Ansiedad Generalizada
¿Sientes malestar en las extremidades por ansiedad? Esas molestias que sufres en tus extremidades pueden ser causadas por estrés o ansiedad. El estrés puede hacer que nuestro cuerpo libere sustancias químicas que nos hacen sentir incómodos. Y el malestar que llegamos a experimentar suele deberse a un aumento del flujo sanguíneo que causa hinchazón o tensión en los músculos de las extremidades.
Este malestar también puede estar causado por la tensión muscular, es decir, la rigidez en nuestros músculos. Se siente literalmente como un dolor, un nudo, una presión o un calambre que puede ser detectable al tacto.
Estas sensaciones también reflejan nuestro nivel de tensión, nerviosismo y estrés, básicamente porque son las extremidades que utilizamos para atacar, correr o huir.
Imagina que cada vez que te estresas por algo, o cada vez que te sientes en algún tipo de peligro, ya sea real o imaginario, tu corazón bombea más sangre a tus extremidades.
A tus manos, para que puedan cerrarse con fuerza y hacer un gran puño con el que te puedas defender; a tus brazos, para llenarlos de energía y que puedan llevar ese puño al ataque, y a tus piernas para que con fuerza te impulsen hacia la defensa. O bien... Lo mismo, pero ahora enfocado todo hacia la huída.
Recuerda que en nuestro cerebro primitivo el estrés activa el sistema de ataque o huida. Y esto no significa que seas un peligro al estar preparado para atacar, al contrario, significa que probablemente hay situaciones que sí te están haciendo sentir que tienes que estar en alerta, aunque no sea tan sencillo poder identificarlas.
Puede ser que de alguna forma estás necesitando defenderte, hacer valer tus derechos, poner límites, decir que no, hacer lo que tú quieres, ir por lo que te gusta, decir lo que piensas… En otras palabras, ir a favor de quién eres. Pero quizás no lo haces por miedo al rechazo, a la crítica o al abandono, y entonces toda esa energía de defensa se queda acumulada dentro, generando esos malestares en tu cuerpo.
También puede ser que estés queriendo salir de alguna situación que ya no toleras o simplemente necesitas un tiempo para ti.
En general, lo que significa que tengas sensaciones raras en pies, brazos y piernas, es que constantemente en el día estás mandando shots repentinos de sangre a esas partes de tu cuerpo, así como tensionando los músculos de estas mismas partes, por consecuencia, sin darte cuenta, tus extremidades se mantienen rígidas, sin movimiento, pero con la necesidad de querer moverse.
Recordemos que este dolor puede ser provocado por una caída, una postura equivocada al caminar o al sentarse inadecuadamente, por falta de hidratación... Pero hoy te vamos a platicar cómo las emociones pueden influir en esta rigidez.
En las personas con ansiedad suele ser común que se sienta dolor muscular en las manos, brazos y piernas, y esto es consecuencia de la tensión que acumulamos en nuestros músculos debido al estrés.
Cuando descuidamos nuestras emociones del día a día, ya sea porque el dolor emocional nos incomoda o porque no hemos aprendido a vivirlas, tendemos a evitarlas e ignorarlas. Por ello nuestro cuerpo mantiene un nivel de estrés elevado. Al no permitirnos sentir, nuestro cuerpo tan sabio guarda esas emociones y las va dejando salir poco a poco, provocando que nuestro cuerpo esté tenso y nuestros músculos se sientan inflexibles.
También cuando tenemos miedo y angustia nuestro cuerpo inmediatamente se tensa como modo de defensa fisiológico para poder enfrentar la situación aterradora.
La ansiedad es la causa más común de estas molestias, pero también existen otras:
Pero todo esto tiene una forma de solucionarse. En la medida en la que aprendemos a vivir en el presente y confiamos en la vida misma, en sus cambios repentinos, en lo que nos está brindando en este instante como aprendizaje para nuestro crecimiento, es probable que soltemos el control, el miedo, el nerviosismo, la angustia y en consecuencia comenzaremos a vivir una vida con mayor flexibilidad y soltura.
Cuando experimentamos los síntomas de la ansiedad, nuestra frecuencia cardíaca se acelera. Es por eso que sientes que tu corazón está acelerado, porque recuerda que el miedo y la angustia que experimentas te están avisando de un peligro que vives a nivel interno. Esto provoca que la sangre que corre por tus extremidades aumente y posteriormente baje el ritmo de la misma.
Lo sé, suena peligroso, pero en realidad no lo es, porque imagina que acabas de correr un maratón en el cual liberaste tensión que habías acumulado en tu cuerpo y ahora probablemente estás necesitando descansar, por lógica tus piernas y manos necesitan reposar, así que lo recomendable es que escuches a tu cuerpo y puedas brindarle ese descanso.
También te invitamos a que busques ayuda profesional para que descubras qué es lo que te está haciendo sentir en peligro. Recuerda que los miedos pueden aparecer por situaciones reales o por la forma en la que interpretamos lo que vivimos día a día.
Finalmente, cada vez que sientas algo extraño en tu cuerpo, recuerda que no sirve de nada asustarte o alarmarte, sólo significa que necesitas hacer un alto y recuperar tu equilibrio. En cuanto lo hagas, tu cuerpo se relajará porque fue escuchado. Ten presente que estas molestias pueden estar pidiéndote mayor flexibilidad ante la vida, con un toque de movimiento y descanso.
Claro, si ya hay mucha tensión acumulada necesitará más ayuda. Por eso es importante que aprendas a relajarte y suplementarte bien con tus alimentos y vitaminas y trabajar en los pensamientos, las emociones o el estilo de vida que te está provocando el sentirte así.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
Colaboradores: Stefania Roman, María Milagros y Mariana Ramos.