Ansiedad Generalizada
Todo lo que pensamos de nosotros mismos y de lo que nos rodea tiene un poder que a veces ni siquiera llegamos a imaginar. Es por eso que los pensamientos negativos pueden hacernos sentir tristes, enfadados o frustrados, e incluso pueden impedirnos alcanzar nuestros objetivos. Es importante aprender a transformar estos pensamientos negativos en positivos si queremos darle un giro a nuestra vida y comenzar a sentirnos más plenos.
En esta entrada del blog, hablaremos de algunas estrategias que te pueden ser de mucha ayuda para esta transformación de pensamientos. Ten presente que, para cambiar un pensamiento negativo, hay que invertir en el proceso de creación.
Lo primerito que necesitas hacer es saber y reconocer que tú no eres tus pensamientos.
Seguramente, rara vez te has puesto a cuestionar lo que piensas, o a considerar siquiera que puedes estar equivocado en tus pensamientos. Estamos tan identificados con nuestra mente que damos por hecho que lo que pensamos es verdad. Sin embargo, todos podemos equivocarnos, y el hecho de que pensemos algo no significa que sea cierto.
La próxima vez que tengas un pensamiento negativo, pregúntate si existe la posibilidad de que te equivoques con él. Esta sencilla pregunta puede ayudarte a tomar distancia y empezar a ver tus pensamientos como algo que no siempre es cierto.
La buena noticia es que tú eres algo mucho más que lo que piensas. Eres un ser mucho más complejo e increíble. Así que primero identifícate con lo que sí eres en realidad: esencia en conciencia que se da cuenta de sí mismo.
Tu mente es increíble. Está diseñada para darle forma, figura y color al mundo que experimentas. Sin embargo, esta mente a veces puede estar equivocada.
Cuando tienes una creencia, tu mente, con su percepción y atención, hace todo lo posible por demostrarte que lo que crees es verdad. Pero existe algo que se llama sesgos de atención, de memoria y de percepción, y estos sesgos hacen que tu mente filtre la información que no le conviene para el mantenimiento de sus creencias y agranda o magnifica la información que sí le sirve.
Por ejemplo, si tienes la creencia de que la felicidad no existe, tu cerebro solamente se fijará en las personas tristes cuando salgas a la calle, no se acordará de los momentos felices que sí has tenido y, aunque en el día seas feliz por al menos un minuto, no se dará cuenta.
Entonces necesitas entender que tu mente, junto con tu cerebro, pueden caer en equivocaciones sobre cómo interpreta la realidad.
Hay varias estrategias para desmentir los pensamientos negativos y dejar de creer en ellos. Aquí te compartiremos algunas.
Encuentra los hechos de la realidad que fundamenten o demuestren que el pensamiento negativo es real. Luego, escribe el pensamiento contrario a ese que ya has tenido y encuentra por lo menos tres hechos de que el nuevo es verdad.
Por ejemplo:
Como puedes ver, cualquiera de ambos pensamientos puede ser verdad. Lo que aquí importa es en qué eliges creer tú.
Relativiza tu pensamiento absolutista y llega a una nueva conclusión.
Es muy difícil trabajar con los pensamientos negativos en tu mente, pues van muy rápido y están conectados unos con otros, así que cuando estás queriendo trabajar con uno terminas pensando lo que vas a comer más al rato.
Por eso necesitas sacarlos de tu cabeza y escribirlos en una hoja de papel. Te recomendamos escribirlos por lo menos una vez por semana, para que todas esas ideas de tu cabeza se tranquilicen en la hoja de papel.
Hay ciertas estrategias que hace la mente para distorsionar la información que recibe del interior y del exterior y así comprobar tu creencia. Entre ellas encontramos:
Así es que, después de anotar tus pensamientos, descubre si tendrán alguna distorsión. Esto por sí mismo te ayudará a desmentir las creencias falsas y empezar a pensar de una forma más positiva.
Mientras más rígidos, absolutistas o extremos sean tus pensamientos, más probable es que estés en un error.
Entonces, cada vez que te encuentres aseverando un pensamiento nada más porque así lo sientes o porque así te lo enseñaron, activa tu cuestionamiento y pregúntate de nuevo, con tu mente lógica, qué tan verdad es y cómo lo puedes relativizar.
Ya lo dice Neale D. Walsch, en su libro Conversaciones con Dios, que para cambiar un pensamiento negativo hay que invertir el proceso de creación de nuestra realidad.
