Ansiedad Generalizada
En este post te queremos compartir sobre un punto importante que es despersonalización e irrealidad, sobre todo en la ansiedad.
La despersonalización es una experiencia psicológica en la que una persona se siente alejada de su cuerpo y del mundo que le rodea, como si estuviera fuera de sí mismo, observando el mundo que le rodea sin ningún tipo de control sobre lo que ocurre. Es un síntoma de ansiedad que puede ser difícil de manejar, pero hay algunas cosas que puedes hacer para entenderte mejor y ayudarte a sentirte más conectado a la realidad.
La irrealidad y la despersonalización son estrategias que nuestra mente lleva a cabo para lidiar con el dolor emocional interior. Es probable que las haya aprendido en algún momento donde realmente te sentiste en peligro y que sí lo hayas estado, ya sea a nivel físico o emocional (ser abandonado, rechazado o juzgado).
Cuando vives situaciones en tu infancia o adolescencia como bullying, maltrato, violencia intrafamiliar, o cualquier tipo de abuso por parte de algún semejante o adulto, tu mente necesita generar una estrategia de huida. Así que "separarte de ti mismo" te ayuda a dejar de sentir tanto dolor emocional, y separarte de la realidad te ayuda a dejar de sentir eso que está sucediendo fuera de ti.
En sí, estas estrategias son psicológicamente consideradas como funcionales en momentos de mucho estrés y peligro real; el problema es que a veces se genera un trauma, una herida que se asocia a estas sensaciones, y es por eso que quizás, aunque ya hayas bajado tus niveles de ansiedad, estas sensaciones regresan.
La despersonalización e irrealidad regresan cuando tu mente interpreta que de nuevo estás en peligro y necesitas separarte para sobrevivir. Esto puede deberse a diferentes cosas, por ejemplo:
Todos estos elementos pueden crear un estado de ansiedad y provocar sensaciones de irrealidad y despersonalización. Es importante identificarlos y trabajar para bajar tus niveles de ansiedad, pero también es necesario trabajar para sanar esas heridas de tu pasado.
Es necesario trabajar tres aspectos muy importantes:
Y, como te decía al principio, se trata de revisar tus dos ambientes: el interno y el externo. Para el primero, necesitas enfocarte en estar en equilibrio, tener cubiertas tus necesidades básicas y dejar de creerle a los pensamientos negativos. Para el segundo, no seguir frecuentando a las personas que te lastimaron de niño, así como identificar todas las asociaciones que tienes hechas con ese peligro para al fin desasociarlas (para lo cual tenemos un muy buen audio aquí).
La otra razón por la que te viene la sensación de irrealidad o despersonalización es porque realmente tus niveles de ansiedad o dolor emocional sean tan altos en tu interior que la mejor estrategia es separarte. Esto sucede sobre todo durante los ataques de pánico o crisis nerviosas.
Si este es tu caso, entonces te recomendamos que primero te dediques a bajar tus niveles de ansiedad, porque es muy probable que al hacerlo estas sensaciones desaparezcan. Si deseas hacer esto con ayuda profesional, tenemos para ti nuestro curso de Dale alas a la ansiedad.
Pero si ya bajó tu ansiedad y las sensaciones siguen regresando de vez en cuando, enfócate entonces en convencer a tu inconsciente de que ya no estás en peligro y que eres capaz de enfrentarte a esas situaciones y al fin generarte un ambiente positivo.
Recuerda revisar los peligros mentales o emocionales (como ser aceptado, exitoso, tener trabajo o pertenecer), pues a veces estos son los que percibes a nivel mental y activan la señal de que algo anda mal, regresándote a un estado de alerta. Para esta parte es importante trabajar en tus creencias sobre las cosas que necesitas para sentirte seguro.
Básicamente, entender que no tienes algo que te amenaza a todo momento. Si sientes que en cada lugar que volteas hay algún peligro, entonces es lógico que estés en alerta y sigas necesitando la estrategia de separarte.
Por eso lo esencial es enfrentar, saberte capaz de hacerlo, y si no lo eres, prepararte. Pero no sigas viviendo con cosas que te hagan sentir en peligro. Cambia lo que piensas al respecto y deja de generar estas situaciones o prepárate para enfrentarlas.
