Ansiedad Generalizada
La ansiedad y la depresión son dos de los problemas de salud mental más comunes en nuestra sociedad. Casi todo el mundo los experimenta en algún momento de su vida, pero muchos no saben cómo afrontarlos. Es importante informarse para poder encontrar el camino de vuelta hacia nuestro bienestar, de lo cual te hablaremos en este post.
Veamos a la ansiedad como un mensaje, más que como un trastorno, ya que solemos tener la idea de que los trastornos son para toda la vida. Pero no, se le dice trastorno porque ya llevas varios meses sintiéndote mal, con síntomas físicos que hacen que incluso se vuelva difícil levantarse de la cama, y todo esto se ve reflejado en tu día a día. Pero esto no significa que siempre será así. Si vemos a la ansiedad como un mensaje de "no me siento seguro, hagamos un alto y revisemos qué está pasando", estaremos entonces escuchando las necesidades de nuestro cuerpo y podremos atenderlas.
La ansiedad nos indica el momento perfecto para recibir ayuda profesional y así sanar la raíz del problema. Sabemos que si llevas mucho tiempo viviendo con ansiedad, te puede parecer difícil buscar ayuda. Pero no te preocupes, ¡estamos aquí para guiarte en este nuevo camino!
Pasemos ahora a la depresión. Hay varios factores que intervienen aquí: los aspectos físicos (por ejemplo, los cambios hormonales), la genética, los sentimientos de pérdida o de no poder realizar nuestros potenciales; todo ello contribuye al bajo estado de ánimo y a los pensamientos depresivos. Para nosotros es importante que sepas que siempre hay esperanza. Simplemente tienes algunas cosas que parecen estar en tu contra en este momento, pero si trabajamos en ellas podemos empezar a sentirnos mejor poco a poco.
Existe una gran variedad de formas para tratar la ansiedad y la depresión. Pero es importante tener en cuenta que cada persona tendrá una experiencia diferente en el tratamiento y en su proceso de recuperación, y lo que funciona para una puede no resultar para otra. Así que no podemos decir que haya una sola forma de tratar lo relacionado con la salud mental, sino que necesitamos saber de dónde viene el problema para hacernos cargo y ocuparnos de él adecuadamente.
Es importante saber esto para no desanimarse en el camino, sobre todo cuando no vemos cambios tan notables o en el tiempo que esperábamos. También recuerda que es muy probable que en el proceso haya recaídas: ¡no te asustes! Esto es muy común y no significa que hayas retrocedido. Sólo no olvides el compromiso que tienes contigo mismo y siempre escucha lo que tu cuerpo te está pidiendo.
El primer paso es aceptar y tener autocompasión por no estar al 100 en este momento, así como darle a tu cuerpo algo de tiempo para que se cure. El siguiente paso es hacer cambios en nuestro estilo de vida que nos ayuden a recuperar el equilibrio: dormir lo suficiente, comer bien (elegir frutas y verduras frescas en lugar de alimentos procesados) y hacer ejercicio con regularidad (aunque sólo sea salir a caminar todos los días). Sabemos que todo esto parece muy sencillo, pero a menudo la gente no se da cuenta de la importancia de estos aspectos hasta que lo hace por sí misma. ¡Así que comienza dando pasos pequeños!
Para ayudarte a lograrlo, intenta organizar tu día de manera que te des un tiempo para hacer actividades de tu agrado sin que interfieran con tus obligaciones. Muchas veces la ansiedad y la depresión hacen que perdamos el interés y la capacidad de disfrutar, pero tenemos que volver a estar en contacto con esas partes de nosotros mismos y aprender a manejar los pensamientos negativos de nuestra mente. Así que no olvides dedicar cada día un tiempo para ti en el que retomes esas actividades para volver a liberar dopamina en tu cerebro.
¡Todo lo que sea para ti y tu bienestar cuenta! Hagas lo que hagas, asegúrate de dedicar el 100 % de tu atención y energía a esta actividad para poder relajarte. Si no nos cuidamos primero a nosotros mismos, nuestro cuerpo no tendrá las herramientas que necesita para recuperarse tanto de las dolencias físicas como de las mentales.
