuación te platicaremos sobre el uso de clonazepam para este tipo de trastornos.
En muchas ocasiones es necesario el uso de fármacos para el tratamiento de la ansiedad y para obtener alivio. Sin un tratamiento adecuado es probable que la ansiedad tome otros caminos con tal de llamar nuestra atención. Por eso es importante tomar en cuenta todas las opciones de tratamiento que hay disponibles para cada persona.
En el caso del clonazepam, no todo el mundo puede tomarlo, debido a los efectos secundarios. Pero hay personas que llevan una vida normal gracias a su capacidad de utilizar fármacos como éstos cuando los necesitan, sin desarrollar una dependencia ni llegar a la sensación de “no funcionar” en su vida cotidiana sin haber recibido la dosis.
Los medicamentos más comunes para el tratamiento de la ansiedad son las benzodiacepinas, las cuales también se conocen como tranquilizantes. Ejemplos de benzodiazepinas son alprazolam, diazepam, lorazepam y clonazepam.
Se ha demostrado que tienen un efecto calmante para las personas que sufren trastornos de ansiedad, como ataques de pánico o trastorno de ansiedad generalizada. Sin embargo, puede haber algunos efectos secundarios asociados a su uso a largo plazo, como confusión, somnolencia y disminución de la tensión muscular. Y puede volverse adictivo si no se siguen al pie de la letra las especificaciones que haya dado el psiquiatra, por lo que sólo debes tomarlas por la duración que te prescriba tu médico.
Las benzodiacepinas suelen recomendarse sobre los medicamentos ISRS porque tienen un inicio de acción más rápido, lo que significa que verás una mejora de los síntomas en días o semanas, en lugar de meses como con los antidepresivos.
El clonazepam es un medicamento que se utiliza para tratar varios tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de pánico, el trastorno de ansiedad generalizada, la fobia social y el TEPT, entre otros. También se ha demostrado que puede tener beneficios en el tratamiento del insomnio o el síndrome de las piernas inquietas.
El clonazepam pertenece a una clase de fármacos conocidos como benzodiacepinas que han demostrado en algunos estudios ser eficaces para aliviar los síntomas de la mayoría de los tipos de trastornos de ansiedad con pocos efectos secundarios en comparación con otros medicamentos disponibles para estas condiciones.
No siempre se receta clonazepam para tratar la ansiedad, ya que otras benzodiacepinas se consideran tratamientos de primera línea, es decir, se consideran la mejor opción y la más común y utilizada. El clonazepam se suele utilizar cuando los síntomas de ansiedad coexisten con otro tipo de trastorno o si las personas tienen problemas particulares relacionados con la gestión del estrés.
Puede tomarse por vía oral en forma de comprimido o cápsula, pero también puede administrarse por vía intravenosa para aliviar rápidamente un ataque agudo durante el cual no puedes tomar medicamentos por vía oral debido a las náuseas y vómitos provocados por el propio ataque de pánico.
Es importante que te apegues exactamente a las instrucciones de dosificación de tu médico: tomar más clonazepam del prescrito no te dará mejores resultados rápidamente, sino que aumentará los efectos secundarios. Si este medicamento no funciona lo suficientemente bien después de varias semanas, puede que sea necesario cambiarlo; de ser así, hay que ponerse en contacto con el médico para ajustar el tratamiento. El clonazepam sólo debe tomarse regularmente durante periodos cortos de tiempo y bajo la supervisión de tu médico.
Como te explicamos en el apartado anterior, ambos se describen como benzodiacepinas, las cuales tienen como meta atenuar las sensaciones físicas que pueda causar la ansiedad y el estrés, ya sea agitación, problemas gastrointestinales, palpitaciones, dolores de cabeza, entre otras.
Estos medicamentos sólo deben tomarse durante el tiempo indicado por el médico para contrarrestar la ansiedad o los ataques de pánico, ya que de lo contrario los efectos secundarios pueden ser peores que los síntomas originales.
Al tomar clonazepam, se aconseja que los usuarios no consuman alcohol, ya que podría haber interacciones peligrosas entre ellos si se combinan.
Por su parte, el diazepam es muy común para la ansiedad. Sin embargo, su uso es limitado porque puede causar ciertos efectos secundarios, como somnolencia y mareos.
La principal diferencia entre el clonazepam y el diazepam para la ansiedad es que el primero actúa más rápidamente que el segundo, pero el clonazepam tiene un mayor riesgo de dependencia. Esto hace que ambos fármacos sean útiles en diferentes casos, dependiendo de la gravedad del trastorno de ansiedad o de la experiencia de ataque de pánico de cada persona.
Ten siempre presente que es importante consultar con un médico sobre el mejor tratamiento para tu trastorno de ansiedad.
Generalmente, los efectos secundarios de los ansiolíticos están relacionados con la cantidad del medicamento administrado, por lo que un ajuste en la dosis puede disminuirlos. Sin embargo, son pocas las probabilidades de que pueda haber un aumento en la tolerancia y dependencia a ciertos fármacos, generando un deseo o necesidad de seguir tomándolos.
Algunas de sus reacciones secundarias están relacionadas con su efecto sedante. Esto incluye somnolencia, mareos y ralentización cognitiva. También es común experimentar fatiga, debilidad, dolor muscular, confusión, dolor de cabeza y dificultad para concentrarse.
Por eso es sumamente importante seguir al pie de la letra las indicaciones:
Si buscas una forma de controlar tu ansiedad y sentirte más a gusto en el mundo, esperamos que este post te haya ayudado.
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Recuerda siempre lo importante que es encontrar lo que mejor funciona para ti. ¡Nadie es igual!
En Desansiedad no nos hacemos responsables por las acciones llevadas a cabo a partir de la información contenida en este artículo, por lo que te sugerimos consultar con un médico antes de realizar cualquier cambio en tu alimentación y suplementación.
Asimismo, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Colaboradores: Ana Pau y María Milagros.