A ver, el proceso normal es pensamiento - palabra - acción. Es decir, primero pienso "¡qué mal me siento!". Luego digo "hoy no voy a salir porque me siento mal". Y, después, lo actúo.
Invertir este proceso significa que pienses en las acciones contrarias a ese pensamiento. ¿Qué harías si te sintieras bien? Y entonces te impulsas a salir mientras dices "hoy me siento bien". Y lo repites una y otra vez hasta que tu pensamiento se genera y realmente lo puedes creer.
Para nosotros, los filósofos son como científicos de la naturaleza humana. Así que nos caería muy bien que cada uno de nosotros fuera su propio filósofo.
Investígate a ti mismo, activa tu lógica y tu capacidad de razonar y encontrar pruebas para comprobar si tu pensamiento es verdad o no.
Ante cada pensamiento que te atormente, respóndete como si fueras la persona que más te ama en el mundo. En lugar de creerte así porque sí, dialoga contigo, échate porras y tranquilízate diciéndote la verdad.
Este es un ejercicio muy divertido:
Te vas a sentar en un extremo de tu sillón y te vas a personalizar en el pensamiento negativo. Y vas a imaginar que frente a ti está el polo opuesto, es decir, tu pensamiento positivo.
El punto es abrir un debate: Cuando seas el pensamiento negativo, tienes que convencer al positivo de que tú eres verdad hasta que te quedes sin argumentos. Y viceversa.
Harás esto cuantas veces sea necesario, cambiando de rol hasta que se les acaben los argumentos.
Al final, te vas a sentar en medio, frente a los dos pensamientos, y les vas a decir, desde tu centro, desde tu yo, la conclusión a la que quieres llegar en verdad.
Resulta curioso que pensemos que estamos conectados a nuestros pensamientos, como si no tuviéramos la libertad de elegirlos. Pero no es así. Por eso te recomendamos que escribas todo lo que piensas sobre ti, sobre el mundo y los demás. Escribe todas tus creencias. Y luego ve, una por una, eligiendo cuál quieres creer, cuál te hace feliz y cuál no.
Simplemente elige. Toma la decisión de creerle o no creerle a ciertos pensamientos. Con esto les quitarás muchísimo poder.
Claro que puedes tener pensamientos negativos, pero si eliges no creerles, perderán su poder.
Las afirmaciones positivas son frases que dices en voz alta impregnadas de sentimiento y emoción; al decirlas, realmente hay que sentirlas como verdad.
Puedes hacerlas mientras te relajas en las noches, enfocándote en tu respiración y en soltar la tensión.
Puedes decirte frases como: “estoy a salvo, tengo todo lo que necesito para ser feliz, mi mente tiene toda la capacidad para pensar positivo, elijo pensar positivo, me acepto como soy, me amo como soy”.
Aquí te compartimos una entrada que te enseña a controlar tu mente para ser feliz.
Con este punto nos referimos, básicamente, a meditar.
Meditar observando tu mente te permitirá conocerla, y, al hacerlo, sabrás cómo funciona y podrás tener una mejor relación con ella, tomando desde tu consciencia las riendas.
Para lograrlo, simplemente siéntate a observar tu respiración, a mantenerte concentrado en ella, pero abierto a que tu mente genere los pensamientos que quiera generar.
Vas a observar todo ese movimiento como si estuvieras viendo una carretera pasar frente a ti, donde los coches aparecen, pasan y se van. Observa tu mente desde el observador consciente que eres.
Haz esto por 5 minutos al día y verás que poco a poco tendrás más consciencia de cómo funciona tu mente.
Encuentra más información sobre lo que es el observador consciente haciendo click aquí.
Quizás parezca muy difícil transformar pensamientos negativos que tenemos sobre nosotros mismos y nuestras vidas, pero sí es posible hacerlo.
Si estás preparado para una transformación positiva en tu vida, tómate un tiempo de tu día (quizá incluso ahorita que acabas de leer este post) para sentarte contigo mismo y observar lo que pasa dentro de tu cabeza. Hay muchas técnicas que puedes utilizar para lograrlo. Anímate a probar las que te hemos compartido aquí. Y si quieres conocer más al respecto, ¡visita nuestra página!
Antes de despedirnos, queremos recordarte que toda la información que aquí te compartimos, así como las recomendaciones que hacemos, no sustituyen lo que es una terapia psicológica o un diagnóstico. Por lo que te invitamos a buscar ayuda profesional para encontrar la guía adecuada para cambiar pensamientos negativos a positivos.