Puedes hacer afirmaciones siempre que lo necesites, por ejemplo: "estoy a salvo, en este momento estoy a salvo, yo me cuido". Y no sólo decirlo, sino realmente sentirlo para hacerlo real, al punto de poder decir: "estoy a salvo porque estoy en un lugar seguro, nadie me está lastimando, puedo enfrentar este momento".
De esta forma regresarás a la realidad, a una donde no hay peligro, porque ese está sólo en tu mente, en tus creencias y en tus preocupaciones. Y en caso de que hubiera un peligro externo, podrás identificarlo para que pases a la parte de enfrentar.
También te recomendamos este ejercicio por las noches: abrazarte a ti mismo sintiendo que abrazas a tu niño interior y le dices "ahora yo te cuido, ya no necesitamos separarnos de la realidad, quizás antes te sirvió, pero ahora yo estoy a cargo". Esto ayuda mucho a calmar esa necesidad interna de protegerte a través de la despersonalización o irrealidad.
Haz una lista de todas las cualidades, dones, virtudes y fortalezas con las que cuentas; todas esas herramientas y recursos que te permitirán convencerte de que tú puedes protegerte y que ya no estás en peligro.
Igualmente, puedes hacer una lista de todas las cosas de tu realidad externa actual que demuestren que estás a salvo, que puedes relajarte y unirte con la realidad exterior.
Recuerda que no hay peligro en sentir: puedes sentir emociones intensas y no tienes por qué separarte de ti mismo para poder lidiar con ellas. Por eso es tan importante trabajar en la inteligencia emocional, para que no llegues a esos extremos de intensidad que te lleven a separarte.
Bueno, si ya te separaste de la realidad o de ti mismo, o percibes que está sucediendo, lo más importante es que no le agregues susto o alerta al asunto. Recuerda que no estás en peligro en sí, pero tu mente lo está haciendo para protegerte, sea real o no la necesidad de hacerlo.
En esos momentos necesitas tener eso muy claro: no estás en peligro.
Asimismo, intenta fluir con la sensación, ya que si te mantienes relajado y sólo esperas a que pase, terminará más rápido y no lo sufrirás tanto.
Lo importante es que esperes a que pase, que flotes con esas sensaciones para que puedas darte cuenta de que, aunque te separes de ti o de la realidad, sigues siendo tú, tu conciencia sigue ahí. Y la idea es contactar con tu verdadero ser, con tu esencia que observa todo eso que está pasando.
Esto es con el fin de dejar de asociar esos momentos con la activación de alerta y la sensación de peligro. Mejor enfócate en generarte una vida con placer que te haga sentir segura y a salvo.
No es fácil, pero si empiezas poco a poco a practicarlo eventualmente te saldrá, pues le irás perdiendo el miedo y eso hará que lo puedas ir dejando atrás.
Finalmente, si estás separado, entonces enfócate en volver a unirte. ¿Y cómo hacerlo? Para eso te recomendamos que cierres tus ojos y sientas tu corazón, sientas tu cuerpo sin miedo, sientas el ambiente donde estás, las cosas que te rodean, que intentes conectar con el momento presente y con lo que está pasando. A partir de ahí, intenta volver a la realidad, poco a poco.
Y si no puedes hacerlo solo, no tengas miedo de pedir ayuda, porque para eso estamos. Para apoyarte y acompañarte en tu viaje.
Sabemos que estas sensaciones son muy desagradables, pero si te enfocas en bajar tus niveles de tensión y en dejar de sentirte en peligro y alerta constante, generándote ambientes más agradables, fluyendo y esperando a que pasen, entonces, con el tiempo, verás que se vuelven menos intensos y frecuentes.
Trabaja en integrarte, en unirte a ti mismo con la realidad, enfrentando lo que sea que necesites enfrentar con la confianza de que eres capaz y de que sí vale la pena estar conectado dentro y fuera con lo que está pasando, para que así dejes de necesitar separarte para sobrevivir.
Recuerda darte un tiempo para trabajar con estos puntos que te compartimos y para ver los resultados. Si necesitas apoyo en el proceso para eso están nuestras terapeutas.
Por último te compartimos una meditación para los momentos de despersonalización.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada.