No podemos estar haciendo cosas todo el tiempo. Y el descanso es una de las necesidades que más nos pide nuestro cuerpo.
Revisa cómo está tu alimentación, pues hay comidas que aumentan los síntomas de la ansiedad y eso es justo lo que no queremos. Así que poco a poco ve implementando hábitos que te lleven a hacer comidas más sanas, ¡incluso más ricas!
No es necesario que salgas a correr si no es algo que acostumbras o disfrutas; puedes empezar dando caminatas cortas y luego añadir algunos ejercicios de estiramiento. Si te cuesta mucho hacerlo solo, una gran opción es entrenar en grupo. No te limites sólo al gimnasio, también hay actividades como el yoga o la danza. ¡Encuentra lo que mejor va contigo!
Esto será de gran ayuda en la recuperación de la sensación de paz y atención, pues te permitirá centrarte en el momento presente.
Intenta también añadir algunas técnicas de relajación en tu rutina diaria, como tomar un baño con aceites esenciales o hacer yoga en casa después de un día agotador.
Apaga las notificaciones de Facebook en tu teléfono si te estresan (o mejor aún, desinstala la aplicación). Intenta limitarte en cuanto a la cantidad de veces que miras el teléfono. Si es posible, reserva un momento del día en el que no mires las redes sociales ni los correos electrónicos (esto no es fácil, pero es muy factible si nos comprometemos). Muchas veces lo que vemos en las redes puede resultar abrumador, por eso tomar un tiempo sin estar al pendiente de las notificaciones puede resultar muy beneficioso para nuestro estado de ánimo.
Este es uno de nuestros consejos favoritos para tratar la ansiedad y la depresión sin sinmedicación, porque estimula ambos lados de tu cerebro (creativo + lógico). Y todos sabemos que si estimulamos así ambos lados, es más fácil encontrar soluciones por nuestra cuenta cuando hay problemas.
Esto puede ser cualquier cosa, desde ir a dar un paseo solo el domingo por la mañana hasta ver esa nueva serie de Netflix sin que te interrumpan. También puedes utilizar este "tiempo para mí" para aprender algo nuevo, como tocar un instrumento. Sólo tienes que elegir actividades que aporten paz y felicidad a tu vida para que te sientas más conectada con lo que eres en tu interior. Y, por supuesto, no olvides nunca: ¡la risa es la clave! Haz cosas que te hagan reír porque la risa es una de las mejores maneras de liberar endorfinas en tu cerebro.
Pasa tiempo y platica con tus amigos y familiares. Ya sea para distraerte o para desahogarte. A veces sólo necesitamos a alguien que nos escuche.
Si sientes que ya los síntomas te están impidiendo llevar tu vida como te gustaría o que tus pensamientos no cesan en ningún momento, siempre habrá alguien que te apoye y te guíe en este proceso. Ten en cuenta que existen diferentes tipos de terapias psicológicas (incluso farmacológicas si fuera necesario para ti) que puedes probar para volver a sentir bien.
Una de las psicoterapias más efectivas es la cognitivo conductual, donde el terapeuta te ayuda a indagar sobre tus patrones de pensamiento para cuestionarlos y darles sentido y así cambiar tu comportamiento.
Suena muy sencillo hacer todo esto que te recomendamos, pero nosotros sabemos lo difícil que puede ser cuando no nos sentimos bien. Sin embargo, si nos esforzamos cada día, poco a poco las cosas mejorarán. Habrá días buenos y días malos, pero si te quedas el tiempo suficiente podrás ver los resultados.
Y no olvides que, por muy difícil que parezca todo ahora, otra persona también se ha sentido como tú en algún momento de su vida... ¡y ha logrado salir adelante! Así que cuida de ti mismo para que pronto tu historia también tenga un giro positivo.
Esperamos que después de leer todos estas recomendaciones sobre cómo tratar la ansiedad y la depresión, te sientas más esperanzado para recuperarte, porque siempre hay una salida.
Ahora recuerda: ¡¡Tú lo vales!! No te rindas y busca siempre lo mejor para ti.
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada de cómo curar la ansiedad y la depresión.
Colaboradores: María Milagros.