Ansiedad Generalizada
"Tengo una sensación muy extraña de presión en los oídos, como si estuvieran tapados". Esta es una queja habitual de las personas con ansiedad. Y esta sensación puede ir acompañada de sensibilidad al sonido, acúfenos (zumbidos en los oídos) y/o mareos. Pero, ¿a qué se debe todo esto? A continuación profundizaremos en este síntoma.
Muchas personas con trastorno de ansiedad experimentan síntomas que interfieren en su capacidad para oír correctamente. Estos pueden ir desde la simple dificultad para oír las conversaciones en el trabajo o con amigos, hasta la sordera total.
El estrés ocasiona tensión física y emocional. Muchas veces, cuando persiste, puede generar algunos síntomas de ansiedad, como la sensación de los oídos tapados.
¿Por qué ocurre? Todo nuestro cuerpo está diseñado para defenderse o huir de las amenazas. Y nuestro oído no es la excepción. Cuando estamos bajo estas circunstancias, los músculos que rodean al oído interno se contraen para amortiguar las vibraciones y así evitar ruidos fuertes que lo dañen. Ocurre de manera involuntaria, como un reflejo totalmente natural de supervivencia.
¿El resultado? Una sensación de taponamiento causada por la acumulación de presión (hiperacusia) en los tímpanos, que nos lleva a sentir que la cabeza está a punto de explotar.
En algunos casos se puede presentar una leve pérdida de audición debido a los periodos prolongados de estrés y el daño causado por la excesiva contracción del músculo tensor del tímpano, esto acompañado de dolor y zumbidos en los oídos (acúfenos).
El estrés activa los músculos de la masticación y produce en ocasiones la sensación de oídos tapados. Esto sucede cuando nos sentimos tensos e inconscientemente apretamos los dientes mientras dormimos, lo cual resulta en un mal funcionamiento de las estructuras internas del oído que puede ocasionar una disminución sonora temporal.
Entre otras causas también está el envejecimiento, exposición prolongada al ruido, infecciones constantes de oídos como otitis, enfermedad de meniere (un trastorno del oído interno que provoca episodios de vértigo), obstrucción de Trompas de Eustaquio, cambios de altitud, congestión nasal, presión arterial, ingesta de medicamentos ototóxicos y alergias.
La ansiedad puede provocar oídos taponados, pitidos en los oídos o mareos debido a los desequilibrios causados por la tensión en el músculo tensor del tímpano. La trompa de Eustaquio también se ve afectada por la ansiedad y afecta directamente a la capacidad auditiva. Tanto si padeces un trastorno de ansiedad como si no, esta información puede ayudar a explicar algunas sensaciones extrañas que suelen experimentarse durante los periodos de tensión o de alto nivel de estrés.
Las personas con trastorno de ansiedad son más propensas a experimentar este síntoma porque su sistema nervioso ya está en un estado permanente de hiperactividad debido al estrés constante con el que viven cada día. Y aunque rara vez provoca pérdida de audición o sordera total, este taponamiento de oídos puede ser muy desconcertante para quienes lo padecen, sobre todo si se prolonga en el tiempo. Pero hay formas de ayudarte a sentirte mejor y a recuperar tu capacidad de oír correctamente de nuevo...
La sensación suele ser como si uno o ambos tímpanos se hubieran "reventado", causando una presión sobre ellos que impide la percepción clara del sonido. Sin embargo, si no se trata inmediatamente, el oído seguirá siendo como una bomba lista para explotar en cualquier momento, haciendo que la persona tenga una sensación casi constante de oídos tapados.
Lo primero que debes hacer es reducir los niveles de estrés que están afectando tu capacidad para volver a oír correctamente. Prueba algunas técnicas de relajación como el yoga o la meditación, y si esto no te ayuda consulta con tu médico sobre otras opciones.
Sin embargo, recuerda siempre que sólo un cambio en los hábitos de vida, combinado con un buen autocuidado, te permitirá deshacerte de los oídos tapados de una vez por todas.
Si experimentas oídos tapados y otros síntomas de ansiedad, hay algunas cosas que pueden hacerse para reducir la gravedad.
Algunas personas encuentran alivio utilizando descongestionantes o aerosoles nasales; otras pueden necesitar medicamentos recetados para sus síntomas. También debes pensar en tu dieta, porque algunos alimentos, como los productos lácteos, pueden empeorarla, mientras que otros, como los tomates, ayudan a desinflamar el cuerpo, lo que podría mejorar tu estado general. No existe una solución única para el tratamiento de este síntoma, pero si quieres más información sobre diferentes alternativas terapéuticas, visítanos en nuestra página web.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hicimos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Colaboradores: Lilith Tinajero y Pablo Aparicio.