Soy tan sensible que soy capaz de sentir cambios sutiles en mi cuerpo.
Soy tan sensible que soy capaz de sentir cambios sutiles en mi cuerpo. El ruido me afecta y los olores fuertes me marean. Soy tan sensible que puedo percibir tus emociones y ver cómo me afectan, y a la vez, sé lo que probablemente necesitas para sentirte entendido por mí.
Si, soy sensible, no me gustan las luces fuertes ni el caos de la gente, me estresa la luz de las plazas comerciales y que me presionen con mi tiempo.
Soy sensible y por eso siento más, tanto las tristezas como las alegrías, mías y de los demás. Soy tan sensible que percibo los cambios de estación, de la temperatura en el aire y las cosas que están pasando cerca.
Soy sensible y me afecta lo qué pasa contigo y el mundo, me mueven las injusticias, la pobreza y la desigualdad. Siento el dolor como algo intenso y a la vez soy capaz de sentir mucha compasión.
Soy altamente sensible, y está bien. Estoy aprendido a usar este don a mi favor y al de los demás, para salir del estado de alerta que a veces esta sensibilidad me genera y empezar a disfrutar más
Pues con esta sensibilidad, también soy capaz de hacerme una con la música, bailar junto con las mariposas y sentir que fluyo como el río.
Puedo mirarte a los ojos y sentir una conexión tan profunda que recuerdo que no estoy separada de los demás, que somos uno. Y sin la ayuda de drogas o cursos intensos, puedo viajar al universo y comprender verdades muy profundas.
Mi sensibilidad me permite conectar con los demás y reconocer lo que mi intuición me está tratando de decir, para guiar mis acciones según lo que escucho y crear realidades más agradables para mí.
Puedo crear música, poesía y obras de arte que inspiren o despierten tu propia sensibilidad y recordarte que más allá de tus logros y fracasos, estás vivo y eso es lo que importa.
Mi sensibilidad te lleva a sentir la tuya; despierta lo que quizás aprendiste a adormecer, y tal vez eso te asusta, pero créeme, pasando la barrera de la incertidumbre, ser sensible es un regalo.
Es el regalo que nos permite reconocer nuestra humanidad, sentirnos vivos y crear cosas maravillosas